Un buen gol de Salva Rivas supuso un nuevo pinchazo de un Unión que volvió a desperdiciar una oportunidad para alejarse del descenso. Mal partido por parte de ambos conjuntos y justa victoria zamorana. El conjunto langreano pagó caro su conformismo.

Nuevo partido clave para asegurar la permanencia y nuevo pinchazo del Unión  Popular de Langreo. Esta vez el beneficiado por el mal juego langreano fue un Zamora que llegaba al choque como 16º clasificado y que necesitaba una victoria para espantar los fantasmas del descenso directo. El espectacular apoyo que supuso el desplazamiento de 200 aficionados langreanos no fue suficiente para que el Unión obtuviese los tres puntos, pese a que la hinchada visitante no cesó de empujar al equipo tanto antes como durante y después del partido. José Antonio Redondo pecó de conformista y alineó a un equipo falto de mordiente en ataque, con Nacho Calvillo y Annunziata en el banquillo. Robi repitió en el lateral izquierdo, mientras que Otero fue reservado al salir de su lesión siendo su lugar ocupado por Borja Granda.

El conformismo que mostró el Unión fue aprovechado por un Zamora que, si bien no gozó de demasiados disparos a puerta, fue el claro dominador del choque, tanto en el primer tiempo como en el segundo. El primer aviso zamorano llegó por mediación de Arkaitz en el minuto 17, que disparó alto tras una jugada en la que regateó hasta a tres jugadores visitantes.  El Unión no era capaz de crear una sola jugada de peligro, con un desaparecido Ortiz y un centro del campo bastante espeso. Mientras tanto el conjunto de Roberto Aguirre aprovechaba las carencias langreanas para acercarse a la portería de Adrián Torre, disponiendo Carlos de una gran ocasión para poner el 1-0 en el marcador tras un remate de cabeza que se fue fuera por poco. Así se llegó al descanso, con un Zamora muy cómodo dentro de lo que estaba siendo un partido bastante malo con muy pocas ocasiones.

El segundo tiempo no mejoró lo visto en los primeros 45 minutos, y el ritmo del juego lo siguió llevando el Zamora ante la pasividad langreana. Redondo optó por introducir en el campo a Nacho Calvillo y Annunziata, y fue el primero el que logró realizar el primer y único tiro a puerta del Unión en todo el partido nada más comenzar el periodo, siendo su disparo desde la frontal del área desviado a córner por Miguel. Esta ocasión fue un espejismo, y el conjunto local no volvió a verse comprometido por el ataque langreano. En el minuto 55 Arkaitz pudo marcar tras recibir un buen pase al hueco pero Adrián Torre estuvo muy atento para desviar el balón con una gran parada. No pasó mucho tiempo hasta que el Zamora inauguró el marcador, y lo hizó tras un buen disparo raso de Salva Rivas desde la frontal del área ante el que Adrián nada pudo hacer. Mazazo tan duro como previsible para el Unión, que pese al marcador adverso no supo crear peligro para desesperación de una hinchada langreana que estuvo infatigable en la animación durante todo el partido. La entrada de Guille Méndez no aportó mucho a un equipo que de por sí estaba falto de ideas y el Zamora no necesitó más ataques para sentenciar el partido, ya que el Unión que hoy se vio en el Ruta de la Plata no dio ninguna sensación de peligro durante los 90 minutos.

Dura derrota que deja a los langreanos cuatro puntos por encima de la promoción. El próximo domingo el Unión tendrá una nueva final, esta vez ante el Tropezón. Partido que se disputará a las 17:00 del domingo y que se antoja esencial para revertir la situación actual y empezar a mirar con claridad hacia la permanencia.