El Real Avilés se impuso con contundencia tras 15 minutos finales mágicos, en los que los blanquiazules tiraron de pegada para asegurarse jugar el playoff en tercera posición.  

4						-		0
Real Avilés							Zamora C.F.
Nº	Jugadores	A	R	C	G	P	Nº	Jugadores	A	R	C	G	P
1	Ángel					2	1	Imanol					1
2	Nacho López					2	21	Dani Mateos					1
4	Gonzalo					2	3	Ramiro					1
5	Mikel Méndez					2	6	Ramos					1
3	César Soriano					2	13	Prada					2
6	Cusi				85	2	22	Jacobo Trigos			89		2
8	Pascual					3	15	Fran Ochoa			82		2
7	Álex Arias			81	81	3	4	Santos					1
11	Omar Sampedro			64		1	18	Di Biase					2
10	Iván Bolado			64		2	14	Rubén					2
9	Camochu				87	1	10	Jorge Hernández			82		1
BANQUILLO							BANQUILLO
12	Matías			64		1	1	Manu Arias
13	David (P.S.)						5	Miguel (P.S)					1
14	Ito			81	90	2	8	Cristian			89		2
15	Borja Prieto						20	Dalmau			82
16	Gerardo			64		2	11	Aarón Aguado			82		1
ENTRENADOR							ENTRENADOR
Josu Uribe							Roberto Aguirre
Goles:		1-0 m. 81 Álex Arias; 2-0 m. 85 Camochu; 3-0 m. 87 Cusi; 4-0 m. 90 Ito.
Árbitro:		Hugo López Puerta (2). Comité madrileño. No mostró amonestaciones.
Incidencias:		Suárez Puerta. 2500 espectadores. Se guardó un minuto de silencio por el fallecimiento del atleta Yago Lamela.

Real Avilés y Zamora ofrecieron a los espectadores que acudieron al Suárez Puerta dos partidos muy distintos. Uno el que tuvo lugar hasta el minuto 75, con un Zamora llegador pero sin fortuna de cara a gol, y el que tuvo lugar en esos últimos 15 minutos, con un Avilés que mostró su mejor versión goleadora perforando la meta de Imanol hasta en cuatro ocasiones.

 Al Zamora le interesaba un encuentro tranquilo, con pocas ocasiones, ya que el resultado inicial le valía para sus propósitos de clasificarse para la Copa del Rey, mientras que los de Uribe optaron, inicialmente, por dosificar sus fuerzas de cara al playoff de ascenso. El primer cuarto de hora discurrió sin apenas llegadas, lo más destacable en ese periodo fue el tributo que la afición blanquiazul le brindó al atleta Yago Lamela, fallecido trágicamente esta semana de un infarto a los 36 años de edad.  

El minuto 8 del encuentro sirvió para que la grada avilesina homenajease al mejor deportista que ha tenido la ciudad en todos los tiempos. Sin embargo, los atronadores aplausos ofrecidos desde la grada no despertaron a los dos equipos, que siguieron sin acercarse a la meta rival. 

Con el paso de los minutos empezaron a encontrarse los, probablemente, jugadores más talentosos del Real Avilés, Álex Arias y el debutante Iván Bolado. Una combinación entre ambos, al filo de la media hora de partido, terminaba con un pase interior del guineano hacia Camochu, el ariete recibió en el área algo escorado pero en buena posición para plantearle problemas a Imanol, pero su remate se marchó sin ver puerta.  

La conexión de talento entre Alex Arias y Iván Bolado prometía crearle problemas a la zaga zamorana, aunque el exjugador del Marino no se encontró cómodo a lo largo del partido escorado a la banda derecha. Paradójicamente tuvo que ser tras el cambio de Bolado, que le permitió recuperar su posición habitual por el centro, cuando Álex Arias ofreció su mejor versión. 

Reaccionó el Zamora al filo de la media hora de encuentro, una larga jugada rojiblanca acaba con un centro de Di Biase por la izquierda que termina rematando desviado Jacobo Trigo desde la frontal del área. Esta llegada cambió la dinámica del partido, pues el Zamora empezó a crecerse y a generar ocasiones de peligro sobre la meta de Ángel.  

Dos minutos después, el conjunto de Aguirre generó dos ocasiones más de peligro. Primero Fran Ochoa disparó rozando el palo izquierdo de la meta blanquiazul un balón que le había llegado tras una serie de rechaces. A continuación un centro raso de Di Biase desde la izquierda no encuentra a ningún compañero y el balón sale fuera tras pasearse por el área pequeña. 

Pero quedaba una más antes del descanso, y fue la más clara del partido para el conjunto visitante. Un centro diagonal desde la derecha le llega a Rubén Sánchez en el área, el delantero se queda solo ante Ángel y, cuando parecía que le iba a batir, su remate se marcha rozando el palo izquierdo a escasos centímetros de ser gol. 

El descanso le vino bien a un Real Avilés que había ido de mas a menos en los primeros cuarenta y cinco minutos en los que había destacado los primeros detalles de calidad de Iván Bolado, que, tras meses en el Avilés, vestía la camiseta blanquiazul por primera vez, justo en el último encuentro de Liga. 

Tras el paso por los vestuarios, salió mejor el Avilés, aunque el empuje inicial se limitó a los primeros minutos en los que destacó una ocasión de Pascual. El mediocentro disparó desde fuera del área, el balón rebotó en un defensa, y el efecto óptico hizo que parte de la grada cantase el gol, pero finalmente el esférico se marchó a córner. 

El inicio blanquiazul fue un espejismo, y el Zamora poco a poco devolvió el partido a la dinámica que imperaba en el final de la primera parte. Los de Aguirre lo intentaron por medio de Rubén Sánchez y de Prada, pero sus remates acabaron fuera y en las manos de Ángel respectivamente.  

Entre ambas ocasiones, Uribe decidió mover el banquillo y sacar a Gerardo y Matías en sustitución de Iván Bolado -al que se le había acabado el fuelle tras un buen partido- y a Omar Sampedro, que no había tenido mucha fortuna. La apuesta era clara, fomentar el juego por bandas. Con estos cambios Álex Arias volvió a su posición natural, de enganche tras Camochu, algo que sería fundamental posteriormente para el devenir del partido. 

Pero el Zamora lo siguió intentando. El colegiado le anulaba un gol a Jacobo Trigo por fuera de juego. Los rojiblancos buscaban el gol que les asegurarse la plaza para la Copa del Rey aunque la mayoría de sus llegadas eran disparos desde fuera del área, como los de Ochoa y Rubén Sánchez, que remataron a las manos de Ángel primero y fuera después. 

El Zamora había dejado escapar su momento en el partido, que tras el minuto 75 cambió por completo, para convertirse en una lluvia de goles blanquiazules. Los de Uribe primero avisaron por medio de Álex Arias que remató en el segundo palo un centro de Gerardo, obligando a Imanol a hacer la parada del partido para enviar el balón a córner. 

Pero como el que avisa no es traidor, la segunda llegada de Álex Arias acabaría en gol. El mediapunta recibió un balón en el área y, tras acomodarse el esférico a la pierna derecha, batió a Imanol con un remate raso. Era el inicio del acoso y derribo del Real Avilés. 

Tras el gol, Alex Arias dejó su sitio en el campo a Ito, el canterano blanquiazul lo aprovechó bien pues al poco de salir generó una ocasión de gol tras recibir un balón de Gerardo, su remate fue despejado por Imanol pero, en el rechace, Camochu anotaba el 2-0. Era el minuto 85, pero los blanquiazules querían más. 

Solo hubo que esperar 2 minutos a que llegase el tercero, una jugada por la banda izquierda era aprovechada por Cusidor -un jugador poco dado a sumarse a la fiesta del gol- para enviar el balón al fondo de la red. El cuarto llegaba por medio de Ito, el canterano le ponía, al contragolpe la guinda a una goleada con la que el conjunto presentó sus armas de cara al playoff. 

Tras el pitido final estalló la fiesta que el club había preparado para que afición y jugadores se homenajeasen recíprocamente por la consecución del play-off. El “Avilés cojonudo” de los Irónicos, y el “We Are The Champions” de Queen sonaron por la megafonía mientras la grada jaleaba a los suyos y empezaba a restar los días para que llegue el primer partido de Fase de Ascenso. Mañana se sabrá el primer rival del Real Avilés, que será uno de estos tres clásicos: el Lleida, el Toledo o el Cartagena.

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