El Caudal rescata un empate ante la Ponferradina en un partido que en igualdad numérica dominaba con absoluta claridad. La expulsión de Bussman en el tramo final del primer tiempo provocó que el Caudal actuase durante cincuenta y cinco minutos con Rubén, su portero juvenil. Braulio debutó y marcó su primer gol como caudalista.

Reparto de puntos en la tarde de hoy en el Hermanos Antuña entre Caudal Deportivo y Sociedad Deportiva Ponferradina. Fue un partido con dos partidos en sí. Los primeros cuarenta en los que el Caudal redujo a uno de los equipos más poderosos del grupo a un equipo vulgar, sin ninguna idea; y otro el resto del encuentro en el que el Caudal, debido a su inferioridad numérica se vio obligado a realizar un trabajo más defensivo y solidario para evitar caer derrotado.

Desde el pitido inicial el Caudal se hizo con el dominio del balón ante un conjunto berciano que se limitaba a intentar maximizar los errores rivales. La primera ocasión fue un cabezazo alto de Óscar Pérez y la réplica visitante fue un mano a mano del ex–oviedista Rayco tras un error de Óscar Pérez y Saavedra en un pase horizontal que el canario se llevó para plantarse solo y que se le fue cruzado.

El Caudal se adelantaría en el marcador mediada la primera parte tras una brillante jugada del capitán Javi Sánchez –el mejor de los caudalistas en el encuentro de hoy- desde banda izquierda, deja atrás a dos rivales y pone un centro raso que tras pegar en Xisco Campos y en el guardameta Olmedo se cuela en la portería. Fortuna en la acción, pero merecedora de gol por la maniobra del capitán caudalista. Con el gol el guión del partido no cambió, el Caudal defendía y atacaba con el balón ante un conjunto berciano que no era capaz de disputarle la posesión. Jaime tuvo el 2-0 tras una combinación con Annunziata pero el disparo se fue centrado y fácil para Olmedo.

Todo cambió a seis minutos para el descanso cuando Rayco recibe un balón al espacio, Bussman sale a cortar a la frontal del área y lo derriba. Roja directa al guardameta caudalista que, ante la sanción de Chechu, tuvo que hacer debutar a Rubén, jugador del juvenil que llegó este año a Mieres procedente del Covadonga. El joven guardameta tuvo una actuación correcta y hasta tuvo la sangre fría de hacerle un regate a un delantero contrario en una acción que le fueron a presionar.

Tras la reanudación el Caudal seguía fiel a su guión, defender con balón, aunque con las líneas, eso sí, más hacia atrás. Javi Sánchez remató fuera tras una jugada individual que daba a entender que, a pesar de la inferioridad, el equipo iba a ser atrevido y se mostraba cómodo sobre el sintético mierense. La Ponferradina no mostraba síntomas de reacción y Manolo Herrero se la jugó a un triple cambio que acabaría siendo decisivo dando entrada a todo el arsenal ofensivo que tenía en el banquillo.

Dos de los hombres que entraron desde el banquillo fueron los autores de los goles bercianos. Goles casi idénticos en dos remates de cabeza de Héctor Figueroa y Cidoncha a sendos de Adán desde la banda derecha. Pero lo que parecía que se acabaría ahí, con la remontada berciana, no fue así. Javi Sánchez fuerza un error de Andy, robándole el balón y encarando a Olmedo, el capitán cede el cuero a Braulio, que acababa de entrar hacía escasos minutos al campo, que a puerta vacía solo tuvo que empujar. Nuevamente volvían las –merecidas- tablas en el marcador.

El gol fue una puñalada en el corazón al conjunto berciano que acusó ese golpe. Cayó en las imprecisiones y las prisas y el Caudal fue más listo dejando que el tiempo corriese y haciendo que se jugase lo menos posible hasta la conclusión del partido.

Finalmente un punto para los de Iván Ania que suman ocho en total y deja un regusto muy bueno, pero a la vez agridulce al ver que, en igualdad numérica, fueron superiores a toda una Ponferradina que es aspirante a todo en este grupo primero. La próxima semana el Caudal volverá a jugar de sábado a las 17 horas. Lo hará en el Reino de León para visitar a la Cultural y Deportiva Leonesa.