Rubi tuvo 9 bajas para recibir a un Málaga, que se llevó excesivo botín de Gijón. Los asturianos vuelven a desperdiciar una gran ocasión para engancharse a la salvación. La permanencia se mantiene a 5 puntos. Debutó Pablo Fernández.
 

Final por la permanencia. Suena repetido, pero es lo que lleva haciendo el Sporting desde Butarque, cuando tras una muy mala primera vuelta dejó al equipo casi sin margen de error. Enfrente un Málaga sumido en una preocupante crisis de resultados: una única victoria en los 13 últimos encuentros disputados y sin saber ganar a domicilio. Dos conjuntos separados por solo 5 puntos, con el objetivo de la salvación, y que en el día de hoy también ponían en juego el golaveraje particular, tras el 3-2 favorable a los de la Costa del Sol en La Rosaleda.

Para el partido más trascendental de la temporada Rubi tuvo hasta 9 bajas: Vesga, Amorebieta, Lillo y Xavi Torres por sanción, y Douglas, Moi Gómez, Cop, Viguera y Afif por lesión. El técnico catalán apostó por toda la artillería con la presencia de Traoré y Castro. También volvió a jugar Lora, que no lo hacía en Liga desde La Rosaleda precisamente. Los chicos del filial Juan Rodríguez, Cristian Salvador y Pablo Fernández entraron en una convocatoria de la que se cayó Isma López. Por su parte Michel también apostó por dos puntas, Michael Santos y Sandro, colocando a Pablo Fornals en el doble pivote. De los ex, Luis Hernández fue titular, mientras que Jony se quedó en el banquillo.

Tras un comienzo dubitativo, el Sporting demostró ser el único equipo ambicioso en la primera mitad. Las ocasiones tardaron en llegar. El primero en avisar fue Carmona, tras una buena contra que Castro cedió al balear, cuyo disparo se marchó desviado. Cuando un equipo está en descenso, influyen muchos factores, y uno de ellos en la suerte. Para muestra una nueva ración en el día de hoy. Con 10 minutos de diferencia, la moneda fue cruz para los asturianos y cara para los malacitanos. Traoré acarició el gol, tras una jugada embarullada, que terminó con un disparo mordido del costamarfileño con marchamo de gol, apareciendo milagrosamente Kameni para salvar. No sucedió lo mismo, cuando en un error en la marca de Canella sobre Keko, el extremo apuró en la línea de fondo, cediendo al punto de penalti para Sandro, que tras chutar, el balón tocó en Meré, en Cuéllar y se coló llorando en la portería. El gol al borde del descanso supuso un shock para el equipo local y para El Molinón.

Los locales siguieron acusando el golpe en forma de gol en contra al inicio del segundo tiempo. En una jugada muy similar a la que supuso el tanto de Sandro, pudo sentenciar el Málaga. Volvió a percutir por el costado Keko, que la cedió atrás, donde un Fornals libre de marca disparó por encima del larguero. No tuvo su día Traoré, que fue sustituido a la hora de juego. Antes de ser reemplazado, gozó de otra buena ocasión. Babin se vistió de asistente para ceder al punta, que tardó una eternidad en armar el disparo, llegando el zaguero para despejar a córner.

Quiso volver Rubi a sus orígenes, entre comillas puesto que no disponía de un futbolista del perfil de Vesga o Xavi Torres, con la entrada de Dani Ndi por un delantero. No sirvió tampoco para encerrar a un Málaga bien plantado y muy sobrio en defensa. La entrada de Víctor Rodríguez primero y de Pablo Fernández después, si que sirvió para dar un paso hacia delante. Burgui lo intentó en una acción individual, cuyo disparo fue atajado por Kameni en dos tiempos. La más clara del segundo tiempo llegó ya el tiempo añadido. Víctor Rodríguez lo intentó desde la frontal, salvando con una palomita el meta visitante para despejar a córner.

El Sporting se complica la vida con una derrota que no entraba en las cuentas. No toca mirar hacia atrás y si pensar ya en Anoeta. Un choque donde Rubi recuperará a buena parte de los 9 ausentes hoy. Los gijoneses mantienen la salvación a 5 puntos y la permanencia pasa por sumar 5 triunfos de los 8 partidos que quedan. El primero, el lunes a las 20:45h ante la Real Sociedad.

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