El juvenil blanquiazul no pudo evitar el descenso a Liga Nacional tras una clara derrota ante un Sporting que resolvió el partido en la primera mitad. Los rojiblancos llegaban con opciones de entrar en la Copa de Campeones pero tendrán que conformarse con la Copa del Rey.

El recuperado campo número 3 de La Toba fue el escenario del último partido de la temporada en División de Honor, con la permanencia del Real Avilés en juego y con el Sporting apurando sus opciones de entrar en la Copa de Campeones como mejor segundo, para lo que necesitaba un triunfo y una derrota del Atlético de Madrid. 

El Avilés dependía de sí mismo, pero era el que tenía el rival más complicado de todos los que se jugaban la supervivencia. Finalmente fue el único que no salió airoso; ni Areosa ni Alondras ni Santiago fallaron, mientras los avilesinos se veían superados por un Sporting superior que finiquitó el choque en poco más de media hora.

En la primera acción de peligro los visitantes inauguraron el marcador al segundo minuto de juego, con un cabezazo en el primer palo de Expósito a la salida de un córner desde la izquierda. Tres minutos después Gaspar ampliaba la cuenta sportinguista en una rápida contra, enviando al fondo de la red en el segundo palo un centro de Ferre desde la derecha. 

Joel, con un remate a bocajarro que se estrelló en el cuerpo de Brais y Bertín, en un lanzamiento de falta ligeramente desviado, pudieron ampliar al cuenta de los de Isma, que lograban romper con relativa facilidad la defensa local.  

Los blanquiazules, conscientes de lo que había en juego, buscaban la reacción abusando del juego directo y fruto de su empuje llegaron las primeras ocasiones para recortar la desventaja. La más clara fue un penalti cometido sobre Carlos que Manu le detuvo a Arnaldo, estirándose a su derecha en el minuto 27. 

Pero del posible 1-2 se pasó al 0-3 en cinco minutos, una soberbia volea lejana de Mateo Arellano se colaba cercana a la escuadra derecha de la portería defendida por Brais. El Sporting bajó el pistón a partir de entonces y el Avilés siguió intentándolo, aunque sin ocasiones dignas de mención salvo un disparo desviado de Arnaldo en el 35 tras un desajuste de la defensa visitante. 

Al descanso, la única buena noticia para los intereses locales era la momentánea derrota del Areosa ante el Oviedo en tierras viguesas. Sin dar tiempo a los espectadores -tanto los que pagaron entrada como los que veían el partido desde una valla exterior al recinto- para volver a su sitio, Joel Sanabria hacía el cuarto tanto visitante rematando un centro desde la izquierda de Bertín. 

Pese al nuevo mazazo, los locales no perdieron la esperanza y apretaron para recortar distancias, lo consiguió Arnaldo en el 52 y lo siguieron intentando los de Iván aunque sin generar verdaderas acciones de peligro.  

El Sporting, con el subcampeonato en el bolsillo, no hizo demasiada sangre en un tramo final en el que se estuvo más pendiente de lo que sucedía en otros campos. La lucha por ser el mejor segundo parecía decantada a favor del Atlético de Madrid, que vencía en su partido del grupo V, mientras que el fantasma del descenso amenazaba a los avilesinos, que recibían con amargura la noticia del 3-2 definitivo del Areosa ante el Oviedo a cinco minutos del final. 

Silencio en La Toba y desolación final en el banquillo local, consumándose el regreso del juvenil avilesino a Liga Nacional un año después de lograr el ascenso. El Avilés no ocupaba plaza de descenso directo desde la jornada 19, a mediados de enero, pero terminó cayendo, cuarto por la cola con 31 puntos. El Sporting, por su parte, culmina una buena temporada en la que alcanzó la cifra redonda de 100 goles a favor y espera rival en la Copa del Rey.