Jueves 9 de
Junio de 2016
Jorge Valverde Fotos: Felipe S.M. / Fierros / Patricia Glez.
De
los rankings que el fútbol asturiano nos va
proporcionando en el siglo XXI, el concerniente
a los partidos dirigidos por los entrenadores de
Segunda B quizá sea el más contundente. En este
apartado, la superioridad de José Luis Quirós
es tan rotunda que casi dobla a su más inmediato
seguidor. De hecho, sus números trascienden más
allá del Pajares, de la ría del Eo o del
estuario de Tina Mayor, ya que estamos hablando
del segundo técnico con más partidos en la
categoría a nivel nacional, en el período
tratado. Sólo tiene por delante al leonés Miguel
Ángel Álvarez Tomé
-a la derecha, en la foto-,
el mismo que no pudo evitar el descenso del
Caudal hace un par de años.
Junto al mierense, Abelardo Fernández y
Adolfo Pulgar
son los únicos que superan el centenar de
partidos en un ranking que nos desvela las
grandes dificultades que los técnicos han tenido
para firmar temporadas completas. De los 47,
incluidos los circunstanciales, nada más que los
5 siguientes han podido dirigir más de una
temporada completa: José Luis Quirós (8), Adolfo
Pulgar (3), Abelardo Fernández (3), Roberto
Robles (2) Paco Fernández (2) y Javi Rozada (2). Con una se quedan
Daniel Suárez, José Aurelio Bobes, José Antonio
Novo, Manolo Sánchez Murias, Marcelino Toral,
Roberto Aguirre, José Rojo "Pacheta",
Raúl González, Javi Vidales, Josu Uribe, Tomás
Hervás y Sergio Egea, además de Pepe Acebal, ya
que su incompleta temporada 2000-2001 con el
Real Sporting B no se debió a un momento de
dificultad, sino por su salto al primer equipo.
Entre todos suman 31 temporadas, es decir, sólo
el 62% de las 50 posibles. No deja de ser otro
detalle directamente proporcional a la floja
actuación general de nuestros equipos en la
categoría de bronce.
Abelardo Fernández, en su etapa con el Sporting
"B", y Adolfo Pulgar con el Tuilla.
Aquí, dos equipos llevan la peor parte, el Real
Oviedo y el Real Avilés. Los azules presentaron
hasta 13 entrenadores, de los cuales sólo José
Rojo "Pacheta", en 2011-2012, y Sergio Egea, en
2014-2015, consumaron la temporada. Por su
parte, en el equipo avilesino, que tuvo 11
técnicos, sólo Josu Uribe, en 2013-2014, fue
capaz de empezar y terminar el trabajo.
Iniciado
en la competición federada en la temporada
1961-1962, en su etapa de jugador respondía al
ariete valiente y percutor que, además de
proporcionar un buen rendimiento al Real Oviedo
Juvenil, Vetusta y primer equipo azul, su
traspaso al Zaragoza dejaba en las arcas
oviedistas casi 2 millones de pesetas de las de
abril de 1969. Sus dos primeros goles en Primera
División los firmaba, con dos semanas de
diferencia, en el Nou Camp y el Santiago
Bernabeu.
Comenzó a entrenar en la temporada 1988-1989,
cuando se hizo con el Caudal Juvenil, a la par
que defendía la camiseta del primer equipo caudalista en su última campaña como jugador.
Desde entonces, han pasado 38 años, período en
el que sólo estuvo ausente de los banquillos en
tres temporadas: la siguiente a su estreno, la
anterior a su fichaje por el Real Avilés
Industrial –dedicó la temporada 1994-1995 a
obtener el título nacional– y la 2009-2010, en
el intermedio del descenso y ascenso con el
Marino Luanco. En tan vasta trayectoria habría
sobrepasado con creces el millar de partidos
oficiales.
El principal mérito de José Luis Quirós estriba
en haber mantenido a un modesto como el Marino
Luanco durante tantos años en la antesala de
profesionalismo, pero también en su currículum
aparecen el ascenso a Segunda B con el Real
Oviedo Aficionado
(2000-01),
los tres títulos de campeón de Tercera con el
Caudal (1990-1991, 1991-1992 y 1993-1994) o la
gran imagen que dejó con el Real Avilés
Industrial
(1995-1996),
al filo del ascenso a Segunda. En el debe quedan
las destituciones en el Marino Luanco
(1986-1987)
y Caudal
(2001-2002)
o los descensos del Real Oviedo B
(1988-1989)
y Marino Luanco
(2008-2009).
Aquí habría que añadir también su última
temporada en activo, que no pudo concluir en
Luanco, aunque, en este caso, más que una
destitución habría que hablar de dimisión.
Lástima de epílogo a tantos años en la brecha,
pero
Quirós
demostró que no sólo desde la élite se puede
acceder a la historia del fútbol.