Los rojiblancos se impusieron al Sabadell con goles de Carlos Castro y Nacho Cases. El Girona sufrió, pero ganó, por lo que los asturianos necesitan ganar en Sevilla y esperar un tropiezo catalán. El Molinón, que registró la mejor entrada de la temporada, arropó sin cesar a su equipo.

El Sporting tenía que ganar por la mayor diferencia de goles posible y esperar un pinchazo del Girona. Ese era el plan repetido toda la semana a orillas del Piles. La afición, como siempre, estuvo sobresaliente. Primero agotando las entradas el jueves, después con un recibimiento multitudinario e increíble al autobús del equipo, y por último apoyando y animando a los rojiblancos cada minuto, con ovación cerrada incluida al final del choque.

Para llevar a cabo el plan Abelardo optó por repetir once y apostar de mano por los delanteros: Carlos Castro y Guerrero. Mandi, Alex Serrano, Juan Muñiz y Julio fueron los cuatro descartes. Enfrente estaba un Sabadell, con pie y medio en Segunda B, necesitado de la victoria y que otros resultados acompañaran. 

El Sporting quería un gol tempranero para trasladar toda la presión al Girona. Y pronto pudo conseguirlo Hugo Fraile, que se plantó ante Nauzet, que desbarató la ocasión. El Sabadell buscaba ser vertical para buscar con rapidez la portería rival. Los catalanes vieron como se les anuló un gol por fuera de juego de Aníbal. En el minuto 22 se adelantaron los locales. Gran cabalgada de Isma López, que fue dejando atrás a cuanto defensor salía a su paso, cedió a Guerrero que disparó, despejando el portero y el rechace lo aprovechó el más listo de la clase, Carlos Castro, que a puerta vacía marcó el primero. Con poco tiempo de margen llegó el segundo. Centró desde la derecha Hugo Fraile, Castro dejó pasar, y en el punto de penalti apareció sólo Nacho Cases para batir a Nauzet. El Sporting empataba a todo, puntos y golaveraje general, con el Girona. El Sabadell intentó meterse nuevamente en el partido con un disparo de Collantes que atrapó seguro Cuéllar. Se llegaba al descanso con un partido prácticamente resuelto por ambas partes: el Sporting ganaba esperando un tropiezo del Girona, y el Sabadell con la victoria de Osasuna y su derrota eran de Segunda B.

La segunda parte tuvo ocasiones pero no goles, y en parte gracias a Nauzet. Sin embargo, el primer aviso lo dio Roigé, pero Cuéllar despejó a córner. El rosario de ocasiones locales en esta parte lo inició Lora, tras un pase magistral de Sergio, pero el portero le ganó la partida. A continuación fue Jony, pero entre el arquero y un defensa lo evitaron y despejaron a córner. La más clara la tuvo Carlos Castro, tras centro de Isma López, pero Nauzet envió a córner el testarazo del delantero. El Sabadell no le perdió la cara al choque y por medio de Benja primero y de Marcos después buscaron el gol, pero Cuéllar lo evitó. La última del Sporting, ya conocido el gol del Girona con el consiguiente jarro de agua fría, tuvo la firma de Santi Jara, tras un nuevo centro del lateral izquierdo navarro, pero disparó fuera. Al final, ovación cerrada de todo El Molinón a un equipo que ha hecho soñar durante toda la temporada y que va a seguir haciéndolo en lo que queda.

El Sporting alcanza los 79 puntos, se asegura la tercera plaza de forma matemática y buscará apurar sus opciones de ascenso directo. Para ello debe ganar por una diferencia de dos goles al Betis, si el Girona empata en casa ante el Lugo, o simplemente vencer en Sevilla si los catalanes pierden ante los gallegos. El desenlace llegará el próximo domingo a las 18h. En caso de acceder al playoff, en la última jornada también se dilucidará quien será el rival entre Zaragoza y Ponferradina. Actualmente los maños aventajan en un punto a los bercianos.

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