El conjunto asturiano vuelve a perder en el que pudo ser el último partido de Paco Herrera. Una primera parte intolerable en el que ya perdía 2-0 dio paso a una segunda donde hubo una mínima e insuficiente reacción, insuficiente. Marcó Alex Pérez en el 50 y los asturianos no volvieron a tirar entre los tres palos.

Paco Herrera pudo firmar esta noche su sentencia como entrenador del Sporting en un nuevo partido donde sorprendió con su alineación colocando a jugadores fuera de sitio y donde su equipo careció de futbol e intensidad en buena parte del choque. Cierto es que el técnico catalán contaba hasta con 7 bajas, pero el futbol es más sencillo de lo que está intentando implantar. Hoy formó con un central de lateral derecho, otro central de centrocampista y un delantero de extremo izquierdo, por no hablar en el segundo tiempo de su empeño de situar a Santos en banda izquierda y a Rubén García a pierna cambiada.

La primera parte del Sporting estuvo lejos de ser la de un equipo que afrontaba una situación límite tras cinco jornadas sin ganar. Sin ideas, sin actitud, sin lucha… El Barcelona B, un conjunto que llegaba muy tocado tras encadenar 8 partidos sin vencer, vio como su rival le ponía la victoria en una alfombra roja. En sus dos únicos acercamientos con peligro marcó dos goles. El primero tras un centro de Ruiz de Galarreta que despejó mal Barba y que ante la bajada de brazos generalizada aprovechó Aleñá para fulminar a Mariño. El segundo tras un balón largo desde la defensa que Lozano peinó y José Arnaiz ganó la espalda a toda la defensa para subir el 2-0 al marcador. El único intento asturiano fue una tímida chilena de Viguera, que Ortolá atajó sin apuros.

Comentaban los futbolistas rojiblancos al término del partido que al descanso hubo una conjura para cambiar la imagen del primer tiempo. Hay que reconocer que hubo una tímida reacción, pero insuficiente a todas luces. Y más aún cuando Aleña pudo hacer el tercero en un uno contra uno que salvó milagrosamente Mariño nada más reanudarse el choque. Los asturianos recortaron distancias casi sin querer. Un córner mal despejado posibilitó a Alex Pérez remachar de cabeza y batir a Ortolá. Este tanto provocó un subidón momentáneo que no vino aparejado de futbol. Es desolador como este equipo es incapaz de hilvanar jugadas, siendo el único recurso encontrado el “melonazo” de cualquiera de los dos centrales, imposibilitando que cualquier delantero reciba un balón en ventaja.

La situación en el campo de Herrera para buscar el empate tampoco ayudó. Rubén García a pierna cambiada (cuando en Albacete sacó un centro desde la izquierda que acabó en gol), Santos nuevamente en banda donde pierde mucho y dos delanteros completamente desasistidos, peleando cada balón colgado desde la defensa. Muy triste. El charrúa pudo salvarle nuevamente la cabeza a Herrera pero su potente disparo se marchó rozando el palo.

Enésima decepción de un equipo que no tiene futbol, cuyos futbolistas están ofreciendo un nivel individual muy bajo y que están desnortados en lo colectivos, y un entrenador, al menos hasta hoy, que va de bandazo en bandazo, pasando sus jugadores de la grada al campo cada semana. Veremos lo que sucede en las próximas horas en una semana muy importante, con junta de accionistas el jueves y con el último choque del año en El Molinón el domingo a las 18h frente al Tenerife.