El ascenso se decidirá en Carranza

Un gol de Jona al filo del descanso puso la eliminatoria cuesta arriba para un Oviedo que mejoró tras el descanso y consiguió un justo empate ante un sólido Cádiz.

Ambiente de Primera División, dos de las mejores aficiones y dos históricos del fútbol español se medían en un Carlos Tartiere repleto. El pre-partido se jugó en los aledaños desde por la mañana, reinando el buen ambiente entre las dos aficiones, que convivieron durante el fin de semana por la ciudad sin incidentes, más allá de un lanzamiento de objetos entre dos grupos aislados de cada equipo, en la previa a la llegada del autocar del Oviedo en la rampa de acceso al estadio, censurada por la mayoría de los aficionados.

Egea formó con el once y sistema esperado, el más repetido durante toda la temporada, el 4-1-4-1 con Erice como pivote defensivo, con Omgba y Héctor Font por delante. Claudio Barragán empleó un 4-4-2, con Jona en punta y Fran Machado más dinámico, retrasando a veces su posición y cayendo a la banda.

La igualdad y el respeto fue la tónica predominante del primer tiempo, con un Oviedo que trataba de dominar a un Cádiz que no sufría sin balón. El miedo a encajar hacía presagiar un partido con pocos goles como así fue. Las ocasiones escasearon para los dos equipos y el primer remate a puerta llegó en el minuto 25, tras una pérdida de balón en la frontal del área oviedista que aprovechó Fran Machado para plantarse ante Esteban, presionado por Nacho López, pero su remate llegó mansamente a las manos del meta avilesino. Por el Oviedo, la mejor ocasión llegó en el minuto 42, con un disparo raso de Borja Valle desde la frontal que desvió Aulestia con una mano a córner.

Cuando parecía que se llegaría al descanso con el 0-0, una jugada por la derecha de Juan Villar termina con un centro desde la línea de fondo y Jona, en el segundo palo y anticipándose a Vila, bate a Esteban de primeras adelantando al Cádiz en el marcador.

El Oviedo dio un paso adelante y salió a por el empate, pero con un juego plano que no le permitía llegar a las inmediaciones de la portería defendida por Aulestia. El Cádiz se mostró muy ordenado, contundente y seguro en defensa, liderado por su capitán Josete y el ex-oviedista Servando.

Un desajuste en la salida de la línea defensiva del Oviedo, lo aprovechó Jona para enviar el balón a la parte exterior del poste derecho de la meta de Esteban, mientras los jugadores azules pedían fuera de juego.

Los azules mejoraron con el cambio de Borja Valle a la mediapunta, que cayendo a las bandas, especialmente a la derecha creó mucho peligro junto a Susaeta, desbordando al canterano cadista, Tomás.

El Cádiz parecía tener controlada la situación y Aulestia no tenía trabajo. El Oviedo pudo empatar con un latigazo de Sergio García desde 25 metros que se estrelló en la parte interior del poste izquierdo de la meta de Aulestia, en la mejor ocasión de los azules.

La igualada llegó en el minuto 81, con un buen centro de Borja Valle desde la derecha que cabeceó a la red Diego Cervero en el primer palo. El Tartiere estalló y el ariete azul se puso a hacer planchas en una de sus peculiares celebraciones.

El Oviedo acabó volcado y más con la expulsión de Garrido por doble amarilla tras encararse con Cervero, pero en los cinco minutos de descuento no se jugó nada, con un Cádiz que firmaba el empate y ante un Oviedo incapaz.

La eliminatoria se decidirá en el partido de vuelta el próximo domingo a las 18.00 h. en el Ramón de Carranza, que también estará lleno hasta la bandera y en el que el Real Oviedo deberá marcar al menos un gol para tener alguna opción.

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