Comenzamos la segunda parte del capítulo dedicado a quienes tratan de evitar el objetivo del juego, el gol, por los guardametas que atesoran el mejor promedio en una temporada, siempre y cuando hayan disputado un mínimo de 25 partidos. Aquí lidera el oviedista Oinatz Aulestia, con el prácticamente imbatible 0’29 de la temporada 2008-2009, producto de los 8 goles que recibió en 28 partidos y que también le convierten en el menos vulnerado durante una campaña. Le siguen los caudalistas Bjorn Bussmann, con el provisional 0’33 de esta temporada, y Roberto Gómez, con el 0’36 del ejercicio 2002-2003.

En este ranking también destacan el azul Rafa Ponzo, con el extraordinario 0’39 que logró en su casi pleno de partidos de la temporada 2003-2004, la primera del Real Oviedo en su particular infierno, y los dos únicos que hacen presencia hasta tres veces, Guillermo Suárez (Langreo, Real Avilés) y Luis Mingote (Caudal).

Tampoco hay que soslayar a los que partían en los respectivos campeonatos defendiendo porterías de conjuntos, digamos, menos poderosos, como Gabri Espinosa (Covadonga 2012-2013), Iván González (San Martín 2001-2002), Jesús Lastra (Condal 2014-2015) o Ricardo Rodríguez (Real Titánico 2002-2003).

Buscando el peor promedio en una temporada, nos encontramos con Gonzalo López, sufridor como pocos con aquel Real Titánico que hace 10 años perdía una categoría que no volvió a recuperar. Gonzalo recibía 2’57 goles por partido.

Este ranking de víctimas lo padece especialmente Aitor Rodríguez, que asoma hasta tres veces con otros tantos equipos occidentales: Navia 2012-2013, Real Tapia 2007-2008 y Luarca 2013-2014.

Por número de goles recibidos, nadie sufrió más que el fornido y veterano Edu Arboleya, que vio cómo el balón entraba hasta 76 veces en la portería del Colloto 2011-2012. Curiosamente, en la temporada anterior, Edu había logrado el Zamora, de Regional Preferente, con el Pumarín.

La acción especialmente temida por los guardametas, el penalti, tiene en Pablo Herrero, actualmente en el Atlético Lugones, al más eficaz neutralizador. Hasta 18 veces ha impedido la intención del lanzador. Cabe destacar, además, que su acierto lo evidenció en todos los equipos (6) que ha defendido a lo largo del siglo. Le sigue Jesús Lastra, con 17 bloqueos. El condalista, al igual que ocurre en el apartado de partidos disputados, es segundo del ranking, confirmándose como el Poulidor de la categoría.

Hablando de penaltis, la clasificación de mejores “amigos” de los porteros, es decir, quienes los fallan, está encabezada, ex aequo, por Óscar Pantín y Óscar Valllina, con 9 penas máximas desperdiciadas, seguidos por Chema Luengo (7) y por especialistas como Jorge Rosal y Esteban García, con 6 cada uno. El caso de Jorge Rosal llama la atención, pero por causas opuestas. El ex medio centro (Astur, Ribadesella, Siero, Covadonga) era tan buen lanzador que se permitió el lujo de convertir en gol 26 penaltis consecutivos entre las temporadas 2004-2005 y 2008-2009. El 10 de mayo de 2009, el espigado Toni López (Ceares) le cortó la racha tras más de 4 años de infalibilidad.

En una sola temporada, la perseverancia, pese a los fallos, es cosa de Chema Luengo (Candás), que erró 4 penaltis en la temporada 2009-2010, y de Jorge Rodríguez (Real Avilés), que esta campaña lleva los mismos errores y veremos si aún está “dispuesto” a batir todos los registros negativos. 

El capítulo de goles en contra lo finalizamos desde el prisma colectivo. Son 4 los equipos que lograron finalizar una temporada con menos de 20 goles recibidos. Los 14 tantos del Real Oviedo 2008-2009, con Oinatz Aulestia en la titularidad, suponen un récord difícil de superar, aunque en la presente temporada quedaría fulminado si el Caudal, que habitualmente alinea al teutón Bjorn Bussmann, logra no recibir más de 1 goles en los 6 partidos que le restan. El Real Avilés del incombustible Guillermo Suárez también podría igualarlo, pero para ello tendría que terminar la temporada sin recibir más goles..

En la Tercera División del siglo XXI, no hubo portería mejor salvaguardada que la del Real Oviedo 2008-2009, que sólo recibía 0’37 goles por partido.
En las imágenes, los tres guardametas azules, Oinatz Aulestia, Eneko Loinaz e Iván Cabrero; y la línea de zagueros, con Rubén González, Íker Lasarte, David Fariña, Dani Hedrera, José Luis Vázquez, Gonzalo De la Fuente y Álvaro Costa. Éste no llegaría a tener minutos oficiales, de los que sí disfrutarían Nico Álvarez y Ernesto Phumipha, ausentes en la foto.

Respecto a los más goleados, sólo dos equipos han tenido que soportar cómo su portería era perforada más de cien veces, el Turón 2002-2003 y el Real Titánico 2005-2006. Entre los 11 equipos que recibieron 80 o más goles, todos pagaron su vulnerabilidad con el descenso, excepto uno, el Nalón, que, pese a ser el más goleado de la liga 2010-2011, logró permanecer en Tercera División.