El Porriño, con diez jugadores desde el minuto 55, se lleva la victoria de El Requexón, ante un Oviedo sin pólvora en ataque.

El último partido de la temporada de División de Honor en el Requexón enfrentó a un equipo que no se jugaba nada tras una temporada notable, el Real Oviedo, y otro que se jugaba la vida deportivamente hablando tras una temporada mediocre, el Porriño Industrial. Y pasó lo que suele pasar en casos así: el equipo que se juega la permanencia se lleva los tres puntos a base de coraje y corazón supliendo las carencias técnicas.

El Porriño de Humberto salió desde un comienzo dispuesto a plantar cara, presionando la salida de balón del Real Oviedo desde su línea defensiva, y contrarrestando la superioridad del fútbol azul en el centro del campo con un “cerrojo” considerable en defensa, que imposibilitaba cualquier intento de crear peligro por parte de los chavales del Requexón.

Con todo, Edu Cortina se erigió en auténtico catalizador del juego local, y de sus botas salió buena parte de las jugadas de ataque de los locales. Pero los acercamientos de Dani Corgo, Vicente o Asier terminaban sin crear un peligro real. Por parte gallega, se jugaba con más corazón que cabeza, pero los acercamientos de Maikel, Aaron y un sobresaliente Richi causaban bastante más sensación de peligro por la presión constante sobre los defensores carbayones.

Pero quedaba todo por escribir en la segunda parte. En el minuto 55 de juego, lo que en cualquier otro partido habría sido un factor determinante en cuanto a la merma de juego de un equipo -la expulsión de un jugador-, en el caso del Porriño se convirtió en un acicate para los gallegos, que incrementaron su ritmo de juego. Bien es verdad que ya en superioridad numérica, el “9” del Real Oviedo, Vicente, lo intentó sin tregua; y mediada la segunda parte dos trallazos suyos fueron desviados a corner con apuros. Pero fueron dos espejismos en una tónica de buena labor defensiva gallega y atasco del juego local. En realidad, la roja directa a Varela por “irse de la lengua” dio paso a una fase del encuentro en la que el Porriño sacó coraje, fuerza y ganas de irse a por el partido.

Y así llegamos al minuto 77. El espigado delantero Jimy había entrado por Aarón 20 minutos antes, y se estaba convirtiendo en una pesadilla para los centrales del Real Oviedo, con su forma de juego protegiendo y ocultando el balón, para salir por velocidad. Y en ese minuto 77, un pase en profundidad de Jimy a Richi dejó al “10” del Porriño en carrera solo ante Carlos, batiendo al meta carbayon en su salida.

De ahí al final, poca historia para cerrar la temporada del División de Honor en El Requexón; lo intentaron los de Hernán, pero el Porriño supo medir los tiempos, dejar pasar los minutos y buscar alejar la pelota de los dominios de Lamas. Los gallegos tendrán la semana que viene la sentencia definitiva, pero consiguieron salir de Oviedo con los 3 puntos que les da vida hasta el final.

Frente a ellos, el Real Oviedo salda con un mal resultado en casa una temporada brillante, con una muy digna clasificación, con el único ”debe” de los excesivos goles encajados en el campeonato, pero con unos jugadores muy interesantes para el proyecto de futuro del Real Oviedo. Ya cerrando la temporada, podemos decir sin dudar que hay mucha calidad en El Requexón, y de los gestores del club carbayón depende que estos buenos mimbres sigan su proyección hasta el primer equipo.