El último fichaje blanquiazul, Bidari
García, anotó frente al Condal el gol 2.000 de la
historia del Real Avilés.
Canito
Pérez, Ángel Lobera, Fer Iglesias y Bidari García, autores
de los goles 500, 1.000, 1.500 y 2.000, respectivamente
Mientras el Club
continúa sumido en una guerra civil sin precedentes, las
perversas refriegas internas que lo carcomen ya tienen efecto
directo en el equipo. En mayor o menor medida, los resultados
amortiguaban y servían como contrabalanza de una desorganización
calamitosa y, sobre todo, antigua, mucho más antigua que la
absurda moda del alquiler de la gestión, instaurada hace seis
años en el Real Avilés. Que las victorias ya no se produzcan
–sólo una en abril– no deja de ser una consecuencia que no podía
tardar en llegar.
A todo esto, el
gol que el Real Avilés anotó ante el Condal fue tan improductivo
como histórico. Por un lado, no deja de ser uno de los que menos
ilusión puede provocar en el machacadísimo aficionado avilesino,
especie a extinguir, si no lo impide la propiedad más incapaz y
decepcionante de la historia de las SAD. Por otro, el logrado
por el madrileño Bidari García pasará al recuerdo como el número
2.000 en la historia del Real Avilés vigente. Visto lo que se
vivió en el graderío del Román Suárez Puerta, no hace falta
decir que la afición, el equipo y la efeméride merecían un
entorno más digno.
El doble millar
de goles se hizo esperar, ya que justo se interpuso el único
momento de la era Lago en el que el equipo no fue capaz de
marcar en dos partidos consecutivos. En plazos más globales, el
Real Avilés tardó 17 años, 7 meses y 9 días en conseguir sus
primeros 1.000 goles oficiales, mientras que en el segundo
millar invirtió menos tiempo –16 años y 18 días– con la salvedad
de que este segundo período fue mayoritariamente cubierto en el
nivel de competición más bajo, Tercera División.
Empieza el trayecto para el tercer millar. Que el camino se
mitigue con el verdadero cambio por el que clama el aficionado
avilesino y que tanto necesita el Real Avilés, que no es
mercancía.