Esta jornada, el Hispano venció 33-0
a Las Vegas F.F. en Tercera Benjamín. Unas goleadas que
no tienen valor para la clasificación.
A pesar de haber categorías en las diferentes edades,
la desigualdad física y técnica entre los equipos de
un mismo grupo hacen que semanalmente se vean abultadas
goleadas.
Para evitar esto se aprobó hace unos años una norma para
que a nivel clasificatorio sólo contasen cinco goles de
diferencia por partido, aunque sólo para las
categorías de campo, sin adaptar la norma para
benjamines y pre-benjamines. Es decir, si un equipo gana 15-0
a efectos oficiales el triunfo sería de 5-0, o si fuera
de 15-3 el resultado para la clasificación sería de 8-3.
Esta norma evitaba la necesidad de golear para
posibles ascensos, especialmente en las terceras
categorías, donde mayor igualdad hay entre los equipos
que buscan el ascenso y desigualdad con los de la zona
baja. La nueva web de la RFFPA, aún en construcción, no
muestra aún las clasificaciones reales en cuanto a goles a
favor se refiere, pero eso no quiere decir que se haya
abolido esta norma.
Aún así, y siendo conscientes de que muchas veces, por
inercia llegan los marcadores abultados, vemos como cada
fin de semana se repiten goleadas de más de 15 goles de
diferencia en equipos de campo y de más de veinticinco
en fútbol sala. Sin ir más lejos, esta semana, una de
las más abultadas -si no la que más-, de esta temporada
pasó en Piedrasblancas, con el triunfo del Hispano sobre
Las Vegas F.F. (33-0), con un gol cada minuto y medio
prácticamente.
Los entrenadores, que en categorías inferiores deben ser
también educadores, deben enseñar a ganar y a perder, y
son responsables de evitar estos resultados humillantes.
También hay que elogiar la deportividad de otros equipos
que, en caso de superioridad rotan más de lo habitual a
sus jugadores o, incluso, en caso de superioridad
numérica, juegan con un jugador menos o ceden uno a su
rival para que el partido esté más igualado, como
ocurrió recientemente en un partido de Profútbol entre
niños de 4 años, donde el Asunción cedió un jugador al
Gijón Industrial.