Sporting y Huesca brindaron un gran espectáculo en un choque que se saldó con un empate justo. Los rojiblancos fueron mejores hasta el empate, que dio paso a una fase de dominio del equipo visitante. Carmona adelantó a los gijoneses con un gol de falta y Melero igualó de penalti.

El Molinón abría la jornada decima con un gran cartel, al enfrentar a dos equipos que marchan en la zona noble de la tabla. Vistos los 90 minutos es fácil saber el por qué de ello. El choque llegaba enmarcado en el tercer esfuerzo en siete días, lo que dejaba la incógnita de saber cómo iban a comportarse unos y otros. Además estaba el aliciente de presenciar el regreso de Rubi a la que fue su casa durante unos meses el pasado curso.

Paco Herrera refrescó lo que pudo a su equipo, dando entrada a Calavera por Lora, a Moi Gómez por Canella y a Carlos Castro por Scepovic. El descarte fue Rachid. Rubi planteó un 4-1-4-1 con Melero de faro, Vadillo y Alex Gallar de puñales en las bandas y con Cucho de referencia.

El Sporting comenzó dominador el partido, buscando el robo con una presión alta e intentando encontrar a Carlos Castro a la espalda de los zagueros. Le pitaron tres fueras de juego al de Ujo que vistas las repeticiones no lo eran y que lo dejaban solo ante el portero. Ambos equipos gozaron de una clara ocasión en el primer tiempo, siguiendo sendas acciones un mismo patrón. Chuts desde fuera del área y despejes de los guardametas a córner. En el bando local fue Rubén el que lo intentó y en los visitantes Melero. El extremo izquierdo valenciano fue de lo más peligroso de un Sporting que jugó bien, movió de forma correcta el esférico, pero le faltó disparar más entre los tres palos.

El marcador inicial se rompió rápido tras el paso por vestuarios. Una falta lateral la introdujo Carmona en el fondo de la portería. Alex Remiro quedó esperando un centro que nunca llegó y cuando quiso reaccionar ya tuvo el balón encima. El Huesca no acusó el revés y el tanto encajado le sirvió para dar un paso hacia adelante. A renglón seguido pudo ya empatar con un centro-chut de Akapo que despejó atento Mariño. El guión era el idóneo para los de Paco Herrera que con espacios podían sentenciar el encuentro. Y ocasiones para ello tuvieron. Rubén García aprovechó una buena recuperación para disparar, rozando el palo derecho de la portería visitante, y más clara aún fue una cesión con el tacón de Castro a Carmona cuyo chut despejó Remiro a córner. Y tras un saque de esquina a favor, el Huesca empató. Una contra vertiginosa de Vadillo, que se fue de los jugadores del Sporting que no lo pararon a tiempo, se internó en el área y se cayó al suelo señalando el colegiado penalti de Calavera. Ejecutó Melero, que engañó a Mariño para establecer el 1-1.

A partir de ese momento los oscenses fueron mejores y acabaron encerrando al Sporting en su campo. Gozaron de dos buenas ocasiones para llevarse los tres puntos, primero con un disparo de Alex Gallar que se fue lamiendo el palo y por último con un chut a bocajarro de Vadillo, que Mariño se lució para despejar.

Al final reparto de puntos en un gran partido, donde el Sporting fue mejor hasta el minuto 61, minuto a partir del cual el Huesca llevó el peso del juego. Tanto asturianos como oscenses cierran la semana invictos y situados en la parte alta de la tabla. En el caso de los asturianos con 7 puntos de 9, 18 en total y de momento igualado con Osasuna al frente de la tabla. El próximo envite será el domingo a las 18h en Vallecas ante el Rayo Vallecano.