Los rojiblancos sacan
adelante un partido práctico y eficaz con los
goles de Carmona y Jony. El Éibar compitió de
manera brillante y pudo empatar por medio Enrich,
que lanzó al palo. La afición sportinguista
volvió a estar soberbia, rozando El Molinón el
lleno con 26.035 espectadores. Momentáneamente,
fuera del descenso.
2 |
- |
0 |
Real Sporting de Gijón |
S.D. Éibar |
Nº |
Jugadores |
A |
R |
C |
G |
P |
Nº |
Jugadores |
A |
R |
C |
G |
P |
1 |
Cuéllar |
|
|
|
|
3 |
13 |
Riesgo |
|
|
|
|
2 |
11 |
Lora |
|
|
|
|
4 |
7 |
Capa |
70 |
|
|
|
3 |
2 |
Luis Hernández |
|
|
|
|
3 |
15 |
Dos Santos |
|
|
|
|
3 |
28 |
Jorge Meré |
|
|
|
|
4 |
4 |
Ramis |
|
|
|
|
3 |
18 |
Isma López |
68 |
|
|
|
3 |
19 |
Luna |
|
|
85 |
|
3 |
6 |
Sergio Álvarez |
|
|
|
|
2 |
5 |
Escalante |
|
|
73 |
|
2 |
10 |
Nacho Cases |
|
|
|
|
2 |
14 |
Dani García |
|
|
|
|
2 |
19 |
Carmona |
|
|
69 |
43 |
3 |
22 |
Jota |
|
|
|
|
4 |
25 |
Halilovic |
|
|
64 |
|
2 |
24 |
Adrián |
32 |
|
|
|
2 |
23 |
Jony |
|
|
|
81 |
4 |
11 |
Hajrovic |
|
|
61 |
|
2 |
20 |
Sanabria |
|
|
78 |
|
2 |
9 |
Sergi Enrich |
|
|
|
|
3 |
BANQUILLO |
BANQUILLO |
13 |
Alberto (p.s.) |
|
|
|
|
|
1 |
Irureta (p.s.) |
|
|
|
|
|
3 |
Alex Menéndez |
|
|
69 |
|
2 |
2 |
Ansotegi |
|
|
|
|
|
4 |
Lichnovsky |
|
|
|
|
|
3 |
Pantic |
|
|
|
|
|
9 |
Guerrero |
84 |
|
78 |
|
2 |
6 |
Radosevic |
|
|
|
|
|
16 |
Carlos Castro |
|
|
64 |
|
2 |
8 |
Inui |
|
|
73 |
|
2 |
22 |
Pablo Pérez |
|
|
|
|
|
18 |
Borja Bastón |
|
|
61 |
|
2 |
24 |
Rachid |
|
|
|
|
|
32 |
Gayoso |
|
|
85 |
|
s.c. |
ENTRENADOR |
ENTRENADOR |
Abelardo Fernández |
José Luis Mendilibar |
Goles: |
1-0: m. 43 Carmona; 2-0: m. 81 Jony. |
Árbitro: |
Hernández Hernández del Comité Canario
(2). Asistido en las bandas por Sobrino
Magán y Naranjo Pérez. |
Incidencias: |
Noche nublada en Gijón. 26.036
espectadores en El Molinón. Abel Antón
presenció el partido en el Palco de
Honor. |
El Sporting afrontaba la
primera de las tres finales que le quedan para
conseguir la salvación. La afición se encargó de
"marcar" el primer gol del partido con un
recibimiento espectacular, que ponía los pelos
de punta. Los sportinguistas volvieron a
demostrar su amor a unos colores con la
bienvenida ayer de Mareo, las numerosas
pancartas que engalanaron Gijón, dándole
continuidad hoy con una llegada bestial al
autobús rojiblanco y un tifo que cubría el fondo
sur y que rezaba: “Los de siempre como siempre”.
En el apartado puramente deportivo, Abelardo
repitió el once que venció al Sevilla,
realizando siete cambios respecto a Barcelona.
No hubo por tanto sorpresas en la alineación de
Abelardo, que dejó a Barrera, Canella, Mascarell,
Vranjes y Ndi en la grada. Por su parte
Mendilibar apostó por reforzar el centro del
campo con la presencia de Adrian, lo que hizo
que pusiera un único punta en liza. Esta vez, el
elegido fue Enrich, quedando Borja Bastón en el
banquillo.
El Sporting y el Éibar
comenzaron con calma el partido, respetándose
mutuamente. Superados los minutos de tanteo,
fueron claramente los armeros los que llevaron
el peso del juego. Los de Abelardo se mostraban
muy imprecisos con balón, fallando
constantemente en los pases. Solo cuando tenía
espacio y podía correr daban sensación de
peligro los asturianos.
Los visitantes comenzaron a asomarse a la
portería de Cuéllar. Primero con un lanzamiento
de falta de Ramis que se marchó alto. El jugador
más destacado del primer acto fue Jota. El
gallego probó en dos ocasiones al portero
rojiblanco. Al paso por el minuto 20, hizo una
maniobra maravillosa que le dejó ante el
arquero, pero su disparo fue suave y no revistió
de peligro. Y más tarde, en el 35, tras un saque
de Riesgo, una prolongación de Enrich y un mal
despeje de Meré, lo volvió a intentar pero
Cuéllar salió rápido al paso y despejó a córner.
El bagaje ofensivo de los asturianos fue
bastante pobre. Dos centros laterales que no
encontraron rematador fueron el preámbulo del
primer gol. Cuando el primer tiempo agonizaba,
Jony desde la banda izquierda se sacó un centro
maravilloso al punto penalti, donde emergió
Carmona, que como mandan los cánones ejecutó un
cabezazo soberbio que hizo estéril la estirada
de Riesgo. Segundo gol del mallorquín esta
temporada y séptima asistencia de Jony, que está
siendo el verdadero surtidor del juego ofensivo.
El 1-0 despidió una mala primera parte, sin
mucho fútbol ni ocasiones, pero a estas alturas
solo importa el resultado.
La segunda parte intercambiaron los papeles. Con
el marcador a favor, el Sporting controló mejor
el partido ante un Éibar más errático con balón
y que le costó crear peligro. Abelardo quería
sentenciar el partido, y remodeló su equipo con
la entrada de Carlos Castro para formar un
4-4-2. No le fue a la zaga Mendilibar que sacó a
toda la artillería y fue claramente a por el
partido con las entradas de Borja Bastón e Inui.
Carmona se retiró del terreno
de juego con molestias físicas, entrando en su
lugar Alex Menéndez, lo que provocó que Jony
pasara a la banda derecha. Desde ese perfil
avisó a Riesgo, con un disparo que atrapó fácil
el guardameta. El Éibar demostró ser un equipo
muy competitivo, que fue a por el partido y que
para nada, más allá de los chismes de bar, se
dejó ir. De hecho, a punto estuvo de silenciar
El Molinón con un remate de Enrich que se marchó
al palo izquierdo de la portería de Cuéllar,
paseándose posteriormente por la línea sin
llegar a entrar. El corto marcador provocaba que
la tensión fuera enorme en el coliseo gijonés.
La calma la puso Jony, tras plantarse en el área
y batir a Riesgo con un disparo raso potente. El
cuarto gol del de Cangas de Narcea llevó a la
alegría a una afición que estuvo, una vez más,
soberbia.
A pesar de estar agonizando
el choque, los visitantes no dejaron de
intentarlo. Pudo recortar distancias Inui con un
gol anulado, por un dudoso fuera de juego de
Borja Bastón, que asistió al japonés. Finalmente
fue el delantero armero el que protagonizó las
últimas ocasiones del Éibar, con dos acciones
que terminaron de igual forma, con la
intervención de Cuéllar.
El Sporting gana la primera
batalla de las tres que forman la guerra de la
salvación. Los de Abelardo sacaron un partido
nada vistoso pero si práctico y eficaz, ante un
Éibar que compitió muy bien y que mereció mejor
resultado. Toda la presión se traslada a
Granada, que con la victoria rojiblanca, se mete
en descenso. Los gijoneses suben hasta la
decimoséptima posición con 35 puntos, mismos
puntos que el Rayo y con dos de ventaja sobre el
conjunto nazarí. La guerra continuará el próximo
domingo a las 17h en la batalla de todas las
batallas, al medirse con un rival directo como
el Getafe.
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