El mediapunta
gijonés considera su
fichaje un paso
adelante en su
carrera. El club
luanquín se da un
último plazo para
las renovaciones.
Hasta la fecha, el
Marino tiene seis
jugadores
confirmados.
El
Marino de Luanco presentó, este sábado, a su tercer fichaje
Ricky Navarro. El gijjonés llega a Luanco tras su paso por la
cantera del Sporting, la aventura canaria en el Pájara Playas,
Astur, U.P. Langreo, R. Oviedo "B", L'Entregu, Noja y Urraca.
Ricky quiso
zanjar la polémica por su salida del Urraca, "acepté la oferta
del Marino porque trabajo por las tardes y entrenar por las
mañanas me viene mejor. Trabajo en un geriátrico y muchas veces
no podía ir a entrenar o llegaba tarde", además, el mediapunta
gijonés se muestra ilusionado por "venir al Marino por que es un
club que ha estado muchos años en Segunda B y para mi es un paso
adelante".
El atacante
zurdo añadió: "Al Urraca le estoy agradecido y le deseo lo
mejor. Jugué 36 partidos la temporada pasada y estuve muy a
gusto allí. Tendrán un buen equipo".
Nunca ha
coincidido con el entrenador Blas García pero "las personas que
me han hablado de él me han dicho que es serio, exigente y que
le gustan los equipos muy ordenados".
Sobre la
competición liguera repite los análisis de la mayoría, "va a ser
una Tercera muy competitiva, con muchos equipos con
aspiraciones".
Las renovaciones y los fichajes se hacen esperar.
Las agendas y los teléfonos del presidente Luis Gallego y del
entrenador Blas García marcan el trabajo sin tregua de ambos,
desde hace una semana. El mercado se mueve con lentitud y ayer
se esperaba alguna renovación, pero los deseados barajan o
esperan ofertas más sustanciosas o de superior categoría. Son
los casos de Guaya, Pablo Suárez, Alex Blanco, Espolita y Omar,
por citar los casos más significativos, en esos supuestos antes
señalados. Como apuntó Blas, las renovaciones, aunque
consensuadas, dependen más de Luis Gallego y salvo José Ángel y
Boris, el resto se lo siguen pensando.
Otro tanto de
lo mismo ocurre con los jugadores tentados que son pretendidos
por más equipos "punteros" de la categoría. Por todo ello, para
muchos equipos, entre los que está el Marino, cerrar una
plantilla se convierte en un arte complicado.