El filial rojiblanco fue de más a menos en un año
donde se puede hacer balance positivo, con la
permanencia, varios jugadores ascendidos al primer
equipo, que eclipsan el mal inicio liguero de la
presente campaña.
El balance del año para el filial sportinguista
puede considerarse de positivo, continuando la
buena línea de las últimas temporadas, donde el
equipo acaba manteniendo la categoría, cada vez
con mayor holgura, y a la vez sigue dando
jugadores al primer equipo, circunstancia ésta
acentuada este año por las dificultades
económicas que atravesó el club y donde la
cantera cobró especial relevancia, terminando
muchos de los jugadores que habían empezado la
temporada de Tomás Hervás como futbolistas
importantes para Abelardo en la primera
plantilla.
La temporada, como casi todas en los filiales,
empezó muy movida con muchos cambios y una
planificación tardía donde el equipo se acaba de
conformar recién empezada la competición -tanto
en Copa Federación como en Liga- y con un
técnico que también tomaba el relevo y debutaba
al frente del equipo después de sentarse en
Burgos la temporada anterior, cuando Abelardo
tomó las riendas de la primera plantilla. En
verano sonaron varios nombres pero, finalmente
fue el berciano quien ocupó el banquillo
rojiblanco.
La dinámica del equipo era irregular, con
constantes cambios en las alineaciones, dentro
de una plantilla de calidad, aunque corta de
efectivos en algunos puestos. Tomás Hervás se
tuvo que ir adaptando a las circunstancias y
jugadores como Castro o Rachid, que se
postulaban indiscutibles en el equipo, no
contaron en todo el año -el franco-argelino si
disputó dos partidos cuando quedó sin convocar
con el primer equipo para no perder ritmo de
competición pero su participación era
testimonial- y para suplir los goles del de Ujo
llegó Mendi, un corpulento delantero nacido en
Avilés pero que tuvo que irse fuera a demostrar
su talento y después de jugar en la cantera del
Athletic, acabó en Córdoba de donde lo fichó el
Sporting. La delantera se la repartía con Alex
García durante la primera vuelta pero a éste se
le fue relegando en las alineaciones hasta
terminar a final de temporada fuera del club
cuando había sido una de las grandes perlas de
Mareo que nunca acabó de explotar todo lo que él
se esperaba. Uno de los motivos de su salida fue
la llegada al equipo de Pablo Fernández,
delantero que había sido fichado como extremo
para el equipo juvenil y al que Tomás probó por
las bajas como punta y el ariete respondió con
goles –muchos de ellos importantes-
convirtiéndose en recambio habitual en toda la
segunda vuelta.
Uno de los jugadores que habían empezado en
mejor forma era Álvaro Bustos que había hecho la
pretemporada con el primer equipo y parecía el
año de su explosión pero el infortunio se cebó
con él y una lesión de rodilla le apartó de la
competición la primera mitad del año y esta
temporada trata de volver a recuperar su mejor
nivel. La parte positiva fue la irrupción de
Jaime, debutante en la categoría recién subido
del juvenil y que había tenido poco protagonismo
en los primeros partidos, pero que acabó
convirtiéndose en titular indiscutible y uno de
los máximos goleadores del equipo.
Jugadores como Pablo Pérez o Ndi en seguida
subieron también y ello sumado a las escasas
opciones que el equipo tenía en defensa dejaba
al técnico con poco margen de maniobra. Pero
2015 cambió el panorama y el filial hizo una
segunda vuelta con puntuación de puesto de
ascenso, manteniéndose sin perder prácticamente
desde que comenzara el año y lo que parecía
sería una temporada para sufrir, acabó siendo un
final cómodo con el equipo en mitad de la taba y
habiéndose salvado varias jornadas con
antelación . Todo empezó con un empaté a ceros
en el Molinón en Enero ante el eterno rival como
es el Real Oviedo que ya por aquellas fechas era
líder del Grupo y había vencido a los gijoneses
con claridad en el debut en liga en el Tartiere,
y pese a la diferencia en la tabla y al mal
momento que tenía el equipo, los rojiblancos
alargaron la racha contra los azules en Gijón y
sacaron un empate que dio mucha moral.
Las derrotas en casa rivales directos como
Astorga, Langreo , Avilés o Lealtad en la
primera vuelta pesaban mucho y a todo ello se le
daría vuelta ganando la mayoría de los partidos,
de donde los derbis ante los equipos asturianos
-que además eran los rivales por huir del
descenso tomaron gran importancia- empezando por
el 1-0 ante el Lealtad en Mareo con un gol de
Jaime en un partido de gran ambiente en las
gradas y donde ambos se jugaban muchísimo y la
derrota ponía a los negrillos al borde del
abismo que finalmente pudieron salir. Luego el
equipo ganó en Luanco donde quedará para el
recuerdo el golazo de Meré de chilena y otra vez
un gol providencial de Jaime. Para entonces
Tomás ya tenía un equipo reconocible ya que la
lesión de Benito que era uno de los jugadores
más destacados en ataque actuando como lateral
derecho la suplió el técnico adaptando a Alberto
-que es un comodín y venía actuando de central-
al lateral derecho, bajando a Guitián del pivote
al centro de la defensa para acompañar a Meré y
Sergio Menéndez a pierna cambiada en el lateral
zurdo donde hizo una segunda vuelta
espectacular. Por delante jugaban Tato y un
Adama que empezó dubitativo y acabó muy bien,
como todo el equipo. La parte de arriba la
formaban: Guillermo y Jaime en las bandas con
Mera que estuvo impresionante como enganche y
Mendi arriba, repartiéndose los minutos con
Pablo.
En Ganzábal se certificaría todo con un 0-1 con
gol de Tato que hundiría a los langreanos y
aseguraba la permanencia a los rojiblancos.
Además de los resultados, el nivel ofrecido por
el equipo en cuanto a fútbol fue muy elevado con
todos sus jugadores a un nivel muy alto.
La temporada
2015-16 comenzó con muchos cambios, una
planificación tardía y mala y un equipo muy
irregular que empezó bien la liga, llegando a
estar las primeras jornadas en puestos de play
off tras ganar en Compostela y que ahora mismo
tiene 17 puntos y está en descenso a 2 de la
salvación, tras una nefasta racha de resultados
y con un equipo inestable y con muchas dudas que
invita a la reflexión.
Cierto es que gente muy importante ya no está:
Benito no renovó, Adama como no contaba para el
1º equipo acabó fichando por el Sabadell,
Guitián subió al primer equipo, Tato se fue al
extranjero…., y los jugadores que llegaron ni
han mejorado lo que había ni han equilibrado la
plantilla que está corta de efectivos en algunos
puestos como en el pivote donde llegaron Mario
Arqués procedente del Elche y Dreyer que se
quedó tras una prueba en verano. El otro medio,
Chus, no cuenta para nada aunque la buena
noticia es la aparición del juvenil Pedro que
acaba de extender su contrato con el Sporting
siendo ya un habitual del filial y es una de las
grandes promesas del club para futuro si su
progresión sigue como hasta ahora.
El resto de fichajes han sido: Mota, un
portugués que vino para el extremo y está
inédito; Algisí procedente del Hércules para
central y no va nunca convocado; Cifré, lateral
del Mallorca ‘B’ que ha jugado muy poco y se
encuentra lesionado más Garrido procedente del
Sevilla ‘B’ y que suele ser habitual como
central y Víctor Ruiz, lateral procedente del
Murcia que es el que mejor rendimiento está
dando.
A todos ellos se debe unir que Julio que en el
primer equipo no contaba y se le buscaba una
salida aceptó bajar nuevamente al filial y hasta
el momento con muy poca fortuna porque ha
empezado francamente mal la temporada.
Por todo ello, junto con las lesiones de gente
importante como Jaime que ha entrado hace pocas
jornadas, Dennis y desde hace varios partidos
Pablo Fernández, Tomás no encuentra un equipo,
ni un once sólido y de garantías que mantener y
el filial está rindiendo por debajo de sus
posibilidades, ya que el objetivo analizando el
grupo y viendo el potencial de la plantilla, se
esperaba que el equipo estuviese en una
situación más holgada. Toca esperar que se
repita la historia y que en 2016 se enderece el
rumbo del comienzo de esta temporada y pueda
acabar de la misma forma que la anterior, con el
Sporting ‘B’ un año más en la categoría de
Bronce del fútbol español.