El Unión Popular de Langreo consiguió una cómoda victoria que certifica su pase a cuartos de final de la Copa Federación. Sin embargo, los azulgranas pagaron un precio muy alto por ésta, debido a las lesiones de Nacho Calvillo y Fran No.

El conjunto langreano volvió a imponerse al Silva gallego, después de encarrilar la eliminatoria en tierras gallegas con un 0-3, y acabó ganando por dos goles a cero para asegurar su presencia en la próxima eliminatoria de la Copa Federación. Damián al borde del descanso, con un magistral lanzamiento de falta, y Polo mediada la segunda mitad, tras rematar a placer un envío del propio Damián, sellaron el definitivo 2-0. La parte negativa de la tarde la pusieron Fran No y Nacho Calvillo, que tuvieron que abandonar el terreno de juego en la primera mitad por lesión. El defensa andaluz recibió un fuerte golpe en su tobillo, que le impedía apoyar el pie, mientras que el mediocentro volvió a lastimarse la rodilla, y tuvo que abandonar el campo entre lágrimas. Estas dos bajas suponen un nuevo contratiempo para Hernán Pérez, que pierde a cuatro jugadores importantes en apenas quince días, tras las recientes lesiones de Álvaro García y Álvaro Cuello, ambos con rotura de ligamento de la rodilla.

El Unión llegaba al partido con una renta de tres goles, por lo que planteó un partido de ritmo muy bajo, con posesiones largas y sin asumir riesgos que pudiesen acabar en un gol en contra. Además, Hernán aprovechó para dar descanso los jugadores con mayor carga de partidos, y dio entrada al jugador del filial Joan, que no desentonó y rayó un gran nivel durante los noventa minutos. Por su parte, el conjunto gallego, que acudía con pocas esperanzas a Ganzábal y había completado su convocatoria con tres juveniles, presionaba en medio campo, y al contrario que los locales, buscaba llegar a la portería defendida hoy por Javi Díaz con mucha rapidez. A los tres minutos el Silva sufriría el primer contratiempo, ya que Michi Leal, su capitán, tuvo que abandonar el terreno de juego por lesión. A pesar de no necesitar goles, las primeras ocasiones del encuentro fueron para los locales. Nacho Calvillo remató un centro lateral a los siete minutos que se fue por muy poco, y dos minutos más tarde Cabranes estuvo a punto de culminar una bonita jugada entre Urtzi, Damián y el propio Calvillo. Sin embargo, con el paso de los minutos el equipo gallego comenzó a llegar con mayor claridad, y dispuso de un mayor número de ocasiones para adelantarse en el marcador. Éstos creaban peligro a través de Pedrito, su hombre más habilidoso, y Movilla, que era un incordio para los defensas locales debido a su buen juego aéreo y su corpulencia. Los problemas para el Unión en este apartado se acentuaron con las lesiones de Fran No y Nacho Calvillo, dos de los hombres con mayor presencia en jugadas a balón parado, ya que hicieron que cada falta o envío lateral de los visitantes supusiese una ocasión de gol. Precisamente en una falta lateral conseguirían batir a Javi Díaz, pero el gol fue anulado por el asistente, que decretó fuera de juego en el momento del remate. A pesar de que el Silva estaba teniendo más ocasiones, el Unión conseguiría adelantarse en la última jugada de la primera parte. Damián botó una falta en la frontal del área de manera magistral, que se coló por la escuadra sin que el meta visitante pudiese hacer nada, y que establecía el 1-0 en el último minuto del descuento.

Al inicio de la segunda parte el conjunto gallego tuvo un tímido intento de reacción, presionando muy arriba y lanzándose al ataque con decisión, pero sin que este ímpetu se tradujese en ocasiones. Sin embargo, Damián, el jugador más inspirado de los locales, se encargó de disipar cualquier tipo de duda. El turonés tuvo una ocasión para poner el segundo a los diez minutos de la reanudación, pero su disparo se fue al lateral de la red, y acabó regalándole el gol a Polo, que empujó el balón con el portero ya batido, en el minuto 61, para cerrar el encuentro y la eliminatoria definitivamente. El gol acabó por matar cualquier esperanza de remontada de los visitantes, que necesitaban cinco goles en media hora para superar al conjunto langreano. Con la eliminatoria decidida el Unión dejó pasar los minutos, tratando de evitar nuevas lesiones y sin realizar grandes esfuerzos, mientras que los gallegos se dejaron llevar, esperando que el partido acabase cuanto antes y con la cabeza puesta ya en su siguiente partido liguero.