El gol de Jony en la segunda mitad alimenta la posible remontada. En 9 minutos en la primera parte el Valladolid se puso 3-0. Los visitantes pidieron falta en la acción del 1-0. El Molinón-Enrique Castro Quini dictará sentencia.

3						-		1
Real Valladolid							Real Sporting de Gijón
Nº	Jugadores	A	R	C	G	P	Nº	Jugadores	A	R	C	G	P
1	Masip					2	13	Mariño					2
17	Moyano					2	25	Calavera	90				1
4	Kiko Olivas					2	29	Juan Rodríguez					2
5	Calero				28	3	5	Barba					2
22	Nacho					3	15	Canella					1
8	Borja	62				2	4	Bergantiños					2
35	Anuar			89		2	6	Sergio Álvarez	27				1
11	Hervías			78	34	3	10	Carmona	33				1
23	Óscar Plano					2	14	Rubén García			86		2
19	Toni			73		3	16	Jony				69	3
9	Mata	82				3	7	Santos					2
BANQUILLO							BANQUILLO
13	Becerra (p.s.)						1	Whalley (p.s.)
3	Borja Herrera						9	Castro
7	Gianniotas			78		2	11	Lora
10	Ontiveros	79		73		2	17	Alex López			86		s.c.
14	Toni Martínez						18	Isma López
18	Antoñito						20	Quintero
44	Javi Pérez			89		s.c.	22	Pablo Pérez
ENTRENADOR							ENTRENADOR
Sergio González							Rubén Baraja
Goles:		1-0: m 28 Calero; 2-0: m 34 Hervías; 3-0: m 37 Calavera (p.p.); 3-1: m 69 Jony.
Árbitro:		Díaz de Mera Escuderos del Comité Castellano-Manchego (1). Asistido en las bandas por Santaúrsula Aguado y Escuderos Sánchez-Camacho.
Incidencias:		Noche algo lluviosa en Valladolid. 23.801 espectadores en El Nuevo José Zorilla, con presencia de más de 500 aficionados del Sporting. Se colgó el cartel de "No hay billetes".

Una eliminatoria requiere una concentración máxima durante 180 minutos y el Sporting bajó los brazos desde el minuto 28 al descanso. El resultado un 3-0 que dejaba al equipo en la lona. El gol de Jony maquilla un resultado malo pero remontable, aunque debe de hacer reflexionar a todos de por qué este equipo se ha caído en poco más de un mes. De no encajar goles, a recibirlos a puñados. Por no ahondar en la falta de un plan B en según qué situaciones. Lo que está claro es que físicamente el equipo debe de llegar bien, puesto que hoy Baraja solo introdujo un cambio y lo hizo al final. Cierto es que la segunda mitad fue mejor que la primera, claro que peor era imposible.

Hasta el minuto 28 el equipo compitió razonablemente. Aguantó sin sufrir el arreón inicial del Valladolid, que se tradujo en un disparo lejano de Óscar Plano que Mariño atajó en dos tiempos. Y con el paso de los minutos comenzó a asomarse en ataque, destacando un centro de Canella que Santos cabeceó desviado. Pero con el 1-0 y como si de un castillo de naipes se tratara, el equipo se derrumbó. Los locales se adelantaron con un remate de Calero en el segundo palo tras un centro de Hervías. Se quejaron amargamente los asturianos con una posible falta sobre Juan Rodríguez. Como sucediera con este mismo colegiado ante el Granada y con una caída de Carmona entre medias, el gol subió al marcador. Lo que sucede desde ese preciso instante hasta el descanso puede conllevar a quedar apeado del playoff. El equipo bajó los brazos, como un púgil noqueado, el Valladolid olió sangre y puso la directa. El 2-0 llega tras una falta innecesaria de Carmona que Hervías transformó sin estar muy acertado Mariño. El 3-0 tras una serie de errores que empieza con el fallo en la salida de balón de Canella y que termina con Calavera marcando en propia en su intento de despeje.

Peor no podía ir y el Sporting sabía que en la segunda mitad debía de mejorar esta situación para albergar esperanzas. La salida fue mejor y pronto pudo marcar Santos tras una acción de Jony, pero el charrúa se encontró con Masip. El extremo de Cangas del Narcea se echó el equipo a sus espaldas, y por él se puede creer en la remontada. Es terrible lo desaprovechado que está en este equipo un jugador como él. Hoy recibió un balón al espacio en ventaja en todo el partido. El resultado fue el gol. No se puede pretender que baje a recibir a su propio campo y que regatee a todo rival en 50 metros. A poco que se le busca de forma ventajosa, ahí está el resultado. Incluso pudo marcar el 3-2 en otra rápida transición, en la que pecó de individualista puesto que Carmona estaba desmarcado, pero remató desviado,

El Sporting estuvo hundido, pero al menos ligeramente salió a flote y llega vivo a la vuelta. El mejor equipo como local del curso necesita recuperar su mejor versión, aquella en la que demostró una pegada descomunal y ofreció una sobriedad a prueba de bombas. Con esos ingredientes más un Molinón en efervescencia la remontada es más que posible. Toca creer.