La localidad pontevedresa de Cangas
de Morrazo volverá a disfrutar de un play-off de ascenso
a Segunda B. El Alondras hizo de la necesidad su virtud,
tras unos años lejos de las primeras posiciones.
Pocos habrían apostado en el verano de 2017 por un
Alondras de play off. El equipo cangués venía de
salvarse casi in extremis en una temporada convulsa en
la que hasta tres técnicos distintos pasaron por el
banquillo rojiblanco. La directiva decidió hacer borrón
y cuenta nueva y apostó por Antonio Fernández en
la que sería su segunda temporada como entrenador en
categoría estatal. De la plantilla del curso 2016-17
solo continuaron el portero Martín, el central Agujetas,
los mediocentros Abel y Champi y el extremo Mauro.
El
equipo transmitió buenas sensaciones desde el comienzo,
con unas señas de identidad muy marcadas: agresividad,
solidaridad y buen trato de balón. El mayor hándicap era
la falta de pegada, y el panorama empeoró cuando Kiko
Mintegui -el único ariete puro- solicitó la baja con la
liga ya comenzada.
Agujetas
Sin
margen de maniobra, Antonio Fernández tuvo que tirar de
imaginación hasta el mercado invernal, cuando el
Alondras decidió incorporar a Jonás, que en la
primera vuelta había marcado 19 goles en 13 partidos...
en Primera Autonómica. A sus 30 años, el atacante vigués
daba por primera vez el salto a Tercera División y
cumplía con nota: 10 goles en 18 partidos e innumerables
intangibles para hacerse con la titularidad contra
pronóstico.
Para
el cuadro cangués, la clasificación para la fase de
ascenso ya es un premio en sí mismo, pero la ambición y
la cohesión del grupo lo convierten en un rival
peligroso, sobre todo en el Campo do Morrazo. Sin
individualidades de relumbrón, el Alondras es, ante
todo, un bloque compacto que ha ido de menos a más en la
segunda vuelta para acabar sellando el pase al play off
con cuatro victorias consecutivas, tres de ellas ante
rivales directos como el Bergantiños (segundo de grupo),
el Arosa (quinto) y el Barco (séptimo).
Esquema de juego
Antonio
Fernández
El
equipo morracense se ha hecho fuerte con el 4-3-3,
apostando casi siempre por la presión adelantada tras
pérdida más que por el repliegue. Cuando tiene la
posesión, abre el campo con laterales de largo recorrido
y extremos desequilibrantes en el uno contra uno. Esta
temporada, Antonio Fernández ha utilizado también el
4-4-2 e incluso el 5-3-2, aprovechando la versatilidad
de Jesús Varela y Pardavila en los carriles derecho e
izquierdo respectivamente.
Álex
Vila y Hortal comenzaron la temporada alternándose en la
portería, pero Martín se hizo con la titularidad tras
recuperarse de una lesión de larga duración. Guardameta
competente, aunque no de gran envergadura, su mayor
virtud es su capacidad de reacción en espacios cortos.
El
veterano Aitor Díaz, central notable tanto en lo técnico
como en lo táctico, es el jefe indiscutible de la zaga y
un valor seguro en las jugadas a balón parado; lo
acompañará Arán si el partido requiere fortaleza física
o Agujetas si el equipo necesita preferentemente una
salida limpia de balón desde atrás. En los laterales son
fijos Jesús Varela y Varo: pueden jugar por ambas bandas
y se incorporan con frecuencia al ataque.
Champi
El
centro del campo combina la juventud de los canteranos
Abel y Champi con la experiencia de Iván Pérez, un
trotamundos que llegó a jugar en Primera División con el
Deportivo de La Coruña en la temporada 2009-10.
En
ataque, Jonás es el '9' de referencia; la alternativa es
el jovencísimo Gabri, un incordio constante. Sin
finalizadores contrastados en punta, el mayor peligro
llega desde los extremos, con tres perfiles muy
marcados: Álex Rey es un delantero completo que aporta
regate y llegada; Mauro, una amenaza constante en los
disparos desde media distancia y Pardavila suple su
fragilidad física con su derroche físico y su punta de
velocidad.
Salvo accidente de última hora, Antonio podrá disponer
de todos sus jugadores. El once tipo está formado por:
Martín; Jesús Varela, Arán, Aitor Díaz, Varo; Champi,
Abel, Iván Pérez; Álex Rey, Jonás y Pardavila/Mauro.
El estadio: O
Morrazo
El campo de O Morrazo
es de hierba sintética y de amplias dimensiones. Cuenta
con capacidad para 3.500 espectadores, aunque la media
durante la temporada rondó el medio millar de
asistentes.