Los azules superaron al Pontevedra en un partido de claro dominio local, que quedó sentenciado mediado el segundo tiempo.

En el duelo de División de Honor Juvenil entre el Real Oviedo y el Pontevedra CF, el conjunto carbayón demostró por que está en la parte noble de la clasificación, frente a un Pontevedra que no parece reaccionar para salir de la zona de peligro. Si bien los gallegos comenzaron el partido con intensidad y plantando cara, muy pronto cedieron en su juego ante los envites de los discípulos de Hernán Pérez, muy superiores en todas las líneas.

Ya en el minuto 2, una volea de César desde la frontal a centro de Ibra desde la izquierda puso en apuros al meta pontevedrés, que despejó a córner. Era el primer aviso, y pronto la defensa gallega sabría lo que es sufrir los ataques de Jorge y Viti por bandas, ambos inconmensurables, auténticas pesadillas para cualquier contrario por su empuje, fuerza y técnica combinados. Con Álvaro apoyando a Jorge desde el lateral, las internadas del extremo llevaban “veneno” en cada balón, mientras Viti en banda derecha se movía a sus anchas sin apenas oposición del contrario, y con Ibra circulando en las tres posiciones de ataque.

El Pontevedra se mostró débil, con mal control del juego en el centro del campo, y con sus atacantes Jose y Otero buscando desesperadamente unos balones que casi nunca les llegaban francos. Y en lo poco que conseguían “pescar”, Davo y Bermúdez se mostraban firmes atrás y frenaban casi todo lo que les llegaba. Al Real Oviedo sólo le faltaba el gol; su dominio era casi total, pero las ocasiones tampoco eran claras.

Y curiosamente, solo dos minutos antes del primer gol del Real Oviedo, el Pontevedra tuvo quizás su ocasión más clara: Minuto 31, Otero pilla un balón en el centro del campo, gana por velocidad a la zaga azul, y ya en el área, solo la intervención de Carlos lanzándose al suelo y despejando a córner evita un gol que parecía claro. Pero apenas tuvieron tiempo unos y otros de “digerir” esta jugada, porque en el minuto 33, Ibra se internó en el área rival y con su sangre fría habitual dejó atrás a sus marcadores, y ante la salida del portero Alvaro le batió por bajo, entrando el balón mansamente en el primer palo.

La segunda parte comenzó (y terminó) con el Pontevedra tratando de empujar, siempre catalizando su juego de ataque por mediación de Otero, pero sería de nuevo el Real Oviedo quien daría más fuerte. En el minuto 67, una magnífica internada de Viti por banda derecha en jugada personal -y sin apenas oposición- llevó al extremo carbayón, muy escorado, a quedarse solo ante el portero gallego. Viti tenía muy poco ángulo, pero clavó la pelota al segundo palo en una jugada de las más aplaudidas de la tarde.

Con el 2-0 el técnico gallego Rubén Sotelo comenzó a mover el banquillo buscando sustituir sus “peones” más débiles y darle más mordiente al ataque, pero sin conseguirlo. Hernán Pérez, por su parte, por aquello de no tocar lo que funciona -y bien- dejó el grueso de sus cambios para la recta final del encuentro.

Una recta final marcada por el tercer gol del Real Oviedo, de nuevo con Viti y Jorge como protagonistas. Viti roba un balón en el centro y se lanza al ataque por banda derecha; tira, rechaza Álvaro, y el rechace del portero queda a pies de Jorge, quien marca a placer el 3-0. A punto de cumplirse la media hora del segundo tiempo, el marcador estaba ya muy claro. Pero quedaba la bala en la recámara del Pontevedra, y a falta de 10 minutos para el final, un ligero despiste en la defensa azul es aprovechado por Otero, revolviéndose en el área, para batir a Carlos a la media vuelta.

Poco más que destacar, quizás un final de partido ya en el descuento, en el que algunos jugadores gallegos parecieron perder los nervios sin mayor motivo, y que llevó a Rodri a ser expulsado por roja directa segundos antes de señalarse el final, posiblemente por algún comentario que no gustó al colegiado. Pero el partido no tuvo motivo ninguno para queja de ningún jugador, y en todo caso dejó clara la superioridad de los locales en todos los lances del juego.

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