El Sporting presenta sus credenciales en Tarragona
Sábado 2 de
Septiembre de 2017 Nacho Pérez Fotos: LFP
Goleada
rojiblanca en el Nou Estadi con una soberbia actuación
de sus hombres ofensivos que dieron un recital de
fútbol. El conjunto local pudo recibir un correctivo
mayor en un encuentro en el que adolecieron de
intensidad.
0-1: Xavi Molina (p.p), m. 8; 0-2: Scepovic, m.
15; 0-3: Rubén García, m. 45+2; 0-4: Michael
Santos (p), m. 62
Árbitro:
Cordero Vega, asistido por Cerezo Parfenof y
Mateo Montañés. Comité cántabro (4).
Incidencias:
Nou Estadi de Tarragona. 6.373 espectadores en
el campo tarraconense de los cuáles unos 300
eran sportinguistas. Temperaturas bordeando los
30ºC al inicio del choque. Se detuvo el
encuentro en los minutos 26 y 71 para
hidratarse.
Esta tarde el Sporting ha ganado, goleado, divertido y por
qué no, metido un poco de miedo en el cuerpo de sus
rivales. Se ha visto un equipo que sabe a qué quiere
jugar.Un conjunto letal en ataque, con una
efectividad que, por ahora, es total y un baluarte en
defensa. Seis goles anotados en tres jornadas por
ninguno encajado. Es cierto que hoy enfrente estaba un
rival que mucho debe mejorar si no quiere sufrir en la
categoría, pero en Segunda División cualquier equipo
puede complicarte y el Sporting, sabedor de ello, no
especuló. El conjunto de Lluis Carreras adoleció de
intensidad y además cometió errores groseros que los
delanteros del conjunto gijonés no desperdiciaron y
propiciaron el abultado marcador.
Hoy de blanco, el Sporting salió con el 4-3-3 que brilló
hace seis días en El Molinón frente al Lugo en el
segundo tiempo. Solo Álex Pérez, hombre de plena
confianza de Paco Herrera, fue novedad en el once en
lugar del colombiano Quintero. A los cuarenta segundos
forzó su primer córner. La defensa despejó de forma
providencial, porque la estrategia había dejado a dos
jugadores rojiblancos solos para el remate en la frontal
del área pequeña.
El Nástic hizo lo que se esperaba. Un conjunto al que no le
quemase el balón y que intentaría ir hacia arriba con
posesiones largas y moviendo el balón. El Sporting no se
lo impidió y no le disputó la posesión. Se limitó a
presionar a sus mediocentros para robar y forzar
errores. Además tuvo la fortuna de que el partido se le
pusiese muy de cara al inicio. Córner botado
magistralmente por Moi Gómez, Rubén García peina en el
primer palo y Xavi Molina, en su intento de despejar,
introduce el balón en su propia portería. Segunda
jornada consecutiva en la que el Sporting hace valer la
estrategia a balón parado.
Con un Sergio casi omnipresente en labores defensivas,
Carmona y Moi Gómez disponían de espacios y tiempo para
filtrar continuas diagonales a los tres delanteros. Es
ahí donde el conjunto tarraconense perdió el partido.
Dejó a jugadores de la calidad del mallorquín y el
alicantino que jugasen a placer y dispusieran de tiempo
para mover el balón con placidez. Así llegó el 0-2,
pase magistral de Carmona al espacio donde Scepovic solo
tuvo que ver la salida desesperada de Perales para con
un sutil toque alojar el balón en la portería. Se
acababa de cumplir el cuarto de hora de encuentro y los
gijoneses ya iban dos goles arriba.
El Sporting golpeó con pólvora, el Nástic lo haría con balas
de fogueo. Con el 0-2 el guión siguió siendo el mismo;
los locales jugando a lo mismo y el Sporting también.
Solo Omar Perdomo, un hombre de calidad y uno contra
uno, creo algún problema a la defensa rojiblanca, que
aun así no sufría. Dos errores supusieron las únicas
ocasiones del Nástic en el primer tiempo. Una indecisión
en la salida de balón hizo que Eddy lanzase un latigazo
desde la frontal que Mariño atajó en dos tiempos y un
error en la presión propició un cuatro para tres de los
locales que acabó en un nuevo disparo de Eddy despejado
por Mariño y Barba, providencial, cortó el chut al
rechace de Omar Perdomo.
Sin embargo el Sporting, aunque no ‘mataba’ las jugadas, daba
sensación de auténtico peligro cada vez que rondaba el
área de Perales. Cuando el partido parecía abocado al
0-2 al descanso, un error gravísimo de Bruno Perone
propició que Rubén García le ‘robase’ la cartera,
encarase a Perales y pusiese el 0-3. El partido,
salvo un auténtico milagro, estaba cerrado en el primer
tiempo. Pero los partidos duran noventa minutos y los
segundos tiempos hay que jugarlos.
Las esperanzas del Nástic pasaban por un gol rápido que les
metiese en el encuentro, pero el Sporting salió
enchufado y concentrado como demanda siempre Paco
Herrera. La nota fea del encuentro la puso Uche con
una injustificable y fea entrada por detrás a Lora
delante del banquillo del Sporting. El mostoleño,
además, debido a la inercia de la jugada se golpeó con
fuerza contra un poste de un banquillo, lo que le
provocó una brecha y un esguince de muñeca. El nigeriano
mereció la roja, pero Cordero Vega entendió que con
amarilla bastaba. Posiblemente el marcador del encuentro
influenció también la decisión del árbitro cántabro.
Lluis Carreras movió el banquillo con la entrada de Emaná y
Álvaro Bustos, pasando a jugar con dos puntas, pero el
Sporting estaba comodísimo. Controlaba el partido casi a
placer, aunque la posesión era mayor del bando local. Si
es cierto que el Nástic dispuso de más presencia en el
área de Mariño, pero además de no mostrar intensidad,
mostró una acuciante falta de pegada. Algo que el
Sporting volvió a demostrar. Una nueva diagonal al
espacio de Moi Gómez fue recogida por Michael Santos.
El uruguayo está de dulce, además de ser una bala que
ataca los espacios que dejan las defensas con una
inteligencia y decisión sublimes. Recoge el cuero,
encara a Perales, lo quiebra y el guardameta, impotente,
lo derriba con la pierna. Penalti.
Scepovic y Michael Santos se disputaron el lanzamiento, pero
estaba claro sería el uruguayo quién buscaría su
merecido gol. Zambombazo a la escuadra que quitó las
telarañas y cuarto gol sportinguista. Este gol sí que
relajó al conjunto gijonés y Paco Herrera movió el
banquillo. Hizo debutar a Álex López y dio los primeros
minutos de la temporada a Carlos Castro y Viguera. El
riojano estuvo activo y dispuso de dos ocasiones para
aumentar la renta, pero primero Perales y luego la falta
de puntería le privaron de ello.
También el Nástic buscó su gol, Emaná y Omar Perdomo tuvieron
las más claras. Ambas en errores visitantes, pero
primero Mariño en dos tiempos y la falta de puntería del
canario en la segunda hicieron que el marcador
finalizase con 0-4. El Sporting se queda en tierras
catalanas en una mini-concentración. Allí permanecerán
hasta el miércoles que dispute en Reus su partido
correspondiente a la segunda ronda de la Copa del Rey.
Pero las miradas se ponen irremediablemente en el derbi
contra el Real Oviedo del próximo sábado a las 18:00
horas en El Molinón. El Sporting ya ha presentado sus
credenciales para el mismo.