El conjunto riojano disputa su quinta
fase de ascenso, con un campo de dimensiones reducidas
enmarcado en un paraje natural. Las eliminatorias del
Náxara destacan por sus goles.
La localidad de Nájera
se encuentra encuadrada en la comarca de La Rioja Alta,
cuenta con una población cercana a los 8.000 habitantes
y está a unos 30 kilómetros de Logroño. Está considerada
la ciudad del mueble, debido a las numerosas
empresas especializadas en el sector y en Semana Santa
alberga la Feria del Mueble más importante del norte de
España.
El Náxara Club
Deportivo se fundó en 1933, aunque tuvo que ser
refundado en 1966. En la actualidad está presidido por
Marcos Martínez y disfruta del mejor momento de su
historia, que pasó de navegar por la zona media de la
tabla a disputar cinco fases de ascenso a Segunda B
-categoría en la que por ahora no ha militado- en las
últimas diez temporadas. La pasada temporada cayeron
eliminados en la tercera eliminatoria por la Peña Sport,
que terminó ascendiendo.
Su campo: La Salera
El Náxara es un club
especial y buena culpa de ello lo tiene su peculiar
campo. La Salera cuenta con aforo para unos 1.500
espectadores, al estar enmarcado en medio de un bosque,
que permite a los aficionados colocarse entre los
árboles para poder presenciar los partidos. Tiene unas
dimensiones reducidas, de 100x60 y la superficie es de
césped natural, aunque la base es arcillosa y está muy
duro, provocando que el balón bote en exceso.
El
entrenador: Diego Martínez
Lleva varias temporadas
al frente del equipo, a pesar de su juventud, y se está
convirtiendo en uno de los entrenadores más valorados de
La Rioja. Llegó al Náxara procedente del Arnedo y las
dos últimas temporadas ha cuajado un buen papel en la
fase de ascenso, con un plantel humilde, con un
presupuesto que se podría asociar a cualquier equipo de
la zona media baja de Asturias, y que no está entre los
más altos del grupo riojano.
Finalizaron la
temporada en tercera posición, empatados a 87 puntos con
el Haro Deportivo, que acabó cuarto, y con catorce
puntos de desventaja con la S.D. Logroñés y a diecisiete
puntos del campeón Calahorra, que terminó invicto. Los
números del Náxara fueron 27 victorias, 6 empates y 5
derrotas, dos de ellas en casa ante los dos primeros
clasificados. Marcaron 111 goles y encajaron 40.
Los puntos fuertes
del Náxara
El técnico ha
conseguido que el Náxara destaque como bloque y no por
sus individualidades. En su campo buscan las
transiciones rápidas, meter el balón rápido en el área
contraria y aprovechar la velocidad de sus hombres de
banda.
Es una plantilla de
mediana edad, con jugadores jóvenes y veteranos, como el
ex-portero del extinto Club Deportivo Logroñés, Raúl
Heras, que destaca por su envergadura.
Diego Martíenz no tiene
ninguna baja, tras recuperar a Tamayo de un golpe en el
ojo, y podría formar con su once de gala, el mismo que
se impuso a L'Hospitalet en la anterior eliminatoria,
tras empatar (0-0) allí y ganar (3-0) en La Salera.
Entre los jugadores más
desequilibrantes cabe destacar al extremo Achi, al
delantero de envergadura Lozano, al ariete Javi Orodea
que militó hace un par de temporadas en la Cultural
Leonesa, al centrocampista Miguel Martínez que lleva la
batuta en la medular y al pichichi Javi Martínez, autor
de 24 goles en la fase regular.
El Náxara cuenta con
700 socios, una media que han mantenido de asistencia
durante la temporada, gracias a la buena comunión del
pueblo con el equipo, que llenó La Salera en el partido
de ida contra el Hospitalet, con unos 1.500 aficionados,
los mismos que se esperan para el partido ante el
Langreo.