Dos tantos del pichichi de la categoría, Miguel Linares, y otro de Susaeta, tras un penalti inexistente, noquearon a un Marino que no supo ni pudo reaccionar ante un certero Real Oviedo. 

Se enfrentaban en Miramar dos equipos que necesitaban reafirmarse por diversos motivos. El Marino de Luanco, colista de la categoría, afrontaba el partido tras la dimisión del eterno Jose Luis Quirós y buscaba hacer válido el dicho de “a entrenador nuevo victoria segura” con el debut en el banqullo de Marco Díaz. El Oviedo por su parte, quería hacer olvidar el tropiezo de hace dos semanas en Ferrol y demostrar que también puede ejercer de candidato al primer puesto jugando fuera de casa.  

Salieron mejor al encuentro los marinistas, que a los siete minutos del inicio pudieron adelantarse en el marcador por medio de Fran Pastor, que se encontró con un balón en el área tras pelear Imanol con la defensa  una perdida de Generelo, pero el interior no estuvo acertado en el mano a mano ante Esteban y acabó mandando el esférico fuera, a la izquierda del meta carbayón.  

El propio Fran Pastor -sin duda el jugador más desequilibrante del Marino en el partido-, tuvo poco después una nueva ocasión de adelantar a los suyos. Fue tras recibir el balón en la banda la izquierda, recortar dos veces  hacia el centro y acabar disparando con la pierna derecha al lateral de la red. 

Tras esas dos llegadas se acabó la presencia del Marino en área oviedista. El conjunto azul fue, poco a poco, cogiendo las riendas del partido hasta que en el minuto 18 lograba marcar su primer gol. Fue en una jugada en la que Susaeta y Font se intercambiaron los papeles, el interior vasco apareció por el centro para abrir el juego hacia la llegada del mediapunta por la banda derecha, el centro de Font fue rematado flojo por Señé al primer palo, pero el balón quedó suelto en el área pequeña y Linares, el máximo goleador de la categoría, no perdonó para adelantar a los suyos. 

Los dos jugadores encargados de generar el primer tanto, fueron los protagonistas del segundo. Escasos minutos después del 0-1, Héctor Font caía en el área, aparentemente sin contacto, y el colegiado gallego Muñiz Ruiz decretaba penalti favorable a los azules. Asumía la responsabilidad de lanzarlo Néstor Susaeta, que había fallado una pena máxima en Copa ante el UCAM de Murcia. En esta ocasión no falló el vasco, que engañó a Rafa Ponzo para poner tierra de por medio logrando el segundo tanto oviedista.  

Dos minutos después, alcanzada la media hora de partido, Josep Señé pudo sentenciar con un disparo lejano, pero el meta marinista despejó el balón a córner tras una buena intervención por bajo. En el saque de esquina, después de un rechace, le llegó el balón a Jon Erice que, con todo a favor para al menos rematar a puerta, mandó el esférico desviado. Esa fue la última llegada de los azules en la primera parte, hubo que esperar 38 minutos más el descanso para volver a ver la siguiente ocasión en un aburrido partido.  

Tras el descanso el Marino se mostró absolutamente incapaz de hacer daño a un Oviedo cómodo, que hizo de la posesión la mejor forma de defender el resultado. El dominio azul no se materializaba en llegadas, los de Sergio Egea optaron por no hacer más daño a los locales, que parecían esperar a que alguna contra les metiese en el partido, pero sin el balón y ante un equipo que maneja un resultado a favor, es muy difícil generar peligro.  

Fue de hecho el Real Oviedo el que fabricó las únicas dos ocasiones de la segunda parte. Y, en la primera de ellas, volvió a hacer alarde de su pegada logrando el 0-3 por medio del sempiterno Linares, que cabeceó un córner botado por Susaeta anotando su decimosegundo gol en lo que va de Liga. En las postrimerías del encuentro pudo lograr el cuarto Eneko, pero su disparo en el mano a mano ante Ponzo fue desviado por el meta hispano-venezolano.  

El 0-3 devuelve al Real Oviedo a la senda del triunfo fuera de casa y hunde más en la clasificación al Marino. Lo único negativo para los azules fue la quinta cartulina amarilla que vio Jon Erice y que le hará perderse el próximo encuentro ante el Lealtad. Por parte del Marino, lo único positivo es que finalizó el partido sin lesiones ni sanciones y podrá recuperar efectivos de cara al próximo encuentro ante un rival directo, el Sporting B, un compromiso en el que el nuevo técnico luanquín, Marco Antonio Díaz, tratará de conseguir su primer victoria como entrenador marinista.

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