Sábado 9 de
Septiembre de 2017 G. Bañó Fotos:
Pablo Sánchez Gijón
El Sporting entró mejor al partido y
se adelantó con un testarazo de Carmona. El Oviedo buscó
la igualada en la reanudación y lo consiguió en el 84'
con un tanto de Toché.
Cuadra Fernández, del comité balear, asistido
por Rodríguez Rotger y Ortiz Calderón. (3)
Incidencias:
El Molinón. Terreno de juego en buen estado,
rápido por la lluvia. 27.506 espectadores, 1.200
aficionados oviedistas.
Catorce años se repetía
el derbi en El Molinón. Un partido con poco recuerdo, ya
que ningún jugador lo había vivido anteriormente con el
primer equipo. De hecho, tan sólo había tres asturianos
entre los dos equipos titulares, Sergio Álvarez y
Canella en el Sporting y Saúl Berjón en el Oviedo. El
partido tuvo dos tiempos bien diferenciados, el Sporting
entró mejor al partido y fue superior en la primera
mitad, mientras que el Oviedo buscó la igualada en la
reanudación, ante un Sporting conservador que acabó
encajando en los minutos finales.
Paco Herrera apostó por
el once que tan buen resultado dio en Tarragona (0-4).
El técnico sportinguista sigue confiando en el 4-3-3,
con Sergio Álvarez como principal responsable de las
labores defensivas, escoltando a Moi Gómez y Carmona.
Anquela introdujo tres
cambios en el once, Mossa, Rocha y Yeboah entraron en la
alineación titular tras su buen papel en el encuentro
copero. El técnico azul, que formó con un 4-4-2, situó a
Berjón en punta, acompañando a Toché, dejando las bandas
para Yeboah y Mossa, que sorprendió actuando como
jugador de ataque en la izquierda. Diegui, Hidi y
Linares, por lesión en el caso de los dos primeros,
fueron los sacrificados.
El Sporting salió con
una marcha más y encerró al Oviedo, presionando muy
arriba y combinando con fluidez. Muestra de este empuje
inicial fue que botaron tres córners en los primeros
cinco minutos de partido.
Una jugada a balón
parado dio origen. Carmona botó una falta en la frontal
que no consiguió blocar Juan Carlos, el rechace cayó en
el lateral del área en botas de Rubén García, que centró
al primer palo donde entró el propio Carmona como un
obús, para cabecear el balón al fondo de la red. El
Molinón entró en delirio y los algo más de 25.000
rojiblancos celebraron el gol por todo lo alto.
El gol no cambió el
guión del encuentro, el Sporting siguió dominando y
buscando las bandas para intentar penetrar en el área
defendida por Juan Carlos, que desvió con apuros un
zurdazo de Rubén García, desde la frontal, tras
aprovecharse de un patinazo de Christian Fernández,
cuando corría el minuto 17.
Tras los veinte minutos
iniciales, el Oviedo comenzó a tener más presencia
ofensiva, aunque sin las ideas muy claras en ataque, con
los dos centrocampistas muy retrasados. El Sporting se
mostraba expeditivo en defensa y no concedió más
ocasiones en la primera mitad que un remate de Toché,
con la zurda, que despejó Mariño hacia la frontal, donde
remató Berjón y un defensa despejó a córner.
Se llegó al descanso
con una pequeña tangana entre jugadores de ambos equipos
por un encontronazo de Héctor Verdés con Mariño, tras el
saque de una falta. El árbitro señaló el intermedio y
los ánimos se apaciguaron al ritmo del Asturias de
Víctor Manuel.
El Oviedo reaccionó
tras el descanso. Dio un paso adelante y encerró en su
campo a un Sporting conservador que se conformaba con
defender su corta renta. Su única llegada con peligro
fue en el minuto 56, cuando Santos ganó una disputa a
Héctor Verdés y su disparo con rosca salió rozando el
poste -en la foto inferior-.
Mariño, el mejor del
partido, volvió a evitar el empate en el minuto 60,
sacando de la escuadra un gran testarazo de Mossa en un
córner botado por Aarón Ñíguez, que entró en la derecha
sustituyendo a Yeboah, tras dos semanas ausente por
lesión.
Anquela retocó todo el
equipo con la entrada de Linares por Christian
Fernández, Mossa retrasó su posición al lateral y Berjón
a la banda izquierda. El Oviedo sólo conseguía crear
peligro a balón parado, aunque con el paso de los
minutos se acrecentaba su presión sobre el marco de
Mariño, hasta que en el minuto 84, una combinación de
Aarón Ñíguez y Cotugno termina con un disparo de este
último, que desvió el meta sportinguista y que remachó
Toché al fondo de la red.
Con las tablas de nuevo
en el marcador, el Oviedo se mostraba más cómodo e
incluso más ambicioso. El Sporting se llevó el mazazo
después de ir por delante en el marcador prácticamente
todo el partido, aunque el encuentro finalizó sin
oportunidades para que el marcador se volviese a
desequilibrar.