Buen partido en El Requexón entre dos equipos de la zona alta. El Oviedo "B" tuvo las mejores opciones para vencer en el empate sin goles ante un defensivo Caudal.

Mañana pasada por agua en El Requexón; mañana de paraguas, ya que las gradas del Real Oviedo siguen sin un triste techo bajo el que resguardarse.

El duelo del Requexón entre la juventud del filial carbayón y la veteranía y el oficio del Caudal Deportivo, acabó en tablas y sin goles que anotar en el marcador. Pero si buscamos un equipo que podría haber merecido llevarse los tres puntos, por juego y ocasiones (aunque no muchas) ese fue el Real Oviedo B. El Caudal de Pablo Lago dejó en El Requexón muestra de una gran fortaleza defensiva, pero los chavales de Iván Ania supieron en todo momento atar a los de Mieres y frenar cualquier intento de crear peligro por parte del conjunto visitante.

El dominio de los azules fue patente sobre todo en la primera mitad, con Cristian y Adrián Llano hoy soberbios, dirigiendo y  lanzando los ataques por banda de Iván y Lucas -apoyados por Oscar y Diegui- y las llegadas del siempre peligroso David González. Por parte mierense, vimos muestras del trabajo del veterano Oscar Pérez apoyando las internadas de Noel por banda izquierda, y especialmente un trabajo defensivo férreo que pudo frenar la movilidad y rapidez de los discípulos de Ania. Sin embargo, la delantera caudalista inquietó a Adán bastante menos de lo que los arietes del Oviedo B inquietaron a Bussman.

El Caudal se mostró como un equipo muy solidario, que cierra y junta bien sus líneas, y que buena parte del partido esperó al rival en el centro del campo. Pero esta misma forma de entender el juego hizo que con frecuencia sus jugadores cayesen en fueras de juego claros al lanzar sus ataques, y que cuando el balón llegaba a sus extremos la zaga azul estuviese ya perfectamente colocada.

El escaso peligro de los caudalistas llegaba a balón parado, como la falta pegada a banda derecha del ataque mierense que llegó a los dominios de Richard, quien no acertó a definir de cabeza y en plancha. Era el minuto 37 de juego, y podemos considerarla como la primera y casi única ocasión del Caudal en la primera parte. El Vetusta por su parte llegaba con peligro hasta las inmediaciones del área, con Iván, Lucas, Ibarra y David González moviéndose con criterio y haciendo trabajar duro a la defensa mierense.

La segunda parte solo vio cambios en los banquillos, pero no en el juego.  Lago dio entrada a Javi Sánchez por Richard buscando más profundidad por banda al inicio de la segunda parte, a Manu Morilla por Pablo Sánchez doce minutos después, y al veterano Armando Invernón por un poco afortunado Gerica a 10 minutos del final. Invernón pasó prácticamente desapercibido. Ninguno de estos cambios consiguió dinamizar el juego de un Caudal que se ahogaba antes de llegar a posiciones de ataque. Iván Ania por su parte dio entrada a Allyson por Lucas para la media hora final, pero Allyson no tuvo su día hoy y no llegó a inquietar como hizo Lucas en la hora de juego que disputó. Tampoco Juan Steven pudo mejorar el rendimiento de David Ibarra, por quien entró a falta de un cuarto de hora para el final.

En todo caso, las ocasiones en esta segunda parte volvieron a caer del lado local; podemos anotar un centro de Oscar bien rematado por Lucas justo antes de sus sustitución, un tiro raso de Iván en el minuto 73 (que quizás si hubiese abierto en vez de continuar él con la jugada habría acabado de otra forma), y una falta muy bien botada por Colo que Busmman despejó con apuros en el minuto 79. Por parte caudalista, apenas alguna internada de David o de Gerica, pero nunca con un peligro real sobre la meta de Adán.

Al final, reparto de puntos entre dos equipos de la parte alta de la tabla, y que evidenció un muy buen juego del filial del Real Oviedo pero sin definir en los metros finales, frente a un Caudal muy bien armado atrás pero que debe proponer algo más en creación y ataque.

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