Sergio Egea: “A partido único la diferencia de
puntos no existe”
El técnico argentino fue claro
reconociendo que “a partido único la diferencia de puntos no
existe”, destacando posteriormente lo que viene valorando casi
todas las jornadas: la “nueva alegría” para la afición, los
“tres puntos valiosos” para seguir en la larga pelea y el ir
“semana a semana”.
Para Egea “el equipo pinta
bien”, las cifras lo corroboran, 14 partidos invictos, “es para
estar satisfechos”. “Las distancias a partido único son muy
cortas, aunque en una maratón de partidos de larga distancia el
Oviedo marca la diferencia”, eso sí, “tenemos que estar muy
atentos porque cualquiera nos puede dar la sorpresa”.
En esta ocasión al Oviedo le
tocó lidiar con un equipo “replegado”, difícil de atacar, fue un
partido trampa que “nos costó más de lo que pensamos”. El Marino
“sabía lo que tenía que hacer”, “achicar todo” y “su portero
hizo paradas interesantes”.
El Oviedo tardó en abrir la lata
y en esta ocasión lo hizo gracias a un “gran centro” de Susaeta
y al “oportunismo” de Linares. “Entrando el primero sabíamos que
podríamos tener un poco más de espacios”; antes de llegar el
gol, a medida que pasan los minutos “nos entra la
responsabilidad” y “buscamos variantes”.
A partir de
mañana ya toca pensar en el Lealtad, “otro rival asturiano al
que respetamos mucho”.
Marco Díaz: “El escaparate era para hacer las
cosas bien”.
El entrenador del Marino explicó
que “veníamos con una idea”, que fue saliendo bien según fueron
pasando los minutos, consistente en “tener el balón y defender
con él”; eso sí, reconoció que “en la segunda parte el partido
se nos hizo largo”.
Marco cree que a su equipo le
faltó “profundidad en la transición defensa-ataque” y “más
decisión en el último pase”, aunque se mostró contento con sus
jugadores: “no puedo pedirles más”, “tácticamente estuvimos muy
ordenados”. Destacó además que no se apreció la diferencia de
clasificación, que la pegada y los cambios del Oviedo se notaron
y que los azules tuvieron que “acelerar el partido”.
El Marino no tenía mucho que
perder en este partido y era consciente de su dificultad, “el
escaparate era para hacer las cosas bien”. El técnico resaltó
que su equipo lleva “mes y pico haciendo buen fútbol y haciendo
las cosas que pide la categoría”, con “más fútbol, más gol y más
compromiso”.
De cara a la
complicada permanencia, “habría que ganar siete” de los nueve
partidos restantes, pero “mientras hay vida hay esperanza”.