El Burgos
Club de
Fútbol
afronta su
decimotercera
campaña en Segunda B
desde su refundación
en 1994, con el
objetivo de
consolidarse en la
categoría de bronce
tras lograr la
permanencia sin
demasiados apuros en
la temporada de su
regreso. Una recta
final bastante floja
les impidió quedar
un poco más arriba y
tuvieron que
conformarse con el
ecuador de la tabla;
quizá ese bajón
final haya sido una
de las causas que
han motivado la
intensa remodelación
de la plantilla,
empezando por el
banquillo, donde el
temperamental
Calderé deja su
puesto a un hombre
más tranquilo como
Fede
Castaños, nacido
en Bilbao pero
burgalés de
adopción, que viene
de acariciar el
ascenso con la
Arandina.
Después
de doce jornadas las
sensaciones no son
del todo buenas en
El Plantío, el
conjunto burgalés
ocupa actualmente
puesto de “playout”
y el técnico ya ha
sido cuestionado; el
equipo no encuentra
la línea de juego y
resultados adecuada
para moverse en
aguas más
tranquilas.
En la portería
se mantiene el
capitán Aurreko,
que no obstante
sigue maniatado por
las lesiones
musculares y será
una de las bajas
ante el Marino; su
primer recambio es
Julen
Itxaso, fichado
del Real Unión, con
Álvaro del
Val en la
recámara.
La defensa ha
sido la línea en la
que menos retoques
se han hecho.
Andrés es un
fijo en el lateral
derecho y puede
amoldarse a la
izquierda, donde
comenzó como titular
Dani
Guillén, cuyos
problemas físicos
han permitido
hacerse un hueco en
el once a Manu
Torres,
canterano del Málaga
que se incorporó
procedente del
Getafe B. En el
centro se mantiene
el catalán
Maureta, cuyo
nuevo acompañante es
otro hombre con
experiencia como
Quesada, que se
está prodigando como
goleador en jugadas
de estrategia y
acumula ya cuatro
tantos. El jóven
Sergio
Esteban,
actualmente
lesionado, completa
la línea.
Más caras nuevas
entre los
centrocampistas,
con nueva pareja de
mediocentros formada
por el gallego
Antón de
Vicente, que
finalizó su periplo
en el Celta B y
puede amoldarse al
puesto de central, y
el navarro Beñat
Alemán, de
corte más creativo,
lo que no impide que
hasta la fecha sea
el futbolista con
más tarjetas
amarillas (6). El
franco-congoleño
Moke seguirá
poniendo el músculo
y puede formar un
“trivote” con los
dos anteriores. El
dueño de la banda
izquierda sigue
siendo Carralero,
con desborde y no
exento de gol; en la
derecha se ubica
Javi
Hernández, que
acumula experiencia
reciente en dos
equipos con
problemas económicos
como la extinta U.D.
Salamanca y el
Ourense.
Como posibles
recambios
encontramos al
espigado Gabri,
que puede jugar más
cerca de la portería
contraria para sacar
partido de su
envergadura;
Jorge Saez,
mediapunta formado
en el Rayo que
militó la pasada
campaña en el Getafe
B, y Álex
Cruz, otro
futbolista de corte
ofensivo y buena
técnica que suele
utilizarse como
revulsivo, actuando
preferentemente en
la izquierda.
En ataque, la
marcha de Arkaitz y
el retorno a
Mallorca de Prats
han obligado a
buscar refuerzos en
busca de gol. El
principal refuerzo
ha sido el de
Cristian
López, que
regresa a España
tras su experiencia
en el Huddersfield
Town inglés, después
de garantizar en
torno a la decena de
goles en los
filiales del Madrid
y del Valencia y en
el Atlético
Baleares; suma
cuatro esta campaña
A última hora llegó
Gabri
Gómez, con
muchos equipos a sus
espaldas pese a no
alcanzar la
treintena, que
garantiza trabajo
como segundo punta.
Por último, el
pichichi del filial
Zamora espera
ganarse más
oportunidades que
las que tuvo la
temporada pasada.