Los rojiblancos desperdiciaron multitud de ocasiones, en un choque vibrante y disputado. Gran trabajo del equipo asturiano que volvió a dejar su puerta a cero. Acumulan ya 11 jornadas sin conocer la derrota.

El Sporting visitaba el Miniestadi con el objetivo de mantener la imbatibilidad, condición que solo ostenta él en toda la LFP. Abelardo introdujo dos cambios en el equipo titular: Carmona y Ndi por Juan Muñiz y Pablo Pérez.

El inicio de los rojiblancos fue espectacular. No se había cumplido el primer minuto de juego, y el Sporting rozó en el gol por dos veces. Primero con un remate de cabeza de Jony que Ortolá despejó a córner de manera brillante, y posteriormente Samper sobre la línea de gol evitó el tanto de Sergio. Siguió insistiendo el conjunto de Abelardo y Guerrero, tras regalo de la zaga culé volvió a poner en apuros al meta local. Poco a poco el choque se fue igualando y el Barcelona B comenzó a buscar a sus dos puntales ofensivos: Dongou y Adama. Precisamente el primero de ellos tuvo una gran ocasión que Cuéllar desbarató. El choque era vibrante y era un toma y daca constante. Ndi y Bernardo volvieron a acariciar el primero de los asturianos, pero les faltó acierto. Lo mismo le sucedió a Dongou que aprovechó un rechace, pero envió fuera. Gran primera parte, a la que solo le faltaron los goles y no sería por ocasiones.

La segunda parte no varió ni un ápice y ambos conjuntos siguieron buscando con ahínco la victoria. Dongou y Grimaldo lo intentaron por el lado de los locales, pero primero la falta de puntería y después el despeje de Cuéllar evitaron el gol. El final del choque fue testigo de dos grandísimas ocasiones del Sporting. Juan Muñiz estuvo cerca, con un disparo desde unos 30 metros que se estrelló en el larguero. Ya en el minuto 88, un remate de cabeza de Benardo a saque de esquina, salió lamiendo el palo izquierdo de la meta de Ortolá. Definitivamente no era el día de cara a puerta para los gijoneses. El segundo acto tuvo dos acciones polémicas. Tanto Carmona como Adama pidieron penalti en sendas caídas. El árbitro no dudo en mostrar amarilla al atacante rojiblanco, mientras que al extremo culé lo acabó amonestando, a instancias de su asistente, ya que él había decretado penalti.

En definitiva reparto de puntos, en un partido donde el Sporting mereció más, pero la falta de acierto evitó el triunfo. Los rojiblancos volvieron a hacer un trabajo soberbio, demostrando el motivo por el cual no han perdido partido, acumulando ya 11 jornadas. El próximo choque será el domingo a las 12:00h en El Molinón ante el Zaragoza.