Dos de los equipos que contaban sus partidos por victorias repartieron los puntos en un duelo con dos partes muy diferenciadas.

Llegaban los dos conjuntos a esta tercera jornada en dulce. Ambos equipos sumaban dos de dos en victorias y fruto de ese respeto mutuo se acontecieron los primeros minutos del encuentro con cierta indecisión, sin un dominador claro en el terreno de juego. A partir del primer cuarto de hora, el conjunto local comenzó a estirarse y llegaron las primeras ocasiones en botas de Miguel, Dani o Jorge. La zaga cearista y su guardameta Kike supieron repeler toda ofensiva verdiblanca y no fue hasta el último suspiro de esta primera mitad cuando, en una internada de Miguel, supo encontrar al central visitante, que dejó la pierna para derribar al espigado delantero de Chuchi Collado. Aitor hizo bueno el penalty y adelantó al Llanes en una primera parte cuyo resultado pudo considerarse justo al descanso.

Los de Miguelín cambiaron la película en la segunda mitad. Mismo guión con intercambio de papeles, el Ceares comenzó lento y el Llanes empezaba a acariciar la victoria, pero el club gijonés comenzó a merodear el área llanisca y tan solo las impresionantes intervenciones de Chus sostuvieron el resultado. A falta de 20 minutos para el final, Juan Carlos enganchó un zapatazo que se coló por la escuadra para delirio de su afición.

A partir de ahí el Llanes quiso llegar con un partido que se volvió loco por momentos y dispuso de alguna ocasión, al igual que el Ceares, aunque ambas escuadras fueron poco a poco dando por bueno el punto y reservando efectivos en defensa.

Los dos equipos concluyen la tercera jornada sin conocer la derrota, con siete de nueve punto en el casillero.