Los de Luisón
se hicieron con el ascenso en un partido de vuelta de escaso
fútbol y alto contenido emocional.
Tras el empate a uno sobre la
bocina del partido de ida en Gijón, el Glamour Team y el filial
llanisco llegaban al artificial de La Encarnación a disputar el
segundo asalto de una eliminatoria que nada iba a parecerse al
primero, donde el irregular estado del terreno de juego
favoreció un excesivo abuso del juego directo.
En un partido marcado por dos
plantillas marcadas por su juventud, los primeros minutos
comenzaron con dos equipos que se dedicaron a defender, a
aprovechar oportunidades a la contra e imprecisiones defensivas,
más aún los gijoneses, dado que comenzaban con el marcador en su
contra en tierras llaniscas.
Tras un par de intentos de
aproximación de un incisivo Mario en banda izquierda y un gol
anulado al Llanes "B" por un más que dudoso fuera de juego,
llegó el gol del Glamour en el minuto 39, cuando Guitián pecó de
exceso de confianza en una falta botada desde la banda derecha
que remató Gabri en segunda instancia. Hasta el descanso los
gijoneses supieron administrar su renta y llegamos al descanso
con el Glamour Team tomando ventaja en la eliminatoria.
Tras
el descanso, Luis Sarmiento, en un gesto de aprobación a los
suyos, decidió no variar nada y continuar con una propuesta
futbolística que pronto iba a darle su recompensa. Fue en una
falta botada por el veterano Roberto Ruiz que Yefri,
providencial durante el partido, cabeceó a la escuadra derecha y
Luismi, en el rechace, perforó la portería visitante. Delirio en
las gradas y punto extra de motivación para los llaniscos, que
se fueron a por el partido aprovechando el shock gijonés.
A medida que pasaron los
minutos, los dos equipos fueron arropando a sus jugadores en
torno a la defensa, más aún los llaniscos, conscientes de la
losa que jugaría en su contra un segundo gol visitante dado el
valor doble de los mismos.
Durante esta segunda mitad el
Glamour Team reclamó un penalty que pareció bastante claro.
Con el final del partido, la
tensión se fue acumulando en los jugadores y la carga de minutos
convirtió la prórroga en un partido de tenia en el que solo
faltó la red, donde nadie quiso poner nada en riesgo y solo el
nerviosismo de unos y otros provocaba tímidas ocasiones.
Al final llegó la ruleta rusa
de los penaltys, injusta manera de dilucidar el éxito o el
fracaso de una temporada. Fue en el tercer lanzamiento, cuando
Mario, tal vez en un exceso de confianza, estrelló un vago
disparo contra la cepa del poste de Guitián, quien fue
espectador de lujo en el resto de lanzamientos, hasta el quinto,
el cual no le hizo falta detener puesto que sus compañeros no
perdonaron y elevaron a los cielos los sueños de su entrenador y
de toda la cantera del club, que ve en este ascenso a Primera
Regional el premio de toda una plantilla ligada al Llanes
durante toda su vida.
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