Importante victoria del Unión, que pone fin a su mala racha pese a la piscina en que se convirtió Ganzábal tras la lluvia de esta tarde. El conjunto de Redondo cuajó un partido muy serio en el que fue imposible realizar jugadas elaboradas, siendo decisivas las jugadas a balón parado.

El primer partido del año en Ganzábal resultó en la primera victoria del Unión desde principios de noviembre, algo que se antojaba esencial en vista de los resultados favorables de sus principales rivales por la permanencia. Jose Antonio Redondo volvió a tener que utilizar a Borja Fernández como central tras la lesión de Otero, mientras que Kike Fanjul y Nacho Calvillo se ocuparon de la contención. El enlace con el ataque correspondió a un muy activo Robi, mientras que Pablo Acebal se quedó en el banquillo en beneficio de Guille Méndez. La buena noticia del día fue el regreso a la convocatoria de Nacho Méndez, que estuvo en el banquillo.

Comenzó fuerte el Unión gracias a Robi, que en los primeros compases del partido se sacó de la manga un pase con el exterior buscando la llegada de Guille Méndez, que pese a tener espacio no supo definir bien y vio como su disparo era desviado por el cancerbero vigués. Fue un comienzo prometedor de lo que sería un periodo con claro dominio langreano y poca iniciativa gallega, ya que el conjunto de Javi López se limitó a buscar contragolpes. En una de esas contras Jordan se quedó frente a frente con Adrián Torre, pero optó por la peor de sus opciones y su pase a Borja Iglesias fue blocado por el cancerbero langreano. Acto seguido fue Ortiz el que probó suerte con una jugada personal que se saldó con el balón siendo despejado a córner por Óscar Santiago. Pese a la falta de gol el Unión estaba muy cómodo, y Ortiz pudo marcar tras un balón largo que “el Califa” no pudo definir bien. Mediado el periodo la lluvia comenzó a llenar Ganzábal de charcos y las jugadas a balón parado comenzaron a ser esenciales si se quería llegar al área contraria. En una de esas jugadas de estrategia llegaría el gol que a la postre sería definitivo, tras un córner botado al primer palo por Kike Fanjul que se introdujo en la portería, según el árbitro tras tocar el balón en Borja Iglesias. Justo premio al dominio del Unión, que incluso pudo marcar el segundo gol en la última jugada del periodo tras una falta lateral lanzada por Robi a la que no llegaron por poco Nuño y Ortiz.

Tras el descanso los jugadores se encontraron con algo que se asemejaba más a una piscina que a un campo de fútbol, lo que dio lugar a que no se viesen tres pases seguidos y que la estrategia de ambos equipos se limitase a enviar balones en largo. La peor noticia del partido para el Unión la protagonizó Nuño, que en el minuto 49 tuvo que retirarse lesionado entrando en su lugar Joaquín Peña. Robert tuvo la mejor ocasión del periodo en el minuto 57, con una falta cerca del área que Óscar Santiago tuvo que tocar lo justo para enviar a córner. El Celta B varió su esquema y acumuló a más jugadores en ataque para intentar bajar los envíos en largo desde la defensa, y en el minuto 60 Omar pudo empatar tras encontrarse el balón dentro del área, saliendo el balón por encima del larguero. Poco después Adrián Torre tuvo que realizar una gran parada para evitar el gol de Borja Iglesias, y con esa ocasión se acabaron los disparos a puerta del partido pese a que todavía quedaba media hora. Agua, agua y más agua se seguía acumulando con la incesante lluvia, lo que hizo desesperante para ambos equipos el simple hecho de dar un pase. El último susto para el Unión llegaría en el minuto 88 tras una mala cesión de cabeza de Robi que Borja Fernández tuvo que despejar a escasos metros de la portería. Los últimos minutos fueron tensos, con algunos encontronazos entre jugadores y una dura agresión de De Amo a Dani Hevia que acabó con el defensor vigués expulsado.

Estalló de júbilo Ganzábal tras el pitido final, y el Unión comienza de manera inmejorable una serie de partidos contra rivales de “su liga”. Queda pendiente conocer el alcance de la lesión de Nuño para ver si podrá ser de la partida el próximo domingo en Miramar, en lo que se antoja un partido esencial para las aspiraciones del conjunto langreano.