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Robert Carmona: "Lo que se hizo con estos chicos no tiene nombre"

Martes 13 de Noviembre de 2018
G. Bañó
Fotos: FA

El récord Guinness como futbolista más veterano en activo, denuncia lo sucedido en la gira por Asturias hace unas semanas. Carmona: "Yamada me prometió grabar una película de mi vida en Japón, al final vivimos una película de miedo en Asturias".

Continúa la polémica tras la gira por las Cuencas Mineras de un grupo de ocho jugadores sudamericanos, que llegaban a España con la ilusión de hacerse un hueco en el mundo del fútbol. El uruguayo, Robert Carmona, récord Guinness como futbolista más veterano en activo, comandó la expedición "engañado" por Hugo Yamada, al que conoció por mediación de un ex-compañero suyo del Inter de Ibiza, el argentino Alejandro Córdoba, "me comentó que había participado en 2017 en la gira que Hugo Yamada, Javier Castrili y Enrique Sánchez organizaron en Palencia y me dijo que Yamada tenía muchos contactos. Hablé con él y viajé a Rosario (Argentina) para conocerlo, me contó sus relaciones en el mundo del fútbol, que tiene una empresa en Japón, que es socio del ex-árbitro internacional Javier Castrili y que estaban preparando una gira para Asturias".

"Me prometió grabar una película de mi vida en Japón"

El veterano futbolista uruguayo quedó completamente encandilado cuando Hugo Yamada le comentó que le llevaría a jugar a la Tercera División de Japón, "para continuar avanzando allí en la creación de mí película en Japón, en vez de Uruguay. Yo me ilusioné y vino a Uruguay para que lo presentase en los medios. El se presentó como mi representante, dijo que me promocionaría en Japón y que iban a hacer una gira por España junto a su socio Javier Castrili. Al final vivimos una película de miedo en Asturias".

Captación de jóvenes a cambio de grandes cantidades de dinero

Cuatro argentinos viajaron a Uruguay para prepararse para la gira, previo pago de una cantidad para alojamiento y manutención, finalmente "yo les tuve que conseguir una familia donde vivir, Yamada les prometió un dinero que luego no pagó y acabé enfadado con esa familia por su culpa. Yamada no tenía un centavo, le di de comer más de veinte veces en mi casa. A los chicos les tuve que conseguir un merendero, a través del gobierno de Uruguay, para que pudieran comer", afirma Carmona, que a pesar de esto, reconoce que "yo seguía defendiendo a Hugo Yamada, en contra de lo que me decían mis amistades. Estaba cegado por sus promesas de completar mi película y de poder jugar en Japón a mis 56 años".

En Uruguay captó a los hijos de Busti y al hijo de Varieti, "les cobró entre 3.500 y 5.000 euros en concepto de pasaje, comida y demás... pero los dos primeros no viajaron y no les devolvió el dinero. Llegó a pedirles 13.700 euros por el viaje suyo y el de sus dos hijos. A Melgarejo no le devolvió el dinero de su hijo que no viajó, a sabiendas de que tiene otro hijo internado grave. Quizá pueda haber más gente que pagó una parte y finalmente no viajó y perdió el dinero. A mí me pedía que captase gente, pero yo le dije que esa no era mi labor, yo viajaba como imagen de la gira. Yamada cambiaba el precio de la gira todos los días porque la gente se iba bajando de la idea".

"Lo más parecido a la piscina del hotel era el río que cruzaba el pueblo".

En total, ocho sudamericanos de Uruguay, Venezuela y Argentina se desplazaron a España hipotecados, con el sueño de realizar una gira por España a nivel profesional, "él nos prometía hotel 5 estrellas, piscina, ojeadores, contacto con el Lugo y otros equipos de Segunda y Segunda B, hasta con el Atlético. La realidad fue que los partidos tuve que buscarlos yo ante equipos de Tercera y Regional de Asturias, a los que nos llevaban andando, y que la piscina más parecida era un río donde bajábamos a paliar los golpes tras los partidos".

Robert Carmona comenta que el primer día fue el mejor, "llegamos al Aeropuerto, nos fue a buscar un microbús y luego cogimos un tren, pero de ahí en adelante nunca sucedió nada de lo prometido. Nos alojaron en un Albergue donde teníamos que hacernos la cama y recoger la mesa. Había días que comíamos bien y otros que pasábamos hambre. No es una deshonra esta comida, pero nos cansamos de comer arroz blanco con salchichas. No era lo prometido".

"Nos prometieron ocho partidos y solamente se jugaron cuatro, de los cuales tres fueron organizados por mí. Nunca vinieron ojeadores, no teníamos material, gimnasio... los chicos no entrenaban porque estaban desmotivados, querían volver a casa porque estaban tristes y tenían la ilusión destruida". Y es que las penurias existían hasta cuando tenían que disputar los partidos amistosos, "nos hacían caminar 4-7 kilómetros para ir a jugar los partidos. Nunca he vivido una experiencia así, voy a acompañar a esta gente hasta lo último"

De las deficiencias del albergue, comenta que "no había ni cortina, ni mampara en la ducha, a veces no había jabón, ni papel higiénico... el señor del albergue no nos dejaba ni sacar agua caliente para el mate".


Robert Carmona impartió una charla a jugadores del fútbol base del San Martín

"No me robaron dinero, pero se burlaron, me ningunearon y me rompieron la ilusión"

El uruguayo lamenta todo lo ocurrido y se muestra afectado por los chicos, "lo que les hicieron no tiene nombre". En la actualidad, "Brandon Quintana y Nacho Albornoz continúan entrenando con el Asturias de Blimea y viven gracias a la solidaridad de la gente, pero psicológicamente están mal porque han abusado de sus sueños".

El joven venezolano que participó en la gira "decidió quedarse en Madrid, avergonzado de volver al club donde jugaba en Argentina porque se sentía frustrado. Es un daño psicológico irreparable".

Sobre su experiencia personal reconoce que fue positiva "sumé tres partidos internacionales para el récord guinness, me regalaron una placa, di charlas... pero yo no puedo hablar de eso, tengo que hablar de la injusticia, la estafa y la mentira descomunal que hicieron con todos nosotros. Y eso que a mí no me robaron dinero, pero se burlaron, me ningunearon y me rompieron la ilusión". Su relación con los organizadores se cortó en Asturias, "prácticamente no hablaba con ellos porque salí en defensa de los chicos y me enemisté con ellos", y asegura que seguirá "defendiendo a los jugadores porque soy un futbolista de ley. En el Aeropuerto, ya en Argentina, le dije a Hugo Yamada que era un sinvergüenza, porque llegó a pedirme 300 euros para que le pagase una deuda suya con Varieti".

Los padres de los jugadores están iniciando acciones legales

"Hugo Yamada nunca respondió más a los padres de estos chicos y la demanda está muy encaminada", comenta Carmona, que sospecha que dos o tres chicos "pueden estar engañados por Hugo Yamada de cara al juicio, pero no podrán negar lo ocurrido, porque eso lo viví yo con ellos".


A la izquierda Álvaro Pozo (Tuilla), Javier Castrili y Robert Carmona en un amistoso disputado en El Candín.
A la derecha Robert Carmona con dos jugadores de la gira.

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