Diversión, emoción... y empate

El Roces sumó un valioso punto frente al Deportivo de la Coruña en un partido con un tiempo para cada equipos, con justo reparto de puntos al final.

Segundo clasificado, tres victorias y una derrota -la cosechada contra el Lugo-, el equipo más en forma en este arranque de campeonato; una media de tres goles por partido… son números con los que el Deportivo de la Coruña se presentaba ante el TSK Roces y que sin duda tendrían que preocupar, y mucho, a los locales, quienes buscan, tras el ascenso de categoría, asentarse en esta División de Honor juvenil.

Preocupación que, en todo caso, no se convirtió en temor, pues el Roces despachó esta tarde, ante los deportivistas, un magnífico encuentro, hasta el punto que fueron los gijoneses quienes dominaron, con toda claridad, en el primer periodo. Sin duda en ello tuvo mucho que ver el acertado planteamiento táctico de su preparador, Miguel, que sorprendió, maniató, a los deportivistas y permitió peligrosas llegadas de los suyos. Una fuerte presión local a partir de la medular, con dos líneas defensivas muy juntas, en absoluto metidos en su área, y rápidas salidas de sus hombres de arriba, fueron las armas con las que los locales dominaron durante buena parte del primer periodo al equipo de A Coruña.

Un Roces que ya avisó en los dos primeros minutos de partido. Primero con un disparo exterior de Yari, que el guardameta visitante, Ramón, consigue rechazar y que la defensa envía fuera de banda ante la llegada de Mario. El consiguiente saque es puesto al área por Pulido y rematado de cabeza, tras botar en el área pequeña, por David; la suerte se alió, en esta ocasión, con los defensores, y el esférico, por bien poco, se va por la línea de fondo.

En el minuto 9 es de nuevo David quien se hace con un balón dividido en el interior del área coruñesa, antes de ser trabado por Hugo, y que el colegiado mierense, Fernández Pérez, no duda en señalar como penalti. De su ejecución se encarga Miguel, balón a la derecha del cancerbero y buena respuesta de éste que adivina la dirección y consigue rechazar el lanzamiento.

Hasta el minuto 22 de partido no consiguieron los deportivistas llegar con peligro a la portería defendida por Rodri. Fue tras una buena jugada que Pulido inicia por su banda, se va metiendo hacia dentro, y en la frontal pone a la derecha para su compañero Adrián, quien lo intenta, sin éxito, de disparo cruzado.

Un balón colgado desde la derecha del ataque del Roces, picado en la frontal por Mario, le llega a la izquierda a Mati, que, de durísimo disparo, al palo corto, sirve para poner por delante a los suyos. Con todo merecimiento el Roces se adelantaba ante el todopoderoso Deportivo de la Coruña.

El partido, tras adelantarse los locales, seguía bonito de verdad: Ocasiones, emoción, jugadas de buen fútbol…si bien es cierto que el resultado en contra, también el cansancio por el esfuerzo realizado hasta entonces por los locales persiguiendo cada balón en la zona medular, hizo que los gallegos lograsen llegar con mayor peligro. Lo intentó, en un mal rechace de la defensa local, Josiño, pero su disparo se va arriba. Tampoco tiene fortuna Hugo en un libre directo que acaba atajando Rodri en dos tiempos.

Volvió a tenerla el Roces en un balón al área para la entrada de Yari, quien, perseguido por dos defensores, acaba disparando a las manos de Ramón. Cerró el capítulo de oportunidades, en este primer periodo, el defensa visitante Hugo al rematar de cabeza un buen servicio de su compañero Adrián, pero se encontró con la magnífica respuesta de Rodri; el guardameta local sería clave en el segundo periodo para que el Roces no saliese derrotado.

Un segundo tiempo tan bonito para el espectador como había resultado la primera parte, si bien es cierto que en este segundo periodo, con el resultado en contra, con un Roces, suponemos que llevado por la inercia, un poco más metido en su parcela, y con un Jardel, salido en esta segunda parte, auténtica pesadilla para la zaga local; hizo que fueran los hombres de Jose Ramón quienes llevaran constante peligro ante la portería local.

En el minuto 58 primera aparición, con peligro del mencionado Jardel en una colada por la izquierda y disparo al palo corto, que, superado Rodri, es rechazado por la madera. Sí respondió bien el guardameta local a un complicado disparo exterior a cargo de Leira y acertada aparición de Rodri enviando a córner. En el 65’ tiene que volver a aparecer el portero local para desviar el lanzamiento de Jardel, en pugna con Bango.

Los aficionados locales, sin duda, miraban una y otra vez el reloj, aguardando el final del encuentro lo que les dejaría tres, inesperados, puntos en su casillero. No pudo ser. Corría el minuto 85 cuando Real pone, al saque de una falta, un balón al área pequeña y remate en plancha de Jardel, quién si no, que acaba con el esférico en el interior de la portería local. Una verdadera lástima para los intereses locales, pero pudo ser peor si no es por Rodri, pues los deportivistas aún tuvieron dos muy claras para llevarse el partido: Jardel controla un balón en el área, se la coloca, y saca un buen disparo, abajo, buscando el palo largo, pero allí apareció, casi de forma milagrosa, Rodri para rechazar dicho lanzamiento. Y ya cuando las manecillas marcaban el minuto 90 la suerte se alió con los locales al ver como el travesaño rechazaba el disparo de Aarón.

Al final, justo reparto de puntos que puede dejar cierto “regustillo” en los locales por verse buena parte del encuentro con ventaja en el marcador. Cuando se pongan a analizarlo fríamente serán conscientes de que conseguir un punto ante el potente Depor, el gran esfuerzo realizado por los chavales, también el buen fútbol desarrollado por momentos… es como para sentirse, esta tarde, orgullosos de los hombres de Miguel. De seguir en esta dinámica no tendrán demasiadas dificultades para cumplir los objetivos.