Domingo 20 de
Agosto de 2017 Andrea Fernández Fotos: Miguel González Gijón
El
filial oviedista controló el partido de principio a fin
y se mostró muy superior al Valdesoto, que pudo
adelantarse en el marcador con un penalti parado por
Gorka Giralt.
Sergio Espasandín Cores, asistido por Alberto
Blanco Méndez y José Manuel Cives Eujo. Comité
gallego. (3)
Incidencias:
Campo nº 1 de Mareo. Terreno de juego en muy
buenas condiciones. Mañana soleada y calurosa.
500 espectadores.
Aprender a sufrir. Es una de las claves del éxito en
Segunda División B. Asumir que hay momentos de dominio y
de ser dominado, de atacar con todo y de defender con el
doble de ahínco. Y el Sporting B es, en ese sentido, un
alumno aventajado. El cuadro de Jose Alberto desplegó
este domingo en la Escuela de Fútbol de Mareo un partido
completo ante el Gernika, se mostró serio, solvente en
la parcela defensiva y con muchas fases de buen juego.
El equipo vasco disfrutó también de sus momentos en el
duelo, sabiendo jugar sus bazas, e incluso estuvo a dos
largueros de adelantarse en el marcador en la primera
mitad.
No le
acompañó la fortuna a los de Jabi Luaces en una acción
clave y el Sporting B supo aprovecharse de ello para dar
un paso al frente en la segunda parte. Con Bertín en
punta y espacios en las líneas enemigas, los gijoneses
comenzaron a rondar cada vez con más peligro el área de
Jon Altamira. Hasta que Bertín hirió de gravedad al
cuadro visitante, anotando el primer gol del filial
sportinguista en Segunda División B esta campaña. No
acabó ahí el sufrimiento, pues el Gernika acarició el
empate en la recta final del choque, en una jugada de
Abaroa y Madrazo, quien se estrelló contra el debutando
Chris Joel.
El guardameta juvenil era la gran novedad en el primer
once sportinguista de la temporada, que se presentaba
ante su público en Segunda B con una alineación muy
similar a la de cualquier duelo del curso pasado.
Organizado en torno a un 1-4-3-3, con Mateo poniendo el
equilibrio y Nacho y Pedro comandando el fútbol
rojiblanco en la medular, salía el filial sportinguista
a batirse contra un Gernika dispuesto en un 1-4-1-4-1 y
que trataría de explotar la tenacidad de Madrazo en la
banda izquierda, el buen golpeo a balón parado de Gorka
Larruzea y los movimientos de Pradera en la vanguardia
para hacer daño al joven equipo gijonés.
La
intensidad marcó el duelo de principio a fin. Ambos
equipos salieron muy enchufados, protagonizando un
inicio de partido con alternativas y aproximaciones en
ambas áreas. Nacho Méndez llevaba la batuta del fútbol
rojiblanco, con Pedro como mano derecha, tratando de
abrir huecos en la sólida defensa rival. Enfrente, el
Gernika fiaba sus ataques al carril zurdo, donde Madrazo
trataba de desbordad una y otra vez a un Riki que se
defendía con coraje. La primera ocasión clara llegó a
los trece minutos, en un impecable lanzamiento de falta
de Víctor Ruiz directo a la escuadra, pero Altamira se
estiró con precisión para desviar el que podría haber
sido el 1-0.
La
respuesta del equipo de Jabi Luaces llegó también a
balón parado, pero sus lanzamientos de falta, a cargo
casi siempre de Gorka o del ex central rojiblanco
Carracedo, eran fácilmente repelidos por la defensa
sportinguista o bien morían en los guantes de Chris.
Bien posicionado y muy serio atrás, el Sporting B
trataba de enlazar jugadas rápidas para sorprender al
cuadro rival. Isma Cerro y Cayarga se alternaban en las
bandas y Claudio trataba de hacerse fuerte entre los
centrales, que le tenían sometido a un control de máxima
seguridad.
El
Sporting B parecía llevar el peso del juego, pero
carecía de acierto en la finalización, y así se iban
consumiendo los minutos mientras el Gernika iba de menos
a más. Su primera ocasión clara llegó en un remate de
Pradera a bocajarro que Chris logró atrapar en dos
tiempos. Replicó el filial con una jugada de mucha
clase. Riki sacó desde la banda, Isma Cerro solventó la
presión de un rival con un elegante taconazo para la
entrada de Cayarga, cuyo chut lo atajó seguro Altamira.
Y en el
minuto treinta y siete se produjo una de las acciones
claves del encuentro, en un saque de esquina de Madrazo.
Pradera prolongó en el primer palo y Ontiñano metió la
testa en el segundo palo, sin oposición, pero el
larguero frenó su remate. El peligro continuaba y el
caos se formó en el área rojiblanca. Aitor Arego
conseguía meter la bota entre el mar de piernas y de
nuevo el travesaño evitaba el 0-1 del Gernika.
Los de
Jabi Luaces se vinieron arriba y asumieron el papel
protagonista en los compases finales, pero sus
oportunidades, la mayoría a balón parado, no volvieron a
poner en excesivos apuros a la defensa del filial. En el
último minuto, el Sporting B logró estirarse con una
rápida jugada de área a área. Claudio controlaba de
espaldas a la portería una larga diagonal de Víctor
Ruiz, tratando de zafarse de su marcador. Riki le echaba
una mano guardando el balón y se devolvía para que el
leonés conectara un remate a la mediavuelta que atajó
Altamira.
La
segunda mitad tuvo un color más rojiblanco y emociones
más fuertes. El Gernika, casi sin querer, fue abriendo
más su retaguardia y eso no le convenía. Se lo advirtió
Nacho Méndez en el minuto cincuenta, cuando el solo robó
en tres cuartos de campo y se plantó en el área ante la
boquiabierta zaga visitante, pero la presión de un
zaguero le evitó culminar la jugada con acierto ante
Altamira.
En el
minuto cincuenta y seis, Jose Alberto sacó de su baraja
a Bertín y Carlos y consiguió darle el toque de chispa
que demandaba el Sporting B en ataque. El avilesino
reemplazó a Claudio en la punta del ataque y el
extremeño entró por Riki, cuyo hueco en el lateral
derecho lo ocupó el versátil Ramón. Con la dupla
avilesina formada por Bertín y Cayarga cerca del área y
el Gernika a contrapié ante tanta movilidad en la
vanguardia rojiblanca, el choque cambió.
Coqueteó con el gol Carlos en el minuto sesenta, cuando
remató una rápida incursión por la izquierda con un
centro-chut que obligó a Altamira a estirarse unos
metros para evitar que se colara justo por la escuadra.
Seis minutos después, un despeje de Víctor se convertía
en un contragolpe. Pedro elevaba el cuero por encima de
la defensa para el desmarque de Bertín, que ya enfocaba
el área, pero el cuero botó demasiado alto y le facilitó
la recuperación al Gernika.
Sólo
dos minutos después, se resarcía el avilesino en una
acción casi calcada. Juan sacaba el balón jugado con
atrevimiento hasta el centro del campo y se asociaba con
Cayarga en la izquierda. De avilesino a avilesino,
Cayarga dejaba salir de su bota un precioso pase
filtrado para la diagonal al área de Bertín. Su primer
chut lo interceptaba Altamira, pero no lograba retener
el cuero en sus guantes. Bertín lo recogió, lo aguantó
entre el mar de defensas rivales, y, con absoluto
temple, volvió a cruzar el disparo, que se colaba en la
red enemiga pegado a la base del poste izquierdo.
Se
adelantaba el Sporting B y Jabi Luaces maniobró rápido,
sacando de su banquillo a Abaroa, Eziondo y Etxabe para
tratar de refrescar a su equipo y pelear por el empate.
Igualada que cerca tuvo, aunque antes de eso otra
asociación Bertín-Cayarga a punto estuvo de desembocar
en el 2-0.Le faltaron unos milímetros al chut del
talentoso extremo para firmar el doblete en su estreno
en la división de bronce.
Se
mantenía la ventaja mínima en el marcador y el Sporting
B supo sufrir para conservarla. En el ochenta y dos,
Abaroa trazó una parábola por encima de la defensa para
el perfecto desmarque de Pradera, pero Chris salió con
seguridad a taponar y repelió con el cuerpo un disparo
que cerca estuvo de suponer el 1-1. En el ochenta y
nueve, volvía a sorprender el Gernika con un remate de
Pradera a la salida de un córner botado por Gorka. Se
alzó bien el ‘9’ visitante para cabecear, pero no
encontró portería. Ya en el descuento, el Sporting B
pudo sentenciar en una nueva combinación Cayarga-Bertín,
que derivó en un pase de la muerte al que no llegó Iván
Elena.
Primeros tres puntos en la categoría para un Sporting B
que deja buenas sensaciones en el estreno liguero. La
capacidad de sufrimiento, las fases de buen juego, la
madurez que han adquirido sus futbolistas, la portería a
cero, todo son síntomas positivos, pero la temporada no
ha hecho más que comenzar y ahora los de Jose Alberto se
enfrentan a otra prueba exigente con dos partidos
seguidos fuera de casa ante el Mirandés (domingo 27,
18:30) y el Leioa (domingo 3, 18:00).