El Sporting vuelve a desaprovechar una ventaja en el marcador y ahonda en las dudas que genera su juego. Scepovic adelantó a los locales y Luismi empató en la segunda mitad. Mariño volvió a ser el mejor, salvando tres goles cantados.

Choque de estilos en El Molinón y con la clara necesidad por parte de ambos de sumar la victoria. Necesidad porque tanto Sporting y Valladolid llegaban de perder la pasada semana y porque la jornada no había resultado del todo positiva. De hecho el Sporting arrancaba sexto y el Valladolid décimo.

El calentamiento dio al traste con el planteamiento inicial de Paco Herrera, pues Sergio Álvarez sufrió una lesión en el gemelo que le impidió entrar finalmente en la convocatoria. Lo suplió Canella sumiendo al equipo en un jeroglífico táctico. El dibujo inicial, que no definitivo, fue un 4-4-2 con Bergantiños y Moi Gómez en el doble pivote y Santos y Scepovic arriba, aunque buena parte del choque fue el navarro Isma López el que actuara en el centro del campo. Si, Isma López.

A pesar del contratiempo de Sergio el Sporting comenzó de manera fulgurante el choque y rápido se adelantaría en el marcador. Un centro desde la derecha de Calavera lo cabeceó Scepovic a la red. Con el 1-0 en el marcador la posesión fue claramente del Valladolid, pero sin inquietar a un equipo que esperaba a la contra para sentenciar. Así pudo llegar el 2-0 en un flojo e inocente remate de Santos desde el punto de penalti o un centro al área pequeña del uruguayo que inexplicablemente ni Stefan ni Moi acertaron a rematar. Al descanso se marcharon ambos equipos con otra acción de peligro local. Esta vez fue a través del balón parado, cuando en una acción ensayada el balón le llegó a Alex Pérez que remató salvando milagrosamente Borja.

Paco Herrera, que había puesto a calentar a Carmona en la primera mitad, no cambió nada al descanso a pesar de que se veía una nula capacidad de dominar el choque. Cierto es que las ocasiones eran de claro color local. Como lo fueron al inicio del segundo tiempo en dos manos a manos, fruto de regalos vallisoletanos en la salida del balón, que ni Scepovic ni Santos acertaron a batir a Masip. Sin jugar brillantemente el Sporting pudo sentenciar el choque. Y cuando no lo haces lo sueles acabar pagando. Con el paso de los minutos se fue viendo a un Valladolid más entero, ante un rival cada vez más largo que los despejes desde la defensa eran devoluciones directamente al oponente.

Mariño, fiel a su cita, volvió a salvar al Sporting de un mal mayor que el empate. Tres paradas excelsas frenaron los intentos rivales. Dos fueron a Borja tras dos saques de esquina. Precisamente en un córner llegó el empate. Ejecutó fenomenal Michel y Luismi, ante el fallo de la marca de Isma López, cabeceó para hacer el 1-1. Se echa de menos que el Sporting domine un partido y sepa conservar una ventaja con suficiencia. Con el de hoy es el cuarto partido que desaprovecha un marcador a favor. Y se echa de menos ese equipo que con un empate se vuelca y encierra al rival. Hoy nuevamente volvió a estar más cerca el 1-2, con un disparo de Michel que Mariño despejó a córner, en el cual llegó el segundo intento de Borja que comentaba anteriormente.

El técnico gijonés tiró de Pablo Pérez y Rachid en el tramo final del choque pero el marcador ya no se movió. No aleja las dudas el Sporting sobre el césped ni tampoco el míster en sala de prensa. El equipo no parece tener claro a qué juega y deja la sensación de que cada fin de semana el rival acaba los partidos un punto por encima. Con esta igualada, los rojiblancos quedan quintos a dos puntos del ascenso directo y a dos del séptimo clasificado. Toca reponerse durante la semana porque la victoria ante el Cádiz el próximo domingo a las 20:30h en El Molinón se antoja fundamental.