El Lugones, que afrontó con técnico interino la visita a Santa Bárbara del filial del Real Avilés, se anotó con toda justicia los tres puntos en un matinal pasado por agua, especialmente en su primera mitad, en el que los blanquiazules, merced en gran medida al buen hacer en la medular de Pablo Prieto y Álvaro y a la rapidez de sus extremos, Wilmer y Damián, fueron superiores a su oponente, un equipo que apenas inquietó el portal defendido por Raúl Paulino.

Las ocasiones de peligro antes ambas porterías fueron más bien escasas durante los primeros 20 minutos, pasando el Lugones a llevar la iniciativa y disponiendo de su primer gran oportunidad oportunidad para adelantarse en el marcador en el minuto 26, en un penalti del guardameta Dani sobre Ardura que Juan Sánchez lanzó fuera, muy cerca de la base del poste derecho del portal visitante.

A dos minutos para el descanso llegó el que iba a ser el único gol del choque, tanto que firmó Ardura al ganarle la partida a su marcador para, posteriormente, batir de perfecta vaselina a Dani, que salió a la desesperada.

La segunda parte fue desde su inicio de mejor juego local. Wilmer tuvo en sus botas el 2-0 en el minuto 54, pero, con todo a favor, cruzó en exceso el balón cuando ya se cantaba el gol. Con los visitantes intentando buscar la meta local, el Lugones dispuso de otras oportunidades, las más de las veces en las botas de Juan Sánchez, desafortunado cara al gol. En una ocasión, el delantero local intentó batir desde lejos el desguarnecido portal visitante y, en el minuto 73, remató a las manos de Dani culminado una bonita jugada de Ardura y Damián.

En definitiva, en Santa Bárbara se cumplió el manido dicho de que a nuevo entrenador, victoria segura y la afición local salió contenta del trabajo realizado por los discípulos de Jonathan García, técnico que vivió de una manera muy especial el trascurrir del juego.

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