El equipo de Andrés Hernández consigue tres puntos de oro ante el TSK Roces, rival directo por la permanencia, en un partido que supo manejar de principio a fin.

El inicio del partido estuvo marcado por dos estilos de juego muy diferenciados por parte de ambos equipos. El Astur intentaba combinar, y con un juego muy elaborado pretendía plantarse en los siempre comprometidos tres cuartos de campo, y a partir de ahí, crear peligro, sobre todo por banda izquierda por mediación de Cris. Por su parte, el Roces volcaba sus fuerzas en defensa y agazapado esperaba para poder morder a la contra. Y es que el fútbol, cuando se intenta jugar bien y por abajo suele (porque no siempre) tener premio. En el minuto 28 los carbayones lo obtuvieron. Una buena triangulación en el medio del campo habilitó a Mariano dentro del área, y tras contemplar sus opciones, asistió magistralmente a Turu para que el 9, ante la oposición de un central, anotara el uno a cero.

El tanto cayó como un jarro de agua fría para los visitantes que, al menos, consiguió despertarlos, lo que se tradujo en un estiramiento de líneas, y así, equilibrar las tornas de un partido que solo parecía tener un color. Sin embargo, de aquí al descanso, el resultado no se movió.

La segunda parte se caracterizó por la alternancia en cuanto al dominio del balón. Las idas y venidas en uno y otro campo eran constantes, y ningún equipo era capaz de imponer un estilo claro y dominador sobre el terreno de juego. El paso de los minutos beneficiaba a un Astur cada vez más cómodo sobre el pasto que veía poco a poco el partido más atado. Cumplido el cuarto de hora, el Roces se volcó con más ímpetu en ataque para buscar la igualada. Sin embargo, los minutos pasaban y el desgaste de uno y otro equipo era palpable. Andrés, técnico local, decidía quitar a Turu y reforzar más el medio del campo ya que el Roces cada vez se hacía más dueño del balón. Aunque en el fútbol todo cambia de un minuto a otro. Ya en el noventa, el Astur asestaría la estocada final. Guille, tras la salida de un córner botado por Jonás, remataba en doble intento para llevar el balón a la red, y así sentenciar el partido. En el tiempo de descuento, los gijoneses ponían el definitivo 2-1 por mediación de Pelayo Roces.

Con esta victoria, el Astur coge aire y se posiciona, momentáneamente, en la zona media de la tabla alejándose un poco más de la zona de descenso. El TSK Roces, por su parte, se mantiene en una posición peligrosa debido al riesgo de descenso de equipos asturianos de Segunda B.

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