El conjunto de Marco Díaz plantó dos líneas por detrás del balón, y tras el 2-0 de los locales pudieron sacar un punto de la Nueva Condomina. 

Complicada salida la del Marino a Murcia donde los locales siguen la estela del Real Oviedo, al que le recortan tras esta jornada dos puntos, a la vez que el Marino ve ahondada su situación de farolillo rojo, al sumar puntos parte de sus inmediatos rivales en la tabla, por lo que la salvación sube de precio. El conjunto marinista se plantó sobre el terreno de juego, de por si duro y seco, con las líneas bien definidas, un 4-4-2 y las líneas bien juntas desquiciaron durante la primera media hora en especial a los locales, incapaces de crear fútbol.

Tan bien le funcionó a Marco Díaz la estrategia que antes de la media hora el colegiado invalidaba dos goles al conjunto local, por sendos fueras de juego, primero de Arturo y posteriormente de Acciari. El Marino que no podía perder las formas en defensa no visitaría el marco de Iván Crespo a lo largo de los primeros 45 minutos, donde no hubo un solo disparo a puerta visitante, pero si llegaría el 1-0, y tendría que ser desde fuera del área, sumado a la mala fortuna, cuando desde banda izquierda Javi Flores enviaba un balón al área por bajo que tras pasar entre defensores y Rafa Ponzo, el cuero lentamente se colaba a palo largo, tirando parte del trabajo ejecutado por la defensa marinista, a pesar de lo cual se llegaba al descanso con un marcador mínimo para los locales y aún media parte por delante.

Salía mas enchufado el Marino de arranque, a pesar de lo cual el Murcia quiso ir en busca de abrir mas brecha para no pasar excesivos apuros, y antes de primer cuarto de hora primero un balón de Jaume que se paseo sin rematador cerca del área pequeña, y un chut de Javi Flores, que se envenenaba y obligaba a Ponzo a salvar a una mano, permitieron que la renta no aumentase, pero no fue así en el 74 en otro balón enviado desde el lateral, en un calco al 1-0, pero que esta vez Acciari en segundo palo mandaba a la jaula.

Despertó el Marino del golpe, y achuchó al Murcia al que acabó por meter el miedo en el cuerpo, primero Guaya en el 72 con un misil desde 30 metros que hizo volar a Iván Crespo, y a posteriori con un balón robado por Abraham que asistió a la llegada de Omar que fusilo el marco local para acortar diferencias. El Murcia guardó los muebles, y pudo matar a la contra en el 78 en un balón que tras tocar Ponzo remataba en área pequeña el atacante local y era salvado por la defensa cuando el balón iba camino de gol, pero de ahí al final el Marino gozaría de dos llegadas claves para haber puntuado, la primera un balón al área  en el 90 de Omar que Baba no conectaba a cabecear, y ya en el 93 sobre el pitido final con un zapatazo de Espolita que rozó el poste y dejó a la parroquia local pidiendo la hora a gritos.

ÁLBUM DE FOTOS