Los de Abelardo empataron en su
visita a tierras vizcaínas, en la antesala de la primera
jornada de liga. Burgui adelantó al Sporting y Williams
empató para el Athletic en los minutos finales.
1.- Athletic Club:
Iraizoz; Yeray, Gil, X. Etxeita, Saborit; Eraso,
Mikel Rico; Vesga, Elustondo, Guillermo; Borja
Viguera.
También jugaron: Beñat, Lekue, Iker Muniain,
Iturraspe, Balenziaga, Williams, Bóveda, Kepa
Arrizabalaga, Susaeta y Sabin Marino.
1.- Real Sporting:
Primer tiempo: Cuéllar; Cifre,
Jorge Meré, Víctor Ruiz, Isma López; Moi Gómez,
Nacho Méndez; Juan Mera, Jaime Santos, Burgui;
Castro.
Segundo tiempo: Diego Mariño; Lillo, Juan Rodríguez,
Amorebieta, Canella; Carmona, Nacho Méndez (Chus
Fernández m. 64), Nacho Cases, Álvaro Bustos; Jaime
Santos (Rubén Sánchez m. 69) y Víctor Rodríguez.
Árbitro: De Burgos
Bengoetxea. Comité vasco. Sin amonestaciones.
Goles: 0-1 m. 9 Burgui
(p.); 1-1 m. 79 Williams.
Incidencias: Sarriena.
Terreno de juego en perfectas condiciones. Tarde
soleada y calurosa. Unos 2.000 espectadores.
Anticipo,
descafeinado, del primer partido de liga que medirá
en El Molinón a estos dos equipos el domingo 21 de
agosto a las 18.15 horas.
Los dos
técnicos probaron con un once cargado de canteranos.
Abelardo repartió a los miembros del primer equipo
en cada período y la primera mitad fue de color
local, aunque sería el Sporting quien se puso en
ventaja en el marcador, tras un pase en profundidad
del juvenil Nacho Méndez para Burgui que le gana la
espalda a la defensa y es derribado en el borde del
área. El propio Burgui transformó la pena máxima
engañando a Iraizoz y batiéndolo por bajo a su
derecha.
A partir de
ahí el dominio local fue in crescendo, aunque
Cuéllar, muy seguro, no pasó apuros y tan sólo tuvo
que intervenir en jugadas a balón parado y centros
laterales.
El dominio
vizcaíno continuó en la segunda mitad ante un
Sporting que, a pesar de no tener el balón, no
concedía ocasiones. La presión local incrementó con
el carrusel de cambio, que dio un plus a los
bilbaínos. Williams empató el partido en la recta
final, aprovechando una segunda jugada en un saque
de esquina botado al segundo palo en el que
Amorebieta y Mariño no se entendieron y el balón
quedo suelto dentro del área gijonesa.