Los de Pablo Lago, que a falta de diez minutos vencían por 0-3, acabaron sufriendo y pidiendo la hora ante un Llanera que nunca se rindió.

2						-		3
U.D. Llanera							Real Avilés
Nº	Jugadores	A	R	C	G	P	Nº	Jugadores	A	R	C	G	P
1	Gabri ©					3	1	Esteve					2
2	Ángel Luis	90'				3	2	Pablo Suárez					2
4	David					3	5	Pantiga ©					3
5	Esteban					2	4	Nuño					3
3	Hugo Sánchez					2	3	Manu Blanco					2
6	Pablo Fernández					3	10	Dudi					2
8	Aitor Tornavaca				83'	3	6	Palazuelos	80'			5'	3
11	Chema	53'				2	7	Marcos Torres				39'	3
10	Pablo Álvarez	14'			80'	3	8	Luismi			80'	36'	2
7	Cris Alonso			74'		2	11	Matías	60'		68'		2
9	Jhony			74'		2	9	Jorge Rodriguez			86'		3
BANQUILLO							Banquillo
12	Juan						12	Keko			80'		s/c
13	Adán						13	Lucas
14	Jonás						14	Nacho Méndez			68'		2
15	Didier			74'		2	15	Nacho Fernández
16	Javi Alonso			74'		2	16	Ríos			86'		s/c
ENTRENADOR							ENTRENADOR
Pablo Detori							Pablo Lago
Goles:		0-1 m. 5 Palazuelos; 0-2 m. 36 Luismi; 0-3 m. 39 Marcos; 1-3 m. 80 Pablo Álvarez (p.); 2-3 m. 83 Aitor Tornavaca.
Árbitro:		Díaz Fonseca, asistido por Antolín Álvarez y Pérez Albuerne. Delegación del Nalón. (3)
Incidencias:		Pepe Quimarán. Sintético en buen estado. Mañana nublada. 19º C. 308 espectadores, con numerosos seguidores visitantes. Balón donado por Dicar y Cafés Oquendo.

Partido de gala y de grandes atractivos en el Pepe Quimarán. Se disputaba la segunda jornada, y primera en en Tercera División para el Llanera, en el que se dieron cita medios informativos, escritos y gráficos, emisión en radio directo y presencia de técnicos de otros clubes. Y si el visitante es el Real Avilés, que llegaba al Pepe Quimarán por vez primera, con más motivo, y además el día grande de San Agustín, patrono de la Villa del Adelantado. 

Se guardó un minuto de silencio en memoria de Carmen Valle, componente de la directiva del Llanera, y del abuelo de Pablo Busto, segundo entrenador del Real Avilés, hoy en funciones de entrenador por sanción de Pablo Lago. El Real Avilés recibió un banderín como recuerdo de su primera visita y vistió totalmente de negro, dato sorprendente, pues la coincidencia de colores no se daba en esta ocasión. Estos cambios de indumentaria se hacen con bastante frecuencia en todos los campos, aunque hace perder la identidad de los clubes. 

Las reducidas dimensiones del Pepe Quimarán, hacen que los partidos tengan unas características especiales. Un equipo en teoría superior, la más de las veces no lo pueden demostrar y se ve obligado a hacer el juego que el terreno exige; poca posesión de balón, mucho juego aéreo y apelotonamiento en las áreas. 

El Real Avilés pronto cobró ventaja. El primer saque de esquina, botado por Marcos Torres al segundo palo, es cabeceado por Nuño, rechazado por Gabri y rematado de nuevo por Palazuelos.  Chema desde fuera del área intentó sorprender a Esteve, y Ángel Luis poco después disparó con fuerza deteniendo el portero visitante. Gabri envió a córner un remate de Jorge Rodríguez y a la salida de éste Tornavaca sacó de la misma línea.

En el minuto 36, Luismi hizo el 0-2 tras un despiste de Hugo Sánchez, y tres minutos después, Marcos Torres al borde del área tiró cruzado a la izquierda de Gabri y puso el 0-3 en el marcador. 

Parecía que el partido estaba resuelto, pues el Real Avilés con la ventaja en el marcador, jugó con cierta relajación, lo que propició un acercamiento del Llanera a la meta de Esteve. Cris Alonso, Chutó con colocación y obligó a Esteve a echar a córner y poco después, Gabri hizo un sensacional rechace a disparo de Marcos. 

En el minuto 80 un derribo de Palazuelos es castigado con penalti que Pablo Álvarez convierte en el 1-2. Es el primer gol de la historia del Llanera marcado en el Pepe Quimarán, en esta categoría. Tres minutos después, en el 83, una formidable volea de Aitor Tornavaca al borde del área, bate sin remisión a Esteve. Pudo empatar Didier en el minuto 89, pero el cruce de un defensa fue providencial para desbaratar la ocasión. 

Final agónico para el Real Avilés, que vio peligrar la victoria en los últimos minutos, después de tener una renta holgada, y satisfacción al final de la hinchada local, que pese a la derrota ante un equipo llamado al ascenso, el Llanera nunca se entregó y dejó buenas sensaciones.

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