Resumen del año 2017 en el Sporting ‘B’ en el que tras
solo un año en Tercera se logró retornar a Segunda ‘B’ y
se termina como segundo clasificado del grupo II de la
división de bronce con récord de puntuación histórico
del filial en toda su historia.
Estupendo, maravilloso, sobresaliente, mágico,
inolvidable… Esos son calificativos que se podrían poner
sin exagerar una sola pizca al año 2017 que ha
despachado el filial sportinguista. Un año que
comenzaron en Tercera División y que concluyen como
segundo clasificado del Grupo II de Segunda ‘B’.
Pero
no todo ha sido sencillo en el 2017 para el Sporting
‘B’. No todo de vino y rosas, sino que ha habido
momentos complicados y con espinas. El filial que
entrena Jose Alberto comenzó 2017 como tercer
clasificado de Tercera División, a cuatro puntos del
Real Avilés, líder. Una distancia que se iría a seis con
el primer partido del año. Pero a partir de ahí
comenzaría su despegue.
Once
victorias seguidas después el filial ya era líder de
Tercera. Además entre medias logró alcanzar los cuartos
de final de la Copa Federación en su fase nacional. Cayó
eliminado frente al Badalona, un conjunto que peleaba
por los puestos altos en el grupo III de Segunda ‘B’.
Los catalanes salieron ‘vivos’ del encuentro de ida en
Mareo a pesar de ser muy inferiores, pero en la vuelta
en su feudo no dieron opción alguna al filial rojiblanco.
A
cinco jornadas de la conclusión, tras empatar con el
Real Avilés y caer con el filial del Real Oviedo, los de
Jose Alberto cedieron el liderato. El conjunto del
Suárez Puerta tenía todo de cara para ser campeón, pero
la inestabilidad reinante en el cuadro avilesino acabó
haciendo saltar todo por los aires. Así el filial, con
cinco victorias en los últimos partidos, recuperó el
liderato y se proclamó campeón a falta de una jornada.
Los
números del filial hablan por sí solos. Noventa y dos
puntos, veintiocho victorias de treinta y ocho partidos,
ciento doce goles a favor y solo dieciocho en contra.
Una diferencia de +94 que supone el récord en Tercera
División, al menos en lo que a Asturias se refiere. Pero
ahora llegaba lo importante, para lo que el equipo de
Jose Alberto se preparó durante meses. Los play-offs de
ascenso.
Al
ser campeón tenían la opción de ascender por la vía
rápida, es decir, ganando en una única eliminatoria a
otro campeón. La suerte le fue muy esquiva al filial,
pues le tocó el Olot, campeón del grupo catalán y uno de
los conjuntos con mayor presupuesto y potencial de toda
la Tercera. En la ida el conjunto gerundense puso muy de
cara la eliminatoria a su favor con el 0-1 final. Pero
en la vuelta el Sporting ‘B’ estuvo muy cerca de darle
el susto a un rival que se vio ascendido antes de
tiempo.
Finalmente no pudo ser y el Sporting ‘B’ debía ascender
por el camino largo. Ganando otras dos eliminatorias. En
la primera fue emparejada con otro filial, el de la UD
Almería, que había sido verdugo del Unión Popular de
Langreo. En la ida en Andalucía el Sporting ‘B’ cayó por
1-0 con un gol en el último suspiro. Pero en la vuelta
supieron rehacerse y remontar la eliminatoria en Mareo.
Esperaba el último obstáculo: el Beasain KE.
En
el encuentro de ida, bajo un asfixiante calor, con un
arbitraje lamentable y una encerrona digna de otra época
por parte del club vasco, el Sporting ‘B’ salió incluso
con ventaja de Loinaz tras lograr un empate a dos
tantos. En la vuelta, a pesar de que los beasaindarras
lo dieron todo el Sporting ‘B’ venció por 5-2 y logró el
ansiado ascenso. Tras solo un año en Tercera el filial
rojiblanco volvía a ser de bronce.
Para
el retorno a 2ªB se optó por la continuidad. La mayoría
del bloque continuó, solo reforzado por tres
incorporaciones y jugadores procedentes del juvenil. A
pesar de que ser encuadrado en el grupo vasco antojaba
una dificultad extra para la plantilla del filial,
pronto empezó a disipar las dudas. Comenzó la victoria
con una sufrida victoria frente al Gernika. De ahí se
pasó a un inicio de calendario complicadísimo donde
habría de medirse a Mirandés y Racing. Cayó con el
Mirandés, pero al Racing el filial le pasó por encima en
un partido que se disputó en El Molinón.
A
partir de ahí el crecimiento del filial fue sin retorno.
Solo cedió un empate (1-1) como local, frente al
Amorebieta, en un encuentro en el que la fortuna le fue
esquiva con tres lanzamientos a la madera y en el que el
conjunto zornotzarra anotó su gol en su único disparo
entre palos. Pero no solo convirtió Mareo en su fortín.
El Sporting ‘B’ también se desenvolvió en otoño como un
visitante temible.
Cedió sus cuatro derrotas a domicilio. Alguna con mucha
polémica como la protagonizada en Tudela y otras
injustas, como la de Miranda de Ebro y la de Zubieta.
Pero el filial sportinguis6ta acaba el año en segundo
lugar, con treinta y nueve puntos, en segundo puesto y a
cuatro del Mirandés, intratable líder hasta la fecha.
Esa puntuación deja casi finiquitado el objetivo de la
permanencia y supone un récord de puntuación para el
Sporting ‘B’. Esos treinta y nueve puntos superan los
treinta y ocho logrados por el filial en la 1997/1998
bajo la tutela de Javier Vidales.
Pero
no solo los números clasificatorios son espectaculares.
Es que además el filial ha cumplido con su segunda tarea
que es aportar jugadores al primer equipo. Dani Martín,
Nacho Méndez y Pedro Díaz han debutado con el primer
equipo. Junto a ellos también el cedeirés Juan
Rodríguez, que ya había debutado la temporada anterior,
tuvo minutos a las órdenes de Paco Herrera primero y
Rubén Baraja después.
En
resumen. Un año absolutamente mágico para el Sporting
‘B’ difícilmente mejorable.