El conjunto langreano cumplió con su parte del trabajo y ganó a un inofensivo Logroñés gracias a un gol de Guille Méndez, pero los resultados de Lealtad y Astorga les condenan a Tercera División apenas un año después de lograr el ascenso.

El Unión Popular de Langreo cayó al abismo de la manera más cruel posible. El gol de Yosu en Les Caleyes sentenció a los langreanos, que hasta ese momento estaban fuera del descenso directo gracias a la victoria que estaban cosechando frente al conjunto riojano. Un Logroñés que salió a Ganzábal relajado pensando en el play-off y que no puso en muchos apuros a un Langreo dominador y que tras el 1-0 se dejó llevar manteniendo la renta sin demasiadas complicaciones. Sin embargo faltó lo más importante: que los rivales del Unión pinchasen.

Salió el Unión sin Xavi Annunziata y con Pablo Acebal en el lateral derecho, mientras que Borja Granda acompañó a Otero en el centro de la defensa. Por su parte el Logroñés dejó en el banquillo a algunos titulares, sin duda pensando más en el sorteo de mañana que en el partido de hoy. Los de Pouso cuajaron un partido muy relajado que facilitó el dominio langreano, sobre todo en el primer tiempo. El primer aviso importante llegaría en una falta lejana que Borja Fernández cabeceó alto, y acto seguido llegaría el gol que levantó los ánimos de Ganzábal. Guille Méndez cabeceó a la red un centro desde la izquierda de Robi, poniendo en merecida ventaja al Unión y haciendo que el interés se centrase de manera casi exclusiva en lo que estaba pasando en Villaviciosa. Nacho Calvillo pudo ampliar la ventaja langreana escasos minutos después del gol, pero tras realizar una gran jugada y plantarse solo delante del cancerbero eligió mal y en vez de disparar a puerta se la pasó a Ortiz sin mucho acierto. La fragilidad defensiva riojana fue el factor determinante en este dominio local, que sin embargo no se tradujo en una ventaja más amplia.

El segundo tiempo no tuvo mucha historia, con el Unión manteniendo la ventaja sin crear ocasiones y el Logroñés pensando en el play-off sin acercarse a la portería de un seguro Javi Díaz. Lo interesante del periodo estaba en el partido del Lealtad, y el gol en Les Caleyes cayó como un jarro de agua fría entre una afición que pasó de la ilusión a la tristeza en escasos segundos. Con el paso de los minutos la esperanza iba desapareciendo, y finalmente se consumaron unas victorias de Lealtad y Astorga que dejan al Langreo hundido en el descenso. Aplausos a Nacho Méndez tras su cambio, y pitos a Ortiz debido a su triste rendimiento durante toda la segunda vuelta.

Con el pitido final se terminó la aventura langreana en Segunda B, apenas once meses después de lograr el tan ansiado ascenso. Ahora el conjunto de Ganzábal deberá comenzar una época de transición con el objetivo de volver a formar un buen equipo que más pronto que tarde pueda volver a optar seriamente a volver a la categoría de bronce del fútbol español.

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