Fue un partido intenso y disputado, pero con muy pocas ocasiones de gol. La mayoría de ellas llegaron a balón parado, donde el Lenense además se mostró muy peligroso. Antes de los cinco minutos un córner botado desde la izquierda pega en Luis Enrique e involuntariamente está a punto de introducirlo en su propia portería. El Tuilla mostró durante todo el partido muchos problemas para defender estas acciones. La réplica dinamitera vino en un cabezazo alto de Hugo Sánchez libre de marca; y el Lenense nuevamente a balón parado volvió a generar problemas cuando Trabanco vuelve a peinar mal un córner impactando contra el larguero de su propia portería.

Fue superada la media hora cuando Emilio bota una falta lateral, Miguel Camino se queda a media salida y Trabanco peina el balón introduciéndolo en su propia portería. Gol local que no había tirado –ni lo haría en todo el choque- entre los tres palos. El gol sirvió para que el Tuilla, que no estaba haciendo un buen partido, se pusiera el mono de trabajo y tomase definitivamente las riendas del encuentro. Alonso avisó de libre directo ligeramente alto y justo antes del descanso un córner –muy protestado por los locales- botado por el gijonés lo remató de forma inapelable Llerandi al fondo de la red.

A la vuelta de vestuarios el dominio del Tuilla fue incontestable ante un Lenense que intentaba buscar rápidas contras con Dani García y Rubén Valdés, pero sin apenas fortuna. Si lograban crear peligro a balón parado y en un nuevo córner desde la derecha la zaga dinamitera no acierta a despejar y el balón queda suelto en el área –por dos veces- sin que ningún jugador verdiblanco acierte a rematar. La entrada al campo de Villa y Pablo Díaz le dio mucho aire al Tuilla, el delantero erró al cruzar demasiado un mano a mano con Segura y cuatro minutos después Alonso de cabeza remató a la red un precioso centro de Diego Arias desde la derecha poniendo el 1-2 en el marcador.