El Avilés ganaba 0-1 al descanso, donde fue expulsado Guaya. El Marino, que desperdició un penalti, remontó y goleó en inferioridad a un Avilés con poca actitud en el segundo periodo.

En una segunda parte para la épica, el Marino marcó cuatro goles ante la inacción del Real Avilés. Los de José Luis Díaz "Xiel" entendieron bien su papel en la primera parte, acertaron en su única oportunidad con el tanto de Anselm y, sobre un campo pesado y lento, pelearon todos los balones. Por enfrentarse a Anselm, Guaya veía la cartulina roja antes de retirarse al descanso. El panorama era "oscuro" para un Marino que echó casta y arrolló a un conjunto blanquiazul que se olvidó incluso de cometer faltas.

El público local se enfadó muchas veces con el colegiado, Menéndez Riestra, que estuvo muy desacertado y, al final, vitoreó a los azules en una tarde fría, lluviosa y con un terreno de juego que obligaba a un esfuerzo extra.

Oli Álvarez cumplió su segundo partido de sanción y Manel dirigió al equipo desde el banquillo. Xiel utilizó tres centrales, casos de Expósito, Domínguez y Pandiani y dejó a Anselm y a Luis Nuño, alternándose como enganche y delantero respectivamente. Los avilesinos que pudieron vestir de blanquiazul, a pesar de la coincidencia de colores con los locales, pelearon todos los balones, a veces al filo de esas tarjetas que Menéndez Riestra tardó en mostrar. Luis Morán y Riki dieron los primeros avisos y Borja Piquero realizó dos buenas intervenciones ante un lanzamiento en falta a cargo de Luis Morán y ante un remate de Quero.

Transcurrida la media hora, Luis Nuño aprovechó una duda defensiva para ponerle un balón a Anselm que de disparo raso y ajustado al palo, logró el 0-1. Saavedra pudo empatar poco después, pero su disparo pegó en la madera. En el tramo final de la primera parte se vivieron algunos momentos de tensión y cuando se había cumplido el 45' se armó una tangana. Guaya se llevó la peor parte y el árbitro le mostró la roja por su enfrentamiento con Anselm.

Tras el descanso, el Real Avilés dejó de ser un equipo intenso y el Marino salió a por todas. Luis Nuño tuvo en el 51' una acción aislada, pero Davo tapó el primer disparo y el segundo remate se fue al la red exterior.

Un posible penalti sobre Luis Morán que el árbitro decretó como libre directo, aumentaba las protestas. El colegiado señaló la máxima pena poco más tarde, por un derribo de Santa sobre Riki. La maldición del Marino esta temporada, desde los once metros, es digna de estudio. De nueve lanzamientos han marcado solo en tres ocasiones. A Óscar Pérez le falló la pierna de apoyo y el balón se marchó alto. Con la imbatibilidad amenazada, llegó la gran reacción de los gozoniegos. Cayarga disparó, la pelota cambió de trayectoria tras pegar en Expósito y llegó el 1-1. Borja Piquero realizaba una gran intervención ante un disparo de Cayarga y acto seguido, en el 66', llegaba el 2-1, obra de Pantiga de cabeza, tras un buen centro de Quero. Pantiga actuó como lateral zurdo en la segunda parte y David se incrustó como central y ambos interpretaron perfectamente sus posiciones no habituales.

En el 71', otro gran centro de Quero, tras una gran jugada de Riki, sirvió para que Iván rematase, pletórico, al fondo de la red. Al Marino le quedaba un gol para recuperar el liderato y ese tanto llegó en el 85', obra de Wilmer después de un centro de Iván y una dejada de cabeza a cargo de Quero.

Los luanquinos fueron despedidos con aplausos por un público entregado y al Real Avilés le queda hacer un profundo análisis de lo que le ocurrió en la segunda mitad, como reconoció Xiel al final del choque.