Se disputaron por tanto nueve partidos en la primera jornada, que comenzó el sábado con cinco encuentros y un solo asturiano en liza, el Lealtad, que bien pudo sacar al menos un punto para festejar su retorno quince años después pero cayó ante un Celta B que anotó un gol en el tramo final de cada tiempo. La de los vigueses fue la única victoria a domicilio junto a la del Guijuelo, que estuvo a punto de dilapidar una ventaja de 3 goles en Zamora, mientras que en el otro duelo castellano-leonés el Astorga debutaba en la categoría con victoria ante el Valladolid B. También ganó ante los suyos el Compostela, que superó con bastante solvencia al Burgos; no pudo hacer lo mismo el Tropezón en Santa Ana, donde la Cultural salvó un punto en los últimos minutos gracias a un golazo del ex oviedista Rubén García. 

El domingo entraron en liza el resto de asturianos y sólo el Oviedo pudo sumar los tres puntos al superar a un Sporting B que plantó cara pese a quedarse con 10 en el minuto 26 por expulsión de Viesca; el filial rojiblanco terminó claudicando ante un conjunto azul que dio buenas sensaciones ante los más de 11.500 espectadores presentes en las gradas del Tartiere. No tuvo tanta suerte el Langreo, que en su vuelta a la categoría protagonizó el único empate sin goles de la jornada ante el Racing de Ferrol, en un partido con una parte para cada equipo, con dominio visitante en primer tiempo y mejoría azulgrana en el segundo. 

Por último, el Marino se quedó con la miel en los labios en su visita al siempre complicado campo del Coruxo, el gol del mexicano Alan Ávila lo neutralizó Mateo Míguez en el descuento impidiendo la primera victoria de los de Quirós. Peor lo fueron las cosas al Avilés también ante un rival gallego, el debutante Somozas superó a los blanquiazules –que estrenaron segunda equipación de color rosa- merced a un penalti más que discutible que el propio Josu Uribe calificó como surrealista.