El portero emeritense se despidió esta mañana del que
fue su club durante 9 temporadas. Su futuro está en
Leganés. Amorebieta podría ser el siguiente en salir.

El
Sporting sigue de despedidas. A las puertas de una nueva
pretemporada el club rojiblanco sigue diciendo adiós a
pilares fundamentales de los éxitos más recientes. Si
primero fue Nacho Cases hoy el turno ha sido para
Cuéllar. El guardameta no pudo contener sus lágrimas en
lo que fue su despedida de la que ha sido su casa los
últimos nueve cursos.
Ayer por la tarde se confirmaba la noticia y hoy se
escenificó en El Molinón. Acompañado por Lora y Carlos
Castro, el Pichu dejó claro que su salida se debe a un
tema profesional, la posibilidad de continuar su carrera
en la élite, y nunca a un tema sentimental o anímico
porque dejó bien claro que lo vivido en Gijón no lo va a
repetir. Ahondó en lo importante que es para él el
Sporting, afirmando que se marcha siendo un socio del
club y que lo seguirá siendo. El portero, uno de los
mejores el pasado curso, se queda con dos momentos de su
paso por la capital de la Costa Verde: el primero de
ellos el duelo ante el Valladolid en su primer curso,
donde una mano milagrosa en la penúltima jornada,
permitió al equipo de Manolo Preciado encarar el choque
ante el Recreativo dependiendo de sí mismo y
consiguiendo así la salvación; y el segundo la temporada
2014/2015 cuando los guajes hicieron historia y
ascendieron con un gran Cuéllar que fue Zamora de la
categoría.
El portero tenía contrato con el Sporting por dos
temporadas más, pero las partes han llegado a un acuerdo
para posibilitar su salida al Leganés. El conjunto
pepinero abonará una cantidad en concepto de traspaso
siempre y cuando Cuéllar participe en la mitad de los
partidos y el equipo se salve.
La planificación sigue avanzando y con hermetismo
absoluto.
Miguel Torrecilla no es hombre de prisas. La salida de
Cuéllar aligera una demarcación, que ya había dejado
claro Paco Herrera su intención de que hubiera dos
guardametas en la primera plantilla más Dani Martín del
filial. Diego Mariño y Whalley serán los encargados de
defender el marco sportinguista. A la espera de
concretar el primer fichaje, lo que puede llegar antes
es una nueva baja. En este caso la de Fernando
Amorebieta que pondría fin a su aventura asturiana un
año después de llegar, para enrolarse en el
Independiente. En las próximas horas puede ser oficial.