El récord Guinness como futbolista más veterano en
activo, denuncia lo sucedido en la gira por Asturias
hace unas semanas. Carmona: "Yamada me prometió grabar
una película de mi vida en Japón, al final vivimos una
película de miedo en Asturias".
Continúa la polémica tras
la gira por las Cuencas Mineras de un grupo de ocho
jugadores sudamericanos, que llegaban a España con la
ilusión de hacerse un hueco en el mundo del fútbol. El
uruguayo, Robert Carmona, récord Guinness como
futbolista más veterano en activo, comandó la expedición
"engañado" por Hugo Yamada, al que conoció por mediación
de un ex-compañero suyo del Inter de Ibiza, el argentino
Alejandro Córdoba, "me comentó que había participado en
2017 en la gira que Hugo Yamada, Javier Castrili y
Enrique Sánchez organizaron en Palencia y me dijo que
Yamada tenía muchos contactos. Hablé con él y viajé a
Rosario (Argentina) para conocerlo, me contó
sus relaciones en el mundo del fútbol, que tiene una
empresa en Japón, que es socio del ex-árbitro
internacional Javier Castrili y que estaban preparando
una gira para Asturias".
"Me prometió grabar una
película de mi vida en Japón"
El veterano futbolista
uruguayo quedó completamente encandilado cuando Hugo
Yamada le comentó que le llevaría a jugar a la Tercera
División de Japón, "para continuar avanzando allí en la
creación de mí película en Japón, en vez de Uruguay. Yo
me ilusioné y vino a Uruguay para que lo presentase en
los medios. El se presentó como mi representante, dijo
que me promocionaría en Japón y que iban a hacer una
gira por España junto a su socio Javier Castrili. Al
final vivimos una película de miedo en Asturias".
Captación de jóvenes a
cambio de grandes cantidades de dinero
Cuatro argentinos viajaron
a Uruguay para prepararse para la gira, previo pago de
una cantidad para alojamiento y manutención, finalmente "yo les tuve que
conseguir una familia donde vivir, Yamada les prometió
un dinero que luego no pagó y acabé enfadado con esa
familia por su culpa. Yamada no tenía un centavo, le di
de comer más de veinte veces en mi casa. A los chicos
les tuve que conseguir un merendero, a través del
gobierno de Uruguay, para que pudieran comer", afirma
Carmona, que a pesar de esto, reconoce que "yo seguía
defendiendo a Hugo Yamada, en contra de lo que me decían
mis amistades. Estaba cegado por sus promesas de
completar mi película y de poder jugar en Japón a mis 56
años".
En Uruguay captó a los
hijos de Busti y al hijo de Varieti, "les cobró entre
3.500 y 5.000 euros en concepto de pasaje, comida y
demás... pero los dos primeros no viajaron y no les
devolvió el dinero. Llegó a pedirles 13.700 euros por el
viaje suyo y el de sus dos hijos. A Melgarejo no le
devolvió el dinero de su hijo que no viajó, a sabiendas
de que tiene otro hijo internado grave. Quizá pueda
haber más gente que pagó una parte y finalmente no viajó
y perdió el dinero. A mí me pedía que captase gente,
pero yo le dije que esa no era mi labor, yo viajaba como
imagen de la gira. Yamada cambiaba el precio de la gira
todos los días porque la gente se iba bajando de la
idea".
"Lo más parecido a la
piscina del hotel era el río que cruzaba el pueblo".
En total, ocho
sudamericanos de Uruguay, Venezuela y Argentina se
desplazaron a España hipotecados, con el sueño de
realizar una gira por España a nivel profesional, "él
nos prometía hotel 5 estrellas, piscina, ojeadores,
contacto con el Lugo y otros equipos de Segunda y
Segunda B, hasta con el Atlético. La realidad fue que
los partidos tuve que buscarlos yo ante equipos de
Tercera y Regional de Asturias, a los que nos llevaban
andando, y que la piscina más parecida era un río donde
bajábamos a paliar los golpes tras los partidos".
Robert Carmona comenta que
el primer día fue el mejor, "llegamos al Aeropuerto, nos
fue a buscar un microbús y luego cogimos un tren, pero
de ahí en adelante nunca sucedió nada de lo prometido.
Nos alojaron en un Albergue donde teníamos que hacernos
la cama y recoger la mesa. Había días que comíamos bien
y otros que pasábamos hambre. No es una deshonra esta
comida, pero nos cansamos de comer arroz blanco con
salchichas. No era lo prometido".
"Nos prometieron ocho
partidos y solamente se jugaron cuatro, de los cuales
tres fueron organizados por mí. Nunca vinieron
ojeadores, no teníamos material, gimnasio... los chicos
no entrenaban porque estaban desmotivados, querían
volver a casa porque estaban tristes y tenían la ilusión
destruida". Y es que las penurias existían hasta cuando
tenían que disputar los partidos amistosos, "nos hacían caminar 4-7
kilómetros para ir a jugar los partidos. Nunca he vivido una
experiencia así, voy a acompañar a esta gente hasta lo
último"
De las deficiencias del
albergue, comenta que "no había ni cortina, ni mampara
en la ducha, a veces no había jabón, ni papel
higiénico... el señor del albergue no nos dejaba ni
sacar agua caliente para el mate".
Robert
Carmona impartió una charla a jugadores del fútbol base
del San Martín
"No me robaron dinero,
pero se burlaron, me ningunearon y me rompieron la
ilusión"
El uruguayo lamenta todo
lo ocurrido y se muestra afectado por los chicos, "lo
que les hicieron no tiene nombre". En la actualidad, "Brandon
Quintana y Nacho Albornoz continúan entrenando con el
Asturias de Blimea y viven gracias a la solidaridad de
la gente, pero psicológicamente están mal porque han
abusado de sus sueños".
El joven venezolano que
participó en la gira "decidió quedarse en Madrid,
avergonzado de volver al club donde jugaba en Argentina porque se sentía frustrado.
Es un daño psicológico irreparable".
Sobre su experiencia
personal reconoce que fue positiva "sumé tres partidos
internacionales para el récord guinness, me regalaron
una placa, di charlas... pero yo no puedo hablar de eso,
tengo que hablar de la injusticia, la estafa y la
mentira descomunal que hicieron con todos nosotros. Y
eso que a mí no me robaron dinero, pero se burlaron, me
ningunearon y me rompieron la ilusión". Su relación con
los organizadores se cortó en Asturias, "prácticamente
no hablaba con ellos porque salí en defensa de los
chicos y me enemisté con ellos", y asegura que seguirá
"defendiendo a los jugadores porque soy un futbolista de
ley. En el Aeropuerto, ya en Argentina, le dije a Hugo
Yamada que era un sinvergüenza, porque llegó a pedirme
300 euros para que le pagase una deuda suya con Varieti".
Los padres de los
jugadores están iniciando acciones legales
"Hugo Yamada nunca
respondió más a los padres de estos chicos y la demanda
está muy encaminada", comenta Carmona, que sospecha que
dos o tres chicos "pueden estar engañados por Hugo
Yamada de cara al juicio, pero no podrán negar lo
ocurrido, porque eso lo viví yo con ellos".
A la
izquierda Álvaro Pozo (Tuilla), Javier Castrili y Robert
Carmona en un amistoso disputado en El Candín.
A la derecha Robert Carmona con dos jugadores de la
gira.