El Langreo toca la gloria

El gol de penalty de Pablo Acebal fue suficiente para que los langreanos regresen a la Segunda División B, en un partido muy correoso con pocas ocasiones y marcado por los incidentes provocados por un sector de la afición emeritense.

Esta vez sí. Tras 11 años en el pozo de la Tercera División el Unión Popular de Langreo consigue volver a la categoría de bronce del fútbol español. No fue un partido vistoso, ni se vieron claras ocasiones, pero en estas situaciones se necesitan otras cosas para lograr el objetivo. Pablo Lago planteó un gran partido y mantuvo  controlado a un Mérida del que se esperaba mucho más y que se va de Ganzábal con un pobre bagaje ofensivo. Los emeritenses pecaron de conservadores y al final fueron castigados con el gol de penalty de Pablo Acebal, que entra en la historia del Unión.

Comenzó el partido con dominio langreano, que se aprovechó de la pasividad visitante para controlar la posesión e ir sentando las bases de lo que se vería durante casi todo el partido. El Mérida dejó sólo a Troiteiro en el ataque, dejando claro que no tenían pensado buscar el gol con ímpetu. Hubo que esperar al minuto 25 para ver la primera ocasión del partido, en una falta lanzada por Chus que se fue cerca del palo. Poco después sería Nuño el que probase fortuna con una volea desde la frontal tras un despeje de la defensa visitante, yéndose el intento desviado. De ahí al descanso poco que destacar, y hasta el minuto 44 no se volvió a ver otra ocasión, aunque fue la más clara del Mérida en todo el partido: Troiteiro se quedó sólo dentro del área y su disparo fue despejado por Guillermo, cayéndole el balón a Santi Amaro, el cual mandó el esférico al palo, ante el alivio de la afición langreana. Cabe destacar el grandísimo trabajo de Mendi, que fue un constante quebradero de cabeza para el Mérida, dominando a su antojo el centro del campo.

Tuvo más ritmo el segundo tiempo, sobre todo en los últimos 20 minutos. Hasta entonces la tónica fue la misma que en el primer periodo, con un cómodo Langreo y un conservador Mérida. Troiteiro probó suerte para el Mérida en el minuto 55 con un disparo lejano que se fue desviado, y escasos minutos después era Manu Blanco el que lo intentaba tras una buena jugada entre Nacho Calvillo y Chus, pero su disparo se fue alto. Cuando llegábamos al minuto 68 Pablo Díaz tuvo una buena oportunidad de mover el marcador aprovechando una combinación entre Acebal y Méndez, pero disparó flojo a las manos de Manu. Parecía que el partido estaba condenado al 0-0, pero ahí apareció el héroe de la tarde: Pablo Acebal se buscó una jugada por banda derecha, y su centro golpeó en la mano de Mansilla, indicando el colegiado penalty. El propio Acebal lo lanzó empujado por toda la afición langreana, engañando a Manu y anotando el definitivo e histórico 1-0. Se puso tenso el partido tras este gol, y en el minuto 84 Mansilla reclamó un penalty en al área del Unión, no siendo indicado como tal por el colegiado. Y esa jugada derivó en la acción más lamentable del partido, al darle un puñetazo De la Cruz a Nacho Calvillo en la trifulca que se formó tras el supuesto penalty. El colegiado no lo dudó y expulsó al jugador emeritense por tan triste acción.

Pese a que el Mérida necesitaba marcar, no fueron nada incisivos y fue el Unión el que gozó de las mejores ocasiones en los minutos finales. Primero con un disparo de Calvillo que rozó el palo, después con una contra llevada por Luis cuyo pase a David fue despejado por un defensor, y finalmente con una jugada del propio David Álvarez que no supo definir ante Manu. Pitido final en el minuto 98, y éxtasis en Ganzábal.

Merecida alegría para los aficionados langreanos, que tras muchos años de varapalos, decepciones y tristeza, vuelven a la Segunda B. Ganzábal lució sus mejores galas y sólo el lamentable comportamiento de un sector de la afición visitante deslució la gloriosa tarde que se vivió en Langreo. El Unión está de vuelta.

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