Domingo 20 de
Agosto de 2017 Manuel Pérez Fotos: Christian García Avilés
Un Avilés de circunstancias logra arrancar un empate
ante un Praviano que jugó una hora en inferioridad
numérica y apenas inquietó a los locales. Escasa
afluencia al feudo avilesino, en cuyos aledaños se
concentró un centenar de aficionados en señal de
protesta.
Ballesteros de la Rubia, asistido en las bandas
por Seoane Olivares y Fueyo Cubes. Delegación de
Oviedo. (2). Expulsó al entrenador visitante y a
su ayudante Iván Sobrino (min. 53)
Incidencias:
Suárez Puerta. Tarde soleada y ventosa. Terreno
de juego en buen estado. 170 espectadores. Se
guardó un minuto de silencio en memoria de las
víctimas de los atentados de Barcelona. En el
exterior del estadio tuvo lugar una
concentración de protesta de aficionados y
peñistas, algunos de ellos siguieron el partido
desde la calle Juan Ochoa.
El
proyecto de la propiedad del club blanquiazul echó a
andar sin apenas rodaje en un Suárez Puerta donde, cómo
era de esperar, no hubo demasiado ambiente. La imagen
más destacada en los accesos fue la de los aficionados
concentrados que optaron por no acceder al recinto, en
cuyo interior no llegaron a congregarse ni 200
espectadores, incluyendo a familiares y amigos de
futbolistas y a aficionados pravianos.
Iván
Palacios pudo contar con las fichas senior necesarias y
tiró del juvenil para completar el banquillo, contando
con uno de los fichajes más recientes, el lateral
cántabro Alfonso, que actuó como central zurdo. Por
parte visitante, Julio Llanos suplió la ausencia por
lesión de su atacante Morán repartiendo minutos entre
Omar Tranche y Xabi Semedo.
Una primera parte sin apenas incidencias reseñables
sobre el césped permitió a los presentes sondear el
ambiente que se puede esperar esta campaña en las
instalaciones municipales, siempre y cuando la caótica
situación institucional no sufra un nuevo golpe de
timón. Sin megafonía, ni marcador, ni alineaciones en
papel y con José Ramón Cañedo como cabeza visible en el
palco de autoridades, sólo unos pocos fieles que se
podían contar con los dedos de la mano se dedicaban a
animar a los jugadores locales, que por cierto son los
que menos culpa tienen en todo este serial.
El Praviano quería
pescar en río revuelto pero no logró imponerse en ningún
momento, complicándose aún más la vida con la expulsión
por doble amarilla de Bertín a la media hora. El Avilés
trató de aprovechar esta circunstancia y terminó mejor
el primer tiempo pero sin apenas pisar el área con
peligro.
Al inicio de la segunda
mitad llegaron los primeros tiros entre los tres palos,
primero Balsera de falta por parte visitante y después
el local Adrián con un disparo lejano con la diestra que
no logró sorprender a Raúl Paulino. Los blanquiazules
llevaron más la iniciativa pero no combinaron con
acierto en los metros finales, mientras que en la
parcela defensiva no tuvieron que emplearse en exceso,
ya que el Praviano se mostró bastante timorato. Los
visitantes se quejaron puntualmente del criterio
arbitral en cuanto a faltas y tarjetas, y precisamente
su entrenador y su ayudante fueron expulsados por
protestar.
La mejor ocasión
praviana y de todo el encuentro llegó en el minuto 76,
tras una falta botada por Balsera que Juanma cabeceó a
las manos de Lucas Anacker, una de las caras más
conocidas para el público avilesino junto con la de los
canteranos Santa y Barra.
Con poco más que
contar, el choque concluyó sin goles, con aplausos para
los futbolistas y sin incidencias en los exteriores del
campo. La próxima jornada, el Praviano debutará en casa
recibiendo al Gijón Industrial a partir de las 18 horas
del domingo. Tres cuartos de hora antes, el Avilés, con
una semana más de trabajo para acoplar su apresurado
proyecto, visitará al Siero.