El juvenil rojiblanco despachó un encuentro gris ante el Pontevedra, que desplegó un buen fútbol, pero en el que hizo valer su mayor pegada para lograr el triunfo y ser campeón de invierno.

Victoria y campeonato de invierno en el grupo I de División de Honor para el Sporting. Los de Isma Piñera se volvieron a sobreponer a las bajas de jugadores importantes como Gragera o Sandoval para doblegar al Pontevedra. Un equipo que dejó una gratísima impresión en Mareo. Desplegó un buen fútbol, combinativo y un posicionamiento táctico reseñable, pero que adoleció de pegada. Además dispuso de buenas ocasiones el conjunto de Luismi Areda, pero acusó los errores de finalización. Eso que el Sporting sí demostró tener y que le bastó para vencer a pesar de no ser superior a su rival.

El partido comenzó con el conjunto rojiblanco queriendo dominar, pero el Pontevedra estaba bien plantado y ejercía una presión que dificultaba el juego del Sporting. Así tardaron en llegar las ocasiones, que fueron a balón parado. Un córner cerrado desde la izquierda de Ferre casi se convierte en gol olímpico debido a la indecisión de Carriles. El guardameta corrigió a tiempo y pudo despejar con muchos apuros.

Por su parte los gallegos buscaban robar en campo contrario y cuando no lo lograban diagonales en largo buscando la espalda de la defensa gijonesa, aunque sin llegar a inquietar a Mateusz. La primera ocasión clara del Sporting la protagonizaron sus dos hombres más verticales. Centro de Ferre que Iván Elena remata por encima del travesaño. La réplica visitante fue inmediata con su primer disparo, obra de Rivera que despejó Mateusz a córner.

Al minuto veintidós Iván Elena remató picado un centro de César logrando el 1-0. La jugada entre Pablo y César por la izquierda concluyó con un centro medido que Iván Elena no desaprovecharía. En el Pontevedra todo el peligro pasaba por su referencia arriba, Rivera, que le causaba problemas a la zaga gijonesa. Un disparo desde fuera del área se le fue alto. Ferre en dos ocasiones tuvo el segundo gol con dos disparos desviados.

En los últimos minutos del primer tiempo el conjunto gallego fue el claro dominador. Rondaba el área sportinguista que se encontraba cómodo pues podía salir con velocidad y espacios. Abraham y Ferre eran los principales canalizadores de juego ofensivo, pero los de Isma Piñera adolecían de finalización y con ventaja mínima se llegó al descanso.

En la reanudación el tiempo empeoró. La intensidad de la lluvia aumentó a la par que el dominio pontevedrés que empezó a poner bajo asedio la puerta de Mateusz. El portero sportinguista tuvo que intervenir en dos ocasiones para evitar el empate. Primero en un disparo de Antón y después en un córner muy cerrado que parecía se colaba. El Sporting intentó sacudirse el dominio, pero le costaba. César dispuso de una ocasión para el 2-0, pero Carriles atajó con acierto.

No volvería a perdonar César al rematar con el pie lejos del alcance de Carriles un centro de Abraham. El Sporting ponía su segundo gol en el marcador, pero pronto el Pontevedra iba a volver a estar solo un gol abajo, ya que tras una jugada individual de Rivera batió a Mateusz en el mano a mano picándole el balón por arriba en su salida. Tuvo Jesús el empate en un córner, pero su remate de primeras se fue al lateral de la red.

Según pasaban los minutos el Pontevedra seguía dominando, pero ya no llegaba con tanta claridad al área de Mateusz. El Sporting fue poco estirándose y Pelayo Morilla estrelló un trallazo en la cruceta que pudo ser la sentencia del partido. El partido lo cerrarían los de Isma Piñera a balón parado. César botó un córner desde la derecha y Miguel en el primer palo remata batiendo a Carriles.

De ahí al final el partido entró en sus minutos de la basura, sin ocasiones para ninguno hasta que Gao Aladro decretó el final del encuentro. El Sporting acaba como campeón de invierno con treinta y seis puntos. La próxima jornada, primera de la segunda vuelta, recibirá nuevamente en Mareo al Santiago de Compostela en un partido fijado para el domingo a las 15:45 horas.